jueves, 29 de diciembre de 2011

> Cachos de carne

En un mundo cada vez más anestesiado por la abundancia de estímulos es imprescindible destacar de alguna forma (¡de cualquier forma!) si uno pretende ser alguien, escapar de la mediocridad. Ya conocíamos la iconografía del fotógrafo de Benetton y otros, y a este elenco se ha sumado la campaña de la diseñadora de ropa Donna Karan con fotografías de sus modelos de lujo entre la miseria de los haitianos.

¿Qué se puede decir aparte de hacerle publicidad gratuita? Todo vale, porque no creo que los clientes de esta empresa vayan a dejar de comprar su ropa salvo que algún medio de comunicación suicida inicie una campaña de desprestigio contra ella y renuncie por tanto a los ingresos de sus anunciantes para que sus clientes la relacionen con la mugre moral o física.

Más carne fresca del mismo día: una rifa en Cantabria para acostarse con una mujer latina.

sábado, 24 de diciembre de 2011

martes, 20 de diciembre de 2011

> Foursquare

Sin acritud: ¿para qué sirve Foursquare aparte de conseguir puntos para el Carrefour? Si es para que me localicen, qué agobio. Si es para localizar, voy a perder todos los amigos que no quieren ser agobiados (los más interesantes, los otros buscan que les quieran). Y olvídate si piensas tener una amante.

¿Qué fue del encuentro casual, de la sorpresa, de la emoción? La excusa (que es la educación) en retirada ante el avance de la geolocalización:

- Perdona que llegue tan tarde, pero me ha pillado un atasco…
- ¿Pero qué atasco? ¡Si estabas en el bar!

Sin embargo, hay dos razones para el gusto por la ubicuidad pública: la tecnología no precisa de justificación, simplemente ‘mola’ o no ‘mola’; y nuestra querencia en creer que ocupamos un lugar en el mundo, cuando todo indica que apenas hacemos una sombra fuera de la suela de nuestros zapatos.

jueves, 15 de diciembre de 2011

domingo, 11 de diciembre de 2011

> El infierno está empedrado de buenas intenciones

En una esquina enfrente de El Corte Inglés había apiladas decenas de cajas de tomate, naranjas, berenjenas y pimientos. Me acerqué a preguntar qué era aquello, y uno de los organizadores me explicó que eran de un Banco de Alimentos y que ellos, una ONG, los estaban repartiendo a personas necesitadas.

Le dije que por suerte no tengo necesidad de esas ayudas, pero el hombre me ofreció un lote. Le volví a repetir que no me hacía falta, pero el hombre insistió con el perentorio argumento de que les sobraban y que se les iban a echar a perder, que se las daban a todos los que pasaban. El lote mínimo para una familia eran cinco cajas, unos cien kilos.

Desde ese día en casa sólo se toma naranja de postre, y creo que hemos ya agotado todas las combinaciones y permutaciones posibles de berenjenas, pimientos y tomate. Es el inconveniente que de niño me enseñaran a no tirar comida.

El día del reparto estas frutas y hortalizas estaban frescas, fresquísimas, pero ya empiezan a ablandarse y aún quedan más de la mitad. Qué forma de tirar el dinero y de no ayudar a casi nadie que lo necesite y que lo merezca.

Además de un Banco de Alimentos haría falta también un Banco de Criterio con oficinas abiertas en gobiernos, ong, iglesias...

martes, 6 de diciembre de 2011

> Los ‘indignados’ de Movistar

Al calor del movimiento ‘15-M’ o ‘los indignados’, Movistar ha lanzado una campaña por televisión en la que se muestran supuestas asambleas populares que debaten peticiones a las compañías de móviles para que bajen sus precios. Las asambleas son un ejemplo de buen rollito y de 2.0., y los actores son guapos y locuaces en una burbuja almibarada blanca, blanquísima.

Sin embargo, es obsceno por la trivialización e infantilización de un legítimo movimiento social (y eso que no son santos de mi devoción).

Utilizar con beneficio comercial el icono de un movimiento ciudadano debería ofendernos como si usaran el sacramento del bautismo para anunciar Fontvella o la comunión para patatas Lays. No, debería ofendernos más: la iglesia católica tiene dos mil años y la percepción que socialmente se tiene de ella no cambiaría por ello (aparte de la pequeña compensación por cosas peores que ha hecho la iglesia). A fuerza de anuncios como éste y de llamarles perroflautas, ya son distintos de lo que eran cuando a algunos daban miedo.

Pero lo preocupante no es el uso que Movistar hace de un movimiento ciudadano, sino que piensen que nuestras tragaderas aguantan eso y lo que les haga falta. Ya no dan miedo ni respeto. Ni nosotros.

jueves, 1 de diciembre de 2011

> Alfredo Sáenz

Los acontecimientos no dejan de sorprender a la par que decepcionar. Uno de esos hechos es el indulto al banquero Alfredo Sáenz que ha aprobado el consejo de ministros (y porque no se puede poner con más minúsculas) el pasado día 25 de noviembre. Un gobierno en funciones. Un gobierno socialista. Un banquero condenado en sentencia firme por levantar denuncias falsas para cobrar una deuda. Una vergüenza más, una esperanza menos.

No sé lo que ha obligado o motivado al gobierno a tomar esa decisión, porque no he escuchado ninguna justificación ni explicación, que ya han pedido las asociaciones de jueces. Una razón de justicia seguro que no, así que cabe pensar en un agradecimiento inevitable, ¿a qué? Y ¿han escuchado ustedes el arrepentimiento del indultado, su petición de perdón a las víctimas? Quizá sí hayan escuchado sus tres millones y medio de euros de pensión vitalicia al año o sus más de nueve millones de sueldo del año pasado.

Nadie se ha rasgado las vestiduras, y apenas han pasado unos días y la noticia y la vergüenza han pasado al olvido. Qué guinda para este pastel en funciones.

La noticia:
http://www.elpais.com/articulo/economia/Gobierno/indulta/Alfredo/Saenz/elpepueco/20111125elpepueco_8/Tes

jueves, 24 de noviembre de 2011

> Lo que es la ignorancia

La ignorancia no es exactamente no saber algo. La ignorancia es algo más profundo y soez: puede ser la terquedad en el desconocimiento o la desidia de no molestarse lo más mínimo en saber. Es la afición al desconocimiento, la persistencia en el error.

El que esto suscribe leía un artículo en la Wikipedia cuando observó un enlace del menú lateral que decía ‘Página aleatoria’ en el que nunca había reparado. No me resistí a la tentación y pulsé. Me llevó a un mundo desconocido del que nunca había oído hablar siquiera (por eso era desconocido). Les invito, por curiosidad, a que lo vean. Es breve: http://es.wikipedia.org/wiki/Natyrbovo.

A veces uno busca las llaves del coche y descubre en su lugar la penicilina. De este artículo sólo me resulta familiar que parece estar en Rusia. Nada más. Ni idea de lo que es un ‘selo’ o un ‘raión’, ni mucho menos esos lugares que bordean ríos con nombres quiméricos en repúblicas sacadas de heroicas leyendas medievales. Sin embargo es seguro que allí viven miles de personas, quizá con gorros de orejeras, que piensan que el resto del mundo sigue con interés los acontecimientos locales. Puede incluso que piensen que viven junto a ríos que no merecen explicación por su extensa fama y que son ciudadanos de repúblicas que tutean a las más grandes potencias.

Si esto fuera así, mutatis mutandis, podríamos pensar que nosotros mismos, aunque sin gorros de orejeras, vivimos en un país conocido y que millones de ojos extranjeros observan y comentan nuestras cifras de paro, nuestra deuda privada o el resultado de nuestras elecciones. Sin embargo puede que, como los habitantes de Natyrbovo, nuestro país resulte remoto, desconocido y exótico para la mayoría de los habitantes del planeta, y que el renombre de nuestros ríos vaya a la par con la atención que suscitan nuestros problemas de deuda, gobierno o corrupción.

No sé si más felices, pero sí más tranquilos.

martes, 15 de noviembre de 2011

> Collage pre-electoral

Escuchaba hoy en la radio el enfrentamiento entre Roca, defendiéndose, y el fiscal, atacando. Sin embargo, dada la vehemencia del primero, podría parecer lo contrario. Como de pasada, pecata minuta, Roca reconoció haber cobrado 1’2 millones de euros por asesorar a una inmobiliaria.

Hace unas semanas, el profesor de filosofía Fernando Savater decía en televisión que los dos mayores peligros de la democracia son la pobreza y la ignorancia.

Ayer el Gran Wyoming dijo en su programa de humor: “Son las diez y veinte. Para los televidentes de la ESO: cuando la aguja larga está casi abajo y la corta un poco pasadas las diez”.

En un anuncio electoral del PSOE se oye a una pija quejarse de lo difícil que le resulta elegir carrera, mientras que su amiga, persona normal, no tiene esos problemas porque no va a poder ser nada si gana el PP.

Evidencia: hay casi cinco millones de parados (algunos menos, por lo negro) y todos tenemos estómago y la inconveniente necesidad de llenarlo todos los días.

Con estos ingredientes, y teniendo en cuenta que nunca pasa nada, ¿de qué dan ganas?

viernes, 4 de noviembre de 2011

> ¿Hay aún esperanza?

Varios anunciantes han retirado sus publicidad de La Noria (Telecinco) por la entrevista a la madre de “El Cuco”. En realidad no la han retirado por eso, sino porque en Twitter varios (¿muchos?) se indignaron por estos patrocinios a dicho programa. También tiene razón Jordi González en su respuesta sobre los motivos.

Cuando esto sea la norma y no la noticia, le quitaré las interrogaciones al título de este comentario. Por no hablar de que la vieron dos millones de españoles.

La noticia:
http://www.elpais.com/articulo/gente/tv/Grandes/anunciantes/retiran/publicidad/noria/entrevista/madre/Cuco/elpepugen/20111103elpepuage_4/Tes

miércoles, 2 de noviembre de 2011

> Lo que está bien y lo conveniente

Papandreu, el primer ministro griego, quiere convocar un referéndum en su país para conocer si éste está dispuesto a asumir el precio del rescate. No sé la pregunta que imprimirán en las papeletas, y eso es importante, pero ¿están en condiciones de opinar? Sarkozy se ha apresurado a responder lo que hay que decir ante las cámaras: que sí, que es bueno y legítimo, pero ha añadido que los griegos no tienen otra salida si no quieren saltar al abismo, y esta vez solos.

Todos los políticos han tenido que escoger entre lo que está bien y lo conveniente. Recordemos a Felipe González y la OTAN, o a Aznar y la guerra de Irak. Más recientemente a Zapatero y su programa de ‘reformas’. Si fuéramos dioses del Olimpo no dudaríamos en escoger siempre lo que está bien, pero somos ¡ay! simples mortales, y al menos deberíamos pedirles a nuestros políticos que no en nuestro nombre pero sí con nuestro dinero se encarguen de hacer el trabajo sucio que conviene a nuestros estómagos por encima de nuestra moral: nos vamos a quejar igual.

No. El primer ministro griego no ha hecho bien anunciando un referéndum. Hoy le han llamado a capítulo Merkel y Sarkozy en Cannes. Ya es difícil que se mantenga en el cargo y no lo convoque, o puede dimitir y llevarse con él la promesa, o puede celebrarlo y mientras tanto jugar a la ruleta rusa. En cualquier caso no hay que desestimar que nunca pasa nada, y que si hay un superviviente en una balacera, siempre será un griego.

viernes, 21 de octubre de 2011

> Mala memoria, peor sangre

Tengo que reconocer mi ingenuidad, y reconocerla significa contrarrestarla. Sin embargo deberé esforzarme aún más para no sorprenderme en el futuro. Ayer veíamos la obscenidad innecesaria del cadáver de Gadafi fotografiado por un puñado de móviles ansiosos en busca de souvenir. No pongo en duda que fuera un desalmado, un ególatra o un hortera, pero esas imágenes, como otras muchas, no son noticia sino sucia mercancía para hocicarse en ella que alienta lo peor de nosotros.

Ahora todos los gobiernos se felicitan por la caída del dictador y estrechan las manos de los nuevos dirigentes. Hace apenas unos meses todos ellos estrechaban las manos llenas de billetes y de sangre de Gadafi. Las estrechó Sarkozy, Zapatero, el rey Juan Carlos y hasta Obama, y ninguno puso reparos ni se acordó de quién era Gadafi y lo que hacía en Libia o de los 270 muertos del atentado de Lockerbie. Ninguno le negó el saludo.

La petrolera ENI sube en bolsa, las constructoras firman contratos millonarios y los vendedores de armas susurran al oído de los nuevos jefes la importancia de asegurar sus conquistas. La memoria no vale de mucho frente al interés, salvo para hacerse mala sangre.

miércoles, 12 de octubre de 2011

> 20N

Para los que ya tenemos una edad como para no compartir piso, el 20 de noviembre (20N en neolengua) sólo nos recordaba la muerte de Francisco Franco. Hoy, cuando los que mandan son cada vez más jóvenes y se jubilan a los cuarenta, nadie ha hecho el chiste fácil de unir en la misma frase las próximas elecciones generales y el fin del dictador, lo que es de agradecer.

Cualquier elección en una psicomaquia hercúlea, aunque de poco esfuerzo. Llevándolo a un terreno personal, siempre me pregunto a quién votar. Como uno de mis defectos es la ductilidad, veo ventajas en todos los partidos, pero el principal inconveniente es que ninguno me gusta ni me mueve desde la contemplación a la más mínima ilusión.

Para los que me siguen, no creo que haya nada que añadir a lo ya dicho del PSOE y del PP. ¿UPyD? No me puedo fiar de un partido hecho a la imagen de Rosa Díez hasta el punto de hacer del rosa su color corporativo. ¿IU? Para eso hace falta tener ilusión. Si fuera catalán votaría CiU, y no porque esté de acuerdo con su ideario, sino porque tienen las ideas claras y no tienen miedo: cuando todos los perros son iguales, vale más el collar.

Pero qué le vamos a hacer: no soy catalán, sino uno de esos andaluces que llevan las generaciones de hambre pegadas a los huesos con sabor a ajo y que apenas se le entiende cuando habla.

jueves, 6 de octubre de 2011

> Diseño


Puede que haya una razón que se me escape, pero sabiendo como sabemos que no hay que atribuir la mayoría de los males a la maldad sino a la estupidez humana, la costumbre de colocar los bancos públicos de espaldas a la circulación es un error. Quizá es que yo tenga manías de gángster, pero me inquieta no saber quién entra por una puerta de restaurante a la que doy la espalda o no ver venir un coche que se sale de la carretera y se dirige a atropellarme.

Las personas, desde luego, comparten mis temores y son reacias a sentarse en estos bancos salvo que estén muy cansadas o tengan una urgencia (atarse los cordones, reponerse de una taquicardia).

¿Costaba tanto, era tan peligroso, situarlos de cara a la carretera? Tengo ya los años como para recordar cuando se disponían así, y la gente se sentaba a ver pasar los coches y las personas de paseo. Los muchachos comíamos pipas. Hoy apenas verían paseantes, pero sí muchos más coches que antaño; con estos bancos sólo verán ya una pared de roca o la televisión en su casa. Lo mismo da.

sábado, 1 de octubre de 2011

> Viajar en ‘business’

Durante mucho tiempo compartí el asiento de mis viajes en avión con un anuncio en la revista Iberia en el que un triunfador norteamericano aseguraba que “no se tiene lo que uno merece, sino lo que se negocia”. Siempre me cayó mal ese señor que decía estas cosas y que se mostraba en la foto recién duchado y con una sonrisa radiante. Me caía mal porque mi carácter es opuesto y mi avatar mucho más contenido.

Pasados los años, cuando ya no viajo en avión, creo que de obvio ese señor tan lustroso era un filósofo: no existe la justicia, ni en los tribunales ni más allá del dintel de nuestra casa (si me apuran, de nuestro hipotálamo). Así el cuadro, sólo queda desarrollar capacidades de convicción que persuadan a los demás y sazonarlo con una pizca de savoir faire si uno quiere además quedar bien y subir nota.

Los que no se adornan con estos méritos tienen más difícil hacer que la vida trabaje para uno. Pero todo es intentarlo.

viernes, 23 de septiembre de 2011

> Síntesis de Carlos Boyero

No entro a valorar el contenido (¡y debería!), pero qué capacidad de síntesis ante la pregunta de un lector. El estoque fue así:

- Queda muy poco tiempo para que gane de nuevo el PP. En vísperas de esa victoria (que, al parecer, será aplastante): ¿Sabría decirme algo bueno o que le guste de Mariano Rajoy?.

- Complicadísima pregunta. Solo sé que se van los tontos y llegan los malos.

Estas cosas pasan cuando uno se enfrenta a elegir entre lo malo y lo peor, entre la dejadez y la ironía y entre el hambre y las ganas de comer.

martes, 20 de septiembre de 2011

> ¿Crisis? ¿Qué crisis?


No es un hecho insólito. No sé si depende de que el ayuntamiento da por sentado que no pagará la factura de la electricidad a la compañía suministradora, o si se ha fundido un costosísimo sensor inteligente que controla el encendido o el apagado de las farolas, o si el señor que las apaga se ha quedado dormido. El caso es que estuvieron encendidas toda la mañana.

Nadie del ayuntamiento pareció darse cuenta (quizá no miren hacia arriba, sino a la exigua tierra bajo sus pies, por si se mueve). O quizá ese día no salieron los funcionarios a desayunar. Quizá estaban esperando que les enviaran el costosísimo sensor inteligente desde Alemania, o a que se despertara el buen señor que enciende y apaga las farolas, o a que les llegaran fondos para plantearse qué facturas pagar. Pero todos sabemos que de una forma u otra esas facturas se pagarán, y también sabemos quiénes no la van a pagar.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

> Sueño

La 2 es un lujo de cadena que, vistos sus niveles de audiencia, no sé si podemos o nos merecemos tener.

Hace unos días vi un documental sobre una rara enfermedad hereditaria que se manifiesta en que el enfermo no puede pasar de la fase 1 del sueño. Es una enfermedad terrible, devastadora, que se cobra siempre la vida del afectado a los pocos meses de manifestarse cuando éste, agotado su cerebro, entra en coma y muere.

Para más perversidad, la dolencia es hereditaria, dominante, y sólo se manifiesta en la madurez tardía, cuando ya has traspasado tan cruel herencia a tus hijos. En un proceso similar al de las ‘vacas locas’, el hipotálamo de los afectados se va haciendo cavernoso y acaba por sucumbir, sin ninguna cura ni paliativo posible. Por suerte, esta encefalopatía espongiforme es muy rara, y sólo se conocen cuarenta familias que transmiten el gen defectuoso. Terrible.

Sin embargo, ninguna de esas familias ha sido encontrada en los campos de refugiados de Somalia y de Etiopía, por ejemplo, donde se amontonan decenas de miles de personas malnutridas, humilladas y desarraigadas por la hambruna y sus gobiernos. Estas familias, por poner otro ejemplo entre muchos, no se reducen a cuarenta (¡ojalá!), y sus problemas no son un reto científico. Su destino tiene solución, y no es ni hereditario, ni contagioso ni dominante, y no hace falta un costoso análisis de sangre para detectarlo. Pero si medimos los medios por los resultados, también es incurable.

“El sueño de la razón produce monstruos”.

jueves, 8 de septiembre de 2011

> Cuadro de hombre en la ventana

Siempre me han provocado una profunda tristeza esos hombres sin camisa que se asoman al atardecer a la ventana de su piso a ver la calle, con frecuencia con un cigarrillo en la mano.

Me los imagino aburridos de todo. Por las tardes, el tedio de una vida estrecha que saben que no tiene ya remedio les llama hacia ese mundo al otro lado de la ventana. Están cansados de su trabajo, si lo tienen, y creen que se merecen algo mejor que ese piso en un barrio obrero, pero qué le van a hacer.

Sus padres tal vez hicieran lo mismo, pero eran hombres criados en el campo que buscaban el horizonte del trigo por encima de los tejados del barrio. Ellos se han criado aquí, y no conocen ese horizonte, por eso miran las aceras manchadas de contenedores de basura llenos hasta arriba.

Pienso por un momento que a lo mejor sólo están fumando y no tienen esa vida que les imagino. Pero no: en la Moraleja también fuman, y no se asoman a las ventanas.

viernes, 2 de septiembre de 2011

> Otra liga

De vez en cuando leo el blog de Martín Varsavsky: no me puedo resistir a esa mezcla de riqueza y pantalón vaquero con un IPad bajo el brazo. Varsavsky se define como un emprendedor, tiene ideas y se codea con los que marcan tendencias. Y es inteligente y no se pone impedimentos.

El caso es que comentaba hace unos días sobre los líderes (jajaja) españoles, y a Rajoy y Zapatero los despachó en una frase como ‘mediocres’. De Rubalcaba tenía sus dudas, pero contactó con su equipo de campaña y tuvieron una entrevista en la que Martín Varsavsky le habló de cómo reducir el paro. A la salida, no estaba como para tirar cohetes, pero dijo que al menos Rubalcaba sabía inglés y le había escuchado. Pobres méritos.

En cualquier caso Varsavsky escribió que los políticos españoles juegan en otra liga, y no por la importancia del país. No tienen nada que ver con un Obama, Blair, Cameron, Sarkozy… Triste país que salta a reformar la Constitución cuando lo insinúa Merkel o que despliega su bandera sólo cuando la selección de fútbol hace algo en el terreno de juego. Consuelo: los hay mucho peores.

sábado, 27 de agosto de 2011

> El concierto de Christina Aguilera

Leo en el periódico que un tipo (no merece otro nombre) va a pagar dos millones y medio de dólares para que Christina Aguilera le cante en concierto privado cuatro canciones. Dos millones y medio. Christina Aguilera. Cuatro canciones.

Este tipo, del que no sé el nombre ni quisiera saberlo por si algún día intento venderle un paquete de pañuelos en un semáforo, es español. Y por sus gustos musicales, hortera: un apellido muy extendido. Por si alguien practica la lectura rápida: dos millones y medio. Christina Aguilera. Cuatro canciones.

En las enciclopedias se dice que el hombre ha pisado la Luna. Siempre he mantenido que no, que la pisaron dos norteamericanos blancos. ¿Es el hombre un despilfarrador hortera, o es mérito exclusivo de este español? Como siempre, optimistas vs. pesimistas.

lunes, 22 de agosto de 2011

> La visita del Papa

Ya sé que su reino no es de este mundo, pero me resultó triste que ni tan siquiera pudiera evitar la tromba de agua que cayó a los congregados en Cuatro Vientos para verle. No digo yo que convirtiera la Coca-Cola en Vega Sicilia o que acabara con el paro, pero sí al menos el detalle de parar la tempestad hasta después del discurso.

Y el caso es que una palabra suya podría haber obrado milagros incluso mayores, porque escuchándole estaban Emilio Botín, Rodrigo Rato (Caja Madrid patrocina las camisetas de los voluntarios), la cúpula del PP a punto de pisar moqueta y el mismo Rey de España, todos fervientes católicos y seguidores de Jesús el pescador, que decía aquello del camello y el ojo de la aguja.

Miles de jóvenes y no tan jóvenes le escuchaban arrobados. Oían decir que a Jesucristo no se puede llegar solo, que hace falta seguir a la Iglesia. A este mensaje seguro que están acostumbrados, porque ya habrán leído las recomendaciones de Nintendo, Sony y Microsoft acerca de usar sólo software original. También oían decir que eran valientes por estar allí y que debían estar orgullosos de mostrarse católicos ante la sociedad: durante un tiempo fue meritorio ser católico, acosados en todo el mundo por un ambiente liberal y socialdemócrata. Pero ahora que es un signo de identidad de cierta clase media alta sólo tiene el atractivo del lustre y la utilidad del cofrade.

Ay, las sandalias del pescador y los mocasines de Prada.

sábado, 13 de agosto de 2011

> Colas

Está por nacer el poeta que haga de las colas un lugar literario. Larra ya hizo su parte con el “Vuelva usted mañana”, pero las colas son otra cosa, y no seré yo quien aborte ese largo recorrido poético.

Pero bajando del Parnaso a pie de calle, resulta que hoy he tenido la infausta necesidad de recoger un envío en una oficina de Correos. No pintaba nada bien que el gentío se divisara a una manzana de distancia. Había un aparatito de esos que dan número de orden como en las carnicerías, y me las prometía muy felices porque sólo faltaban veinte números para el mío (“jajaja, ¿qué harán aquí todos estos señores?”) hasta que me enteré que había que considerar no sólo el número, sino también la letra, con lo que en realidad me faltaban doscientas veinte posiciones para llegar ante el querido funcionario. Sí, ha leído bien: doscientas veinte.

Dos tristes empleadas despachaban a la muchedumbre, por lo que fueron dos horas y cuarto las que tardé en recoger mi carta certificada. En ese tiempo uno puede pensar mucho, pero no pensar bien de nadie. No se puede pensar bien de quien asigna los empleados a las oficinas, uno no puede pensar bien de quien dispone sólo tres asientos para tal multitud, uno no puede pensar bien de la madre del director de la oficina (la pobre…).

Un país con cinco millones de parados, y la gente haciendo cola hasta en los bares para pedir.

jueves, 4 de agosto de 2011

> Lo público



Antes era una bonita estación de trenes de provincia, con una gran fachada de hierro fundido de gusto decimonónico y una cafetería donde servían montaditos. Cuando llegó el AVE dijeron que la estación se había quedado pequeña, y la echaron abajo para dejar… casi el mismo número de andenes, ahora vacíos. Las tracerías de hierro fundido decoran la cuenta corriente de algún jerarca.

Ya no es una estación, sino un centro comercial con MediaMarkt, Burguer King y tiendas de telefonía móvil (lo bueno de estos sitios es que no importa dónde estés que nunca te sentirás fuera de lo que ya conoces). Si tu tren no sale al poco de llegar a la estación, echas en falta que no haya ningún banco público para sentarse y esperar. Ni uno, sólo franquicias en las que sentarse a consumir. Nadie ha protestado.

Muchos españoles, no la mayoría, piensan que los políticos son parte del problema, no de la solución. Los pesimistas pensamos que los políticos son un reflejo de la sociedad en la que surgen. Quisiera tener mejores noticias, pero la chapuza, el fraude, el amiguismo, el acomodamiento… no son rasgos exclusivos de nuestros torpes dirigentes, sino también de los que les sitúan allí y de los que no les exigen su dimisión una vez han acreditado su torpeza. Y de los que no protestan cuando no hay un asiento público gratuito en una estación de tren que además tiene el nombre de María Zambrano.

domingo, 31 de julio de 2011

> Twitter

Aunque de principio parece incomprensible, al poco le encuentras todo su sentido.

¿Quién querría estar interesado en un sistema de mensajería que constriñe tu expresión a 140 caracteres? Pues casi todo el mundo: los que no tienen nada que decir, porque tienen la excusa perfecta; los que tienen algo que decir y quieren decirlo, porque igual no les merece la pena invertir más en la expresión. Es muy cansado eso de tener ideas largas y desarrollarlas. Lo largo, lo complejo (léase el esfuerzo) se lleva mal con estos tiempos.

Además, compartir espacio en igualdad los que saben y los que no, tiene un atractivo al que no se puede sustraer ningún ego, si uno no considera que en el mundo Twitter las opciones son seguir a alguien o ser seguido por alguien (pero esto es lo de menos).

¡Ay, ese Twitter que une a David Bisbal con Reverte, a Ana Pastor con lavadoras Whirlpool!

martes, 26 de julio de 2011

> Pisa en el Aljarafe sevillano

La mayoría de nosotros vivimos en un entorno homogéneo hecho a nuestra imagen, y en raras ocasiones la vida nos pone en contacto con personas de otros mundos. Hay algunos trabajos, sin embargo, que por su propia naturaleza te muestran un amplio ejemplo de tipos sociales ajenos a los que uno frecuenta.

Uno de esos trabajos es la atención al público en una oficina de expedición de DNI: todo el mundo pasa por ahí. El desapacible azar me ha acercado a un pueblo en los alrededores de Sevilla. Mientras esperaba, el funcionario atendió en diferentes momentos a tres ciudadanos de unos veinte años calzados con Nike, piercing, tatuaje y camiseta de la selección nacional de fútbol… que no sabían escribir. No que tuvieran faltas de ortografía o rellenasen la casilla equivocada. No. Nada de ancianos jornaleros que no aprendieron lo básico por las penurias de la posguerra. Simplemente no entendían el simple formulario oficial ni mucho menos sabían cumplimentarlo.

Me dijo luego el funcionario que lo peor es que no les daba vergüenza reconocerlo, sino al contrario. Y más, que tenían el título de graduado escolar. Siempre son varones, y para suplir su ignorancia (que ellos valoran como signo de hombría suma) se hacen acompañar por la novia o por su madre para que les haga ‘los papeles’ mientras ellos responden con guturales monosílabos al funcionario.

Las invariantes de la Andalucía profunda con el envoltorio de una Nintendo.

martes, 19 de julio de 2011

> Dos mundos

Cuando Daniel Barenboim visita Sevilla y declara desde el teatro de la Maestranza, a las orillas del Guadalquivir y enfrente de la Torre del Oro, que es una ciudad maravillosa y que sus calles huelen a azahar en primavera, no miente. Cuando Francisco Díaz escupe al suelo junto a los contenedores de basura en el barrio de las Tres mil viviendas, y le dice a su hijo que se suba a casa, que él se va a beber unas cañas al bar, tampoco miente. No hay una Sevilla, ni un París ni un Teruel, pongamos por caso. Hay tantas Barcelonas como habitantes y visitantes, y a veces más.

Paso una temporada en Sevilla, en un piso de un barrio de clase media baja. Hay tiendas, luz eléctrica en las calles e incluso un parque público cercano. Hace años estuve trabajando en esta misma ciudad, en el barrio de Los Remedios. También había tiendas, luz eléctrica y un parque público, pero no eran iguales. Cuando llegaba a casa por las noches veía sacar la basura a los porteros o a los propios inquilinos con chaqueta o vestido largo. Ahora veo que los que sacan la basura en mi barrio van con pantalones cortos y están tatuados con feroces dibujos de dragones y caracteres chinos. Los bares tienen muchos barrotes y las sillas siempre son de plástico rojo de ‘Beba Coca-Cola’. Los dos barrios han cambiado algo, pero siguen siendo mundos distintos en la misma ciudad. No en todo Sevilla huele a azahar, o al menos no de la misma forma.

martes, 12 de julio de 2011

> Perritos calientes

Cuando era niño no conocía esos perros diminutos que ahora se estilan tanto. Bien es cierto que me crié en una ciudad adusta, pero con una burguesía muy dada a las ridiculeces, lo que podría haber hecho esperar que alguna solterona excéntrica, algún niño mimado o algún coronel caprichoso lucieran los tales chuchos en sus paseos dominicales a la salida de misa de una.

Desde hace unos años, muchos para mi gusto, los veo por todas partes (a los perros, digo). Los veo en barrios bien y en barrios obreros (¿existen aún obreros?); se les ve incluso holgando por las mañanas en amplios BMW en las puertas basculantes de las naves de los polígonos industriales.

Primero proliferaron los pequineses, pero eran grandes y diáfanamente malhumorados para su función. Luego llegaron los yorkshire, y los chihuahuas para completar el elenco. El mérito del primero es su pretendido abolengo inglés y su representación en el cuadro de Van Eyck; el segundo, su desvalimiento plebeyo. Sus dueños les visten como si fueran colegiales el primer día de clase, les compran sus comidas favoritas (la sección de animales de compañía de cualquier supermercado supera ya a la de droguería) y les cogen en brazos y arrullan como si fueran bebés recién nacidos. Les hablan, y agradecen y entienden sus respuestas.

¿A qué obedece esta costumbre, si es que tiene algún sentido trascendente? Me recuerdan a niños malcriados. ¿Los perros?

martes, 5 de julio de 2011

> Banderas al viento

Andalucía no es una nacionalidad histórica. La mayoría de los andaluces se sienten más españoles que andaluces. O dicho más claramente: creo que a los andaluces les importa bien poco la bandera, la Junta (salvo si le da de comer), las Cinco Llagas y Blas Infante. Esto es algo que no se debe decir, claro, porque queda feo: parece un demérito para los andaluces, ¡como si los sentimientos fueran objetivables!

Sin embargo vean este vídeo. ¿Se imaginan algo parecido en el País Vasco o Cataluña? , ¿y en Francia, EE.UU., China o Colombia? Yo no, y eso que algo he viajado. A veces se puede encontrar un ejemplo así con la bandera de España, pero ya se sabe que una de las herencias del franquismo fue dejarnos una bandera que no nos gusta lucir mucho porque se ha convertido en la de unos por abandono de los otros.

La imagen la he tomado del parque Amate, en Sevilla. No es producto de un huracán que soplara ayer, sino de una desidia de meses a la que nadie pone remedio porque a nadie le importa un comino.

sábado, 2 de julio de 2011

> Eso nunca pasará aquí

Es lugar común que casi todo lo que sucede en EE.UU. más tarde o más temprano llega a Europa y, en especial, a España. Los pesimistas pensamos, además, que lo que se copia aquí es lo chabacano y no lo que hace a aquel país un gran país en algunas cosas.

Párense a leer este artículo publicado en la edición digital de El País. Sí, yo no digo que no sea censura, pero ¡qué maravilla!, ¡qué autocontrol de los medios!, ¡qué influencia de las audiencias y los anunciantes! Lean el último párrafo con las penas impuestas a contritos y arrepentidos comentaristas: ¡parecen colegiales!

Imaginen por un momento que esos procedimientos se implantaran en España. Al cabo de un mes volvería la carta de ajuste para llenar horas y horas de programación y apenas sólo veríamos los documentales de la 2 y el Teletienda. Los GEO asaltarían a sangre y fuego los estudios de Intereconomía o de Telecinco, arderían los platós de Veo y decenas de Sostres colgarían de las farolas de las ciudades.

lunes, 27 de junio de 2011

> Y luego critican por criticar a Chacón

Ayer domingo la ministra Chacón dió una rueda de prensa para informar del atentado a tropas españolas en Afganistán, en el que han muerto dos militares y varios han resultado heridos. El caso es que estaba viendo el canal de noticias de TVE cuando a las siete y cuarto han conectado con el ministerio de defensa para informar de la rueda de prensa. Bueno, no: la ministra estaba esperando a que el canal conectara para empezar ella. Un asesor entre bambalinas le ha hecho una señal para que supiera que TVE ya había conectado y la ministra se ha puesto a hablar (a leer) lo que marcaba el día. Ay, a esta excandidata le gustan en demasía los focos (ya recordarán cuando anunció la retirada unilateral de Bosnia).

Esta mañana la he vuelto a ver ante las cámaras, en Afganistán, para decir que los soldados españoles están afrontando una muy difícil situación (de acuerdo), pero como con eso no tenía bastante ha dicho además que los militares españoles son los más valientes de todos. Ya se sabe que los italianos son cobardes, los franceses apocados, los americanos miedosos, los británicos gallinitas y los alemanes bebedores. Pero ¿hacía falta decirlo así de claro?

La excandidata supedita su pasión mediática a su autoridad como ministra. Qué excandidata gana España.

sábado, 25 de junio de 2011

> Muertos

Desde hace un tiempo me intereso por rastrear a mis antepasados, por simple curiosidad. He conseguido remontarme varios siglos atrás ayudado unas veces por el trabajo y otras por la suerte. Mis ancestros han vivido en varias ciudades y han tenido diversas ocupaciones (jornaleros, militares, comerciantes), pero todos ellos con el paso del tiempo han adquirido una cualidad común: se han muerto para siempre. Ninguno de ellos fue famoso, y de ellos sólo queda hoy, tras una larga consulta de libros parroquiales y padrones, apenas un nombre, unas fechas y un lugar. De lo que pensaron y vivieron no queda ni rastro, y sin embargo fueron personas como usted y como yo.

Pero no hace falta remontarse siglos atrás. De mi propio padre nadie se acordará cuando yo haya muerto, será a todos los efectos como si no hubiera vivido. Y lo mismo me ocurrirá a mí. Es desoladoramente obvio y certero, no hay forma de evitarlo. Es un dolor presente saber que estamos perdidos de antemano, porque tras nuestra muerte eso no nos importará lo más mínimo, porque no quedará ni el recuerdo. Nuestro primer beso, el segundo desengaño y el sabor del caliche aún existen porque están en nuestra memoria, pero están condenados a disolverse en polvo, ni tan siquiera en polvo enamorado.

Todos conocemos esta historia, y de tan evidente resulta ingenua. La moraleja puede ser la escena de los retratos de "El club de los poetas muertos", pero ésa también es ingenua y ya nos la sabemos. Lo peor no es el resultado, sino que no tiene remedio.

miércoles, 15 de junio de 2011

> Ilusión

Parece, pero no es. Hay que ahorrar no sólo agua, sino también en jardineros, así que el ayuntamiento ha decidido en vez de plantar césped, extender una alfombra plástica que lo parece.

Sin embargo esta decisión tiene consecuencias. Por ejemplo, cuando uno se acerca a menos de tres metros y se da cuenta del trampantojo, se pone triste (yo me puse triste cuando lo vi). También es conocido que la cutrez atrae a la cutrez, y así a los pocos días de su colocación todo estaba lleno de desperdicios (¿qué argumento hay para respetar lo que ni se respeta a sí mismo si a duras penas se consigue con lo real?). Vemos un decorado.

lunes, 13 de junio de 2011

> “- ¿Me pasa usted el canapé, por favor?”

El jueves pasado, se celebró (nunca mejor dicho) en Valencia el inicio de la nueva legislatura autonómica en el parlamento. El periódico ‘El País’ lo calificó al día siguiente como ‘esperpento’ porque más del diez por ciento de los parlamentarios, empezando por el presidente autonómico, están imputados en casos de corrupción (Gürtel, Brugal, etc), y porque el nuevo presidente de la cámara juró el cargo con un crucifico que se había traído (o hecho traer) de su despacho. Esto último es una anécdota.

Después de tan agotador trabajo inaugurando el año legislativo, sus señorías asistieron a un ágape para 250 personas (los parlamentarios son 99) que parece costó 18.000 euros. Los únicos que no asistieron fueron los de IU y, supongo, Compromís. A unos metros, en la calle, unos cientos de manifestantes ‘Indignados’ fueron corridos por la policía.

En aquel punto concreto de Valencia se juntaron en esos momentos varios mundos que no se enteraban de la existencia de los otros: los del PP organizando la comilona y aplaudiendo satisfechos, los del PSOE asistiendo para que no sobrara nada de jamón del bueno, la policía repartiendo porras, los del 15-M poniendo el lomo y los votantes del PP y del PSOE en la cola del paro después de haber votado. Pero no hay que hacerse mala sangre: ésta es la grandeza de la democracia, que los valencianos tienen lo que quieren. Qué tranquilidad.

martes, 7 de junio de 2011

> Haciendo amigos

Como para ganarme la vida no tengo que contentar a nadie (suerte que no es poca), me puedo permitir el lujo de decir que hay muchos españoles indecentes. Y no me refiero a los miles de chorizos, aprovechados, chapuceros…: no, pero también. Me refiero a los que con su voto (masivo) han revalidado los mandatos de políticos como Camps, Barberá, León de la Riva… Qué triste (por si me quedaba un poco de optimismo).

Por suerte, hay muchos españoles al menos algo más sensatos. Aquellos que han desalojado de muchos gobiernos a los (algunos) mediocres (cuando no otra cosa) del PSOE.

E incluso hay españoles con ideales, los que acampan en plazas desde el 15-M y los que les apoyan. Lástima que sean tan pocos y que esas ideas sean tan vagas, dispares, efímeras, festivas…

viernes, 27 de mayo de 2011

> Chacón y Esopo

Ayer la ministra de defensa Carme Chacón dio una rueda de prensa (con preguntas, hay que reconocérselo) para decir que no se presenta a las primarias del PSOE. ¿La vieron ustedes por televisión? No hay que ser muy sagaz para saber que la ministra no es santa de mi devoción, pero ¿apreciaron su voz entrecortada, sus atisbos de pucheritos, su nerviosismo? ¡Y estaba sólo anunciando que no se presenta! ¿Cómo una persona así, con tan poco temple (por no hablar de otras características presentes o ausentes), puede pensar en ser presidenta de un gobierno? Quizá presidenta de una comunidad de vecinos, pero ¡presidenta de gobierno!

Sus compañeros de partido alaban su generosidad al dar paso a Rubalcaba como único candidato: un ‘dedazo’ pero sin dedo. ¿Generosidad? No, ayer se levantó con algunas ideas claras (entre ellas que la responsabilidad de elegir debilita, y que el ‘dedazo’ fortalece).

Lo que debería preocuparnos a todos es que leyendo entre líneas dejó abierta la posibilidad de presentarse más adelante… ¡País!

miércoles, 25 de mayo de 2011

> Para qué sirven las cosas


Alguien podría pensar que una biblioteca (pública) es un lugar para leer, alquilar libros, consultar periódicos… Si alguien así pensara sería un iluso. Una biblioteca pública se inaugura para quedar bien, y se mantiene con otros fines. En Málaga las bibliotecas abren a las nueve y media, pero de vez en cuando, unas dos veces al mes, reciben a colegiales del entorno y les hacen un teatrillo de una hora. No leen, no alquilan libros, no consultan periódicos. A los usuarios que sí leen, alquilan libros o consultan periódicos les echan. Su actividad silenciosa, por alguna razón que se me escapa, es incompatible con la presencia alborotada de los niños.

Fíjense en la literalidad del cartel: una biblioteca cierra para fomento de la lectura. Neolengua orwelliana. Esto no es más que una pequeña estupidez más de la mediocridad general, pero las pequeñas miserias desaniman la cotidianeidad.

lunes, 23 de mayo de 2011

> 15-M

El nombre parece de ataque terrorista, y sin embargo ¿cómo no solidarizarse con algo que no se sabe qué es, pero que si es algo, parece de alas blancas? Por otra parte, la Puerta del Sol no es Túnez ni Egipto. De hecho, el edificio de Tío Pepe, allí mismo, lo va a ocupar enterito Apple.

¿Qué piden? Lo que muchos queremos. ¿Cómo lo piden? De la forma en la que nada se consigue (aunque no seré yo quien diga que ‘la violencia es la partera de la historia’). El próximo domingo, con los huesos entumecidos, volverán a casa a por la sopa boba. Ellos se aburrirán antes que PSOE, PP, IU…

Se llevarán, eso sí, un buen recuerdo al que volverán dentro de treinta años. También harán amigos, se unirán parejas e intercambiarán apuntes de oposiciones, lo que no es poco. Nadie dijo que esto fuera fácil, pero hace falta tener un discurso en el que se sepan unir dos oraciones subordinadas, y poner de acuerdo a mucha gente con un objetivo común, y definir una estrategia y… ¡tantas cosas que nada tienen que ver con las alas blancas!

Ojalá me equivoque, pero ya tengo unos años como para no compartir piso. ¡Ay, qué buenas ideas si tuvieran buen señor! O, robándole la frase a un perspicaz comentarista: “hay más fiesta que revolución”.

Post scriptum: No sé si lo saben, pero las elecciones de ayer las ha ganado el PP por goleada. No parece que el 15-M haya influido mucho en la jornada de reflexión…

lunes, 16 de mayo de 2011

> ¿A quién votar?

Cómo cambiamos, ay. Hace apenas quince años no hubiera suscrito este artículo: antes me habrían asado a la parrilla como a San Lorenzo, mártir. Pero hay que aprender a vivir con nuestras limitaciones, con la abundancia de la tontería y con la insoportable levedad del ser (y la peor aun de la nada).

Si fuera riguroso, cosa que ya ni intento, no tendría a quién votar en estas elecciones, pero por aquello de imitar el recuerdo de un buen ciudadano me vería en la obligación de votar en blanco, que es como gritar muy bajito que quiero pero no puedo. No siento ninguna afección por ninguno de los tres partidos que presentan listas en mi municipio. Una desafección que se vio reafirmada, en fin, tras asistir a un pleno municipal: es peor lo vivo a lo pintado porque acaba con la imaginación, benévola. Trasponiendo lo local, que es lo que se vota ahora, a lo nacional: ¿cómo votar a un PSOE de erráticos adolescentes?, ¿cómo a un PP de aprovechados en beneficio propio?, ¿cómo a una IU que habla de molinos de viento?

Por otro lado, no votar es decir que no quiero conductor, y conductor va a haber nos guste o no (a lo peor, un demente). El voto en blanco es lo más higiénico, pero no sé si lo más útil, que de eso se trata en la cosa pública. Así que ustedes decidirán.

Recuerdo a Chaves comentando la alta abstención de las últimas elecciones: había que hacer, decía, un gran esfuerzo para movilizar a la población. ¿Explico el chiste o nos reímos todos un rato?

martes, 10 de mayo de 2011

> Obama exposed

A Obama le dieron el premio Nobel de la paz muy rápido por contraste: hay que justificar menos dárselo a un negro que a un blanco, lo comparaban con el presidente Bush, y habla muy bien y tiene apostura. El primer sorprendido fue él, sin duda. Luego Neira y Aznar.

Pero ahora hay un problema (varios). No ha cumplido, ni parece que lo vaya a hacer, su promesa de cerrar Guantánamo. Y justifica como obvio la operación para matar a Osama Bin Laden. Sigue siendo negro, sigue hablando bien y sigue teniendo apostura, pero ¿cómo un Nobel de la paz justifica ese contenido?

En la lista de los ganadores de ese premio se encuentran otros presidentes como Woodrow Wilson (1919), Roosevelt (1906) y Carter (2002), y personajes tan discutibles como Henry Kissinger (1973), Isaac Rabin, Shimon Peres y Arafat (1994), y Menachem Begin y Sadat (1978). Esto nos indica el rumbo del galardón, pero nos habíamos hecho ilusiones.

Y ahora a lo práctico, aunque pueda resultar algo obsceno: qué envidia de la profesionalidad, de la razón de estado, de anteponer los intereses. Hay una continuidad en esa línea que distingue a los países que progresan de aquellos que cada cuatro años vuelven a empezar de cero. Ya lo he dicho: qué envidia de esa obscena fortaleza.

martes, 3 de mayo de 2011

> Osama cleared

El presidente de los EE.UU. lo dijo clarito clarito: que había autorizado una operación para matar a Osama Bin Laden. Luego parece que se le había intentado capturar, pero se resistió y acabó con un tiro en la cabeza y sepultado en el fondo del mar.

Todas las cosas tienen un precio, una contraparte. La de la democracia y el derecho permite dormir a pierna suelta, pero cuesta mucho dinero y se corren riesgos: sólo se lo pueden permitir los ricos. El haber detenido y juzgado a Bin Laden hubiera sido una buena noticia, pero con su muerte de esta forma se justifica que se dictamine culpabilidad sin intervención de un juicio, que un grupo de comandos opere en un país extranjero sin su permiso, que se acabe con la vida de otro…

A estas cosas nos tienen acostumbrados, seguro, todos los países, pero al menos contábamos con la discreción y la negación de los hechos, excepto en el caso de Israel. Ahora ya lo ha hecho papá, así que se abre la veda. A esperar, pero ya no se podrá decir eso de la supremacía moral. Ellos han ganado, quizá no por el contenido, pero sí por las formas.

martes, 26 de abril de 2011

> Mi vieja tostadora


Ayer un infarto en forma de chispazo acabó con la tostadora que aligeraba mis mañanas. Tuvo una muerte moderna, sin nada roto ni elementos desagradables a la vista, quizá fruto de la obsolescencia programada.

Por curiosidad estuve ojeándola por si podía resucitarla (vana ilusión de tiempos pasados). Sólo se le había fundido una de esas hormiguillas de colores que están atrapadas en un circuito impreso. Eso no cuesta más de unos céntimos, pero su fallo hace inservible la tostadora. Repararla costaba unos cincuenta euros y varios días de espera. Me he comprado otra en un centro comercial por quince euros y la vieja la he tirado a la basura.

¿Qué significa esto, si es que algo significa? Mucha economía sostenible, mucho contenedor azul y amarillo y verde, y mucha huella de CO2, pero los vertederos están llenos de tostadoras a las que sólo le ha fallado un relé, de televisores cuyo delito es no ser suficientemente planos, de árboles de navidad un siete de enero.

Ya casi no me acuerdo, pero me pagué un viaje de estudios recogiendo botellas retornables y llevándolas a la tienda: qué tiempos menos higiénicos pero más limpios. Qué viejo me hacen sentir las tostadoras rotas.

sábado, 16 de abril de 2011

> El listón

La muestra no es muy grande, pero Zapatero se irá como el peor presidente de gobierno de España. Esto es una muestra más de lo injusta que es la vida, porque él tiene razón y el mundo no.

El caso es que entre las cosas que ha hecho mal Zapatero, los efectos de la peor aún están por venir. Parece que se postulan como sucesores Rubalcaba y Chacón: ¡Chacón! Si es una broma, vale: ja, ja, ja. Si es una forma de resaltar las virtudes de Rubalcaba, vale: ja, ja, ja. Pero si es una propuesta con intención de llegar al final, qué horror.

No voy a glosar los deméritos de Chacón para ser presidenta del gobierno. No. Ya hablé de ella antes y no cuesta mucho trabajo enumerar sus carencias y sus excesos, invalidantes ambos.

Sólo quería destacar que la peor herencia que nos deja el actual presidente es que cualquiera vale para todo: Chacón, Sebastián, Aído… El listón muy bajo. Y peor aún, la alternativa no lo es salvo porque son otros. Si fuera una cuestión de voluntad, consideraría hacerme catalán o vasco.

lunes, 11 de abril de 2011

> “Demi Moore, de visita solidaria en Nepal”



"Que no se entere tu mano izquierda de lo que hace la derecha"





http://www.elpais.com/fotogaleria/Caras/dia/elpgal/20091208elpepu_1/Zes/3
El País, 08/04/2011

viernes, 8 de abril de 2011

> Inicio

¡Ah, la primavera! El año empieza en la estación equivocada. Es ahora cuando la luz del sol y las cálidas temperaturas invitan a renovarse, o a la acción, o al optimismo (o a las tres cosas). Las plantas florecen incluso aunque no se las haya cuidado durante el invierno, lo que también puede ser una metáfora.

Llegará el verano con su somnolencia, y el otoño con sus recuerdos. También vendrá la insufrible navidad y el letargo del invierno buscando el calor bajo las mantas.

Pero ahora es primavera: quiá, carpe diem!

lunes, 14 de febrero de 2011

> Fin

No hay duda de que nada es para siempre, y no es intención que este dietario acabe con la muerte biológica de su autor. Y no sólo todo acaba, sino que todo cambia (¡panta rei!) y el que suscribe ni es excepción a esa regla ni quisiera dejar en mal lugar al filósofo de Éfeso.

Gracias a todos los que han recalado por aquí, y gracias en especial a los que además se han atrevido a hacer algún comentario.

Este blog queda flotando en una botella en el mar. Durará lo que el disco duro que lo contiene, o la voluntad del que lo gestione: son los tiempos (impuestos) y el medio (elegido).

http://lugarfundamental.blogspot.com

Vine por vuestra compañía; no os vayáis muy lejos por si vuelvo.

jueves, 10 de febrero de 2011

> Sobre Francisco Ayala

Hace varios meses leí la voluminosa autobiografía del escritor granadino. Me sorprendió que apenas con dos frases resuma el noviazgo y matrimonio con su primera mujer Etelvina Silva. De la segunda, Carolyn Richmond, habla algo más.

No he encontrado ninguna referencia, salvo que tuvieron una hija, Nina. Me extrañó que alguien pudiera aludir tan brevemente a su propio matrimonio y a la madre de su única hija, y sin embargo dedique páginas enteras a conocidos circunstanciales. Puede que fuera por discreción, puede que fuera por vergüenza, no lo sé, pero el caso es que no encontré más información sobre su primera mujer. Prueben a escribir unas memorias y les ocurrirá lo mismo con ésta o con cualquier otra cosa: el escritor tiene razones, y el lector sólo deseo.

Hoy después de mucho hojear, he visto una información nueva en una vieja reseña del periódico ABC: “de la cual enviudó”. No aporta ni quita nada a lo ya dicho, sólo un dato sin interpretación, ya, posible. Es la muerte.

lunes, 7 de febrero de 2011

> Enviado desde mi Ipad

Recibo correos electrónicos con valor añadido. No dicen más que otros, ni portan mejores ni peores noticias, pero te hacen saber, al final, como firma y colofón, que no han sido enviados desde un vulgar PC, sino desde un estiloso Ipad o Iphone. Esto es: no han sido enviados por gente normal, sino por propietario de un condominio.

Apple hace unos años estaba al borde de la ruina, pero salieron a flote entendiendo la naturaleza humana. Hay usuarios de Ipad que tienen los dedos como pollas y no son capaces de hilar dos sílabas seguidas, pero por sólo seiscientos euros se dan un lustre que no te veas, y te lo restriegan. Pero ¡qué cursi!, y ¡a quién le importa que lo enviara desde qué aparato!: mejor el collar que el perro. Los que tienen (y saben) se lo compraron enseguida, por algo será.

A fin de cuentas un Ipad es como un BMW o Burberry: una urbanización privada que va donde tú vas, despejando.

jueves, 3 de febrero de 2011

> Regreso al pasado

Los alemanes van a contratar a españoles cualificados. Dicen que les faltan a ellos y nos sobran a nosotros. Escribí hace unos días que a nosotros nos sobra de todo, pero no precisamente españoles cualificados.

Los alemanes, que no son tontos, no entienden que ‘españoles cualificados’ sean nuestros políticos, ni nuestros… en fin, ya saben: a ellos no les van a hacer ninguna oferta. Ninguna. A ninguno. Quieren nuestros mejores ingenieros, médicos, arquitectos, para que dejen de ser ‘nuestros’ y sean ‘suyos’. Es un buen negocio porque no han invertido un duro en su formación y se llevan ahora sus plusvalías.

En los años sesenta un vecino analfabeto se fue a Alemania a trabajar porque nadie le daba trabajo aquí. Se fue con alpargatas en un tren expreso que tardaba trece horas en llegar a Madrid. Volvió a los quince años de jefe de línea de BMW. Aquí nadie le daba trabajo de lo suyo por exceso de cualificación, y a su pesar regresó a Alemania hasta que se jubiló hace unos años. Se compró un piso en el barrio que le vio nacer, pero ya no eran unos campos de naranjales y huertas, sino una zona sin alma de edificios de pisos de setenta metros cuadrados; mi vecino ya no tenía nada de aquí (pero esa es otra historia).

Le pagábamos el sueldo y la jubilación comprando BMWs con el dinero que, parece, no teníamos. Y si lo teníamos, no era nuestro, y ahora hay que devolverlo. Pero no lo devolverán los que realmente se lo llevaron, sino sus herederos. Bueno, ellos tampoco: los herederos de los vecinos que viven varias manzanas más abajo, como siempre.

Referencia:
http://www.elpais.com/articulo/economia/Merkel/estudia/ofrecer/empleos/cualificados/jovenes/espanoles/paro/elpepueco/20110122elpepueco_1/Tes

lunes, 31 de enero de 2011

> Viaje a Colombia y Ecuador, 1995 (XI)

Me he levantado muchísimo mejor, y para celebrarlo por fin me he afeitado; sólo me ha faltado ducharme, pero a mí el agua me ha salido fría, y no es cuestión abusar de las proezas. Hemos desayunado al estilo americano (yo sin café, que como ya saben ustedes es horrendo) y hemos dado un paseo por la ciudad. Empleamos un rato en comprobar la ineficacia de una chica de una agencia de viajes que no se enteraba de nada. Vamos andando a la terminal de transportes. Nadie sabe nada de trenes de Alausí a Guayaquil; el tren ya no funciona en Cuenca porque unas lluvias dañaron las vías. Autobuses para Alausí salen casi cada hora. Nos encontramos con un madrileño muy simpático que ha estado diez días en Quito y le ha gustado, y otros tantos en Guayaquil; le hablamos de la suciedad, del tráfico, de la contaminación, de la miseria, de la comida... todo nos lo reconoce, pero... le ha gustado Quito.

Regresamos andando al centro y vemos cerca del río Tomebamba unas ruinas incaicas, pequeñas y mal cuidadas, pero con el sorprendente ajuste de piedras que han hecho famosas este tipo de construcciones. Almorzamos muy bien en un restaurante de lujo: crema de espárragos, lomo salteado con arroz y ensalada de frutas; sólo s/ 30.000. Subimos al hotel porque llueve, y nos quedamos una hora descansando a la espera que escampe. Luego visitamos el mercado con sus puestos misérrimos, sus comedores de fritanga, baratijas que nadie compra y reses abiertas en canal colgadas de ganchos. El paseo se demora por dos horas, y circunnavegamos todo el perímetro de la ciudad. Por las lluvias.

Compramos algunas cosas en un supermercado y como se hace tarde regresamos al hotel: no hay luz. Estamos hasta las diez charlando a oscuras. Llega la luz, cenamos y vemos la televisión (la local, de la Iglesia, echa buenos documentales). Tenemos una animada conversación sobre los pedos, sus tiempos, lugares de muestra y desarrollo. Qué raro se nos está haciendo el viaje; como yo ya tenía pensados los comentarios laudatorios que haría al regreso, voy a tener que eludir el tema.


Ayer estuvimos hablando hasta tarde, y Carlos se durmió con las gafas puestas y un gran chicle en la boca que mascaba ruidosamente cada vez que despertaba para volver a dormirse inmediatamente. Desayunamos el repetido y odiado desayuno americano, con la agravante de que al no haber luz no había jugo: huevos fritos y café. A las nueve y media hemos cogido un bus "de la tierra" hasta Alausí, donde llegamos a la una y media. Yo he estado todo el día algo mareado.

Hemos visto poco paisaje, porque el lado derecho es el malo, y porque había algo de niebla. Se para cada doscientos metros para recoger o dejar gente, sobre todo indígenas con grandes fardos a la espalda; el bus iba lleno, con gente en los pasillos. A cada parada en la ciudad se subían los/las típicas vendedoras de colas, frutas, fritos... En el radiocasette sólo suena música nacional.

Y llegamos a la nada, a Alausí. En la calle principal, vemos que el hotel menos malo es el Gatacunga, o algo parecido, y es cutre aunque no invalidante; la ducha es de cárcel turca. La estación está muy cerca; preguntamos y se acaba de ir un tren; el próximo sale mañana a las nueve y media. Almorzamos en un sitio menos malo, el Flamingo, el conocido churrasco con huevos fritos.

Volvemos a la estación para comprar los billetes y otro funcionario que juega al solitario con baraja de póker nos dice que los billetes se compran mañana a partir de las siete. Nos echamos una siesta y hablamos en el hotel (que comprobamos es de tercera categoría oficial) hasta las seis. Damos una vuelta por el misérrimo pueblo, y nos sentamos en un banco para ver que al atardecer la niebla de las tierras bajas invade completamente el pueblo de una forma siniestra; a la media hora se quita. Estamos a 2.300 metros. "Cenamos" en el "restaurante" del "hotel" un trozo de pollo brosterizado (empanado) con arroz y papas, y de postre unos duraznos en jugo (melocotones en almíbar). El precio fue realmente un timo (s/ 29.000). Damos un pequeño paseo y regresamos porque nos parece sospechoso un tipo que nos adelantó por la calle. A las nueve en la cama. Otro día muy tonto.

jueves, 27 de enero de 2011

> Profundidad

Me preguntaba hace unos días mientras conducía: ¿hay profundidad, enjundia? Excepción hecha, claro, de la mitad de media docena.

Cuando leo el fino encadenado de ideas, referencias y datos que llevan a conclusiones lejanas, inéditas, en comentaristas norteamericanos, franceses, alemanes o británicos me digo ¡cielos!, ¿dónde está eso aquí? Y por aquí no me refiero a este modesto dietario, sino a los comentaristas nacionales, a las reflexiones gubernamentales, a las propuestas de la oposición, a la iniciativa ciudadana. Aquí no hace falta calentarse mucho la cabeza, aquí no hace falta haber leído a Birnbaum. Aquí de hecho no hace falta casi nada porque sobra casi todo.

Los contertulios opinan de todo como expertos, los ministros valen lo mismo para una cartera que para otra, la mano de obra lo mismo te sirve un café en un bar que te alicata el cuarto de baño, o un ex banquero recién salido de la cárcel por estafa da consejos morales en televisión.

Si todos tuvieran (¡tuviéramos!) las ausencias que nos merecemos ¡qué silencioso estaría todo!

lunes, 24 de enero de 2011

> El sur y el padre

Como padre e interesado, siempre he dicho que las madres están sobrevaloradas. Si han visto la película ‘El sur’ de Víctor Erice sabrán de lo que hablo: como siempre, no depende del sexo, sino de la persona; no del ser, sino del estar.

Si dejas de lado el trabajo (¿es posible o sensato?) y las aficiones y pasas gran parte de tu tiempo con los hijos, bien, pero corres el riesgo de que a la larga puede que no hayas hecho nada que ellos aprecien (¡ni tú!). Por otra parte, si estás haciendo algo interesante lejos de ellos, mal, y te lo reprocharán con los años (¡y tú!).

En la película el padre seduce sólo con mirarlo. Pero cuando se ve su debilidad (un pasado amor), da pena. Un personaje así, con esa contradicción, tiene que hacer algo: suicidarse. Sin llegar a esos extremos, los padres preocupados por dejar un buen recuerdo de su paso por este mundo, deambulamos por el filo entre el ser y el estar.

jueves, 20 de enero de 2011

> Viaje a Colombia y Ecuador, 1995 (X)

Nos hemos levantado tarde, sobre las nueve. Hemos desayunado donde ayer y visitamos el cementerio, que está al final de una agotadora cuesta: más bien soso, nada especial. En las listas de enterramientos hay varios cadáveres sin identificar y niños pequeños.

Pagamos el hotel y cogemos un taxi hasta la terminal de transportes, desde donde vamos en autobús a Ambato. Llegamos a las once y vemos que no hay autobuses hacia Cuenca hasta la una de la tarde. Decidimos esperar en el restaurante "La Estación", donde almorzamos los otros días, porque la camarera es bastante guapa y no hay ningún otro establecimiento cerca. Como signo de la decadencia que nos consume, decidimos pasar el tiempo tomándonos unas cocacolas y haciendo problemas de porcentajes bancarios.

Llega un primer autobús con una pinta estupenda. - No, éste no es el suyo; el suyo es mucho mejor. El nuestro es una tartana que llega con media hora de retraso, lleno de trastos imposibles en el techo; caro para s/ 24.000. Nos acoplamos; dormito una hora y el resto permanezco despierto, más por hacerle compañía a Carlos que por convicción.

El paisaje es impresionante. El autobús va casi siempre lleno; la gente sube y baja casi en marcha. Muchos indígenas. En el techo suben cualquier cosa: mesas, sillas, gallinas, cestos con no-se-sabe-qué... y cuando desembarcan sus propietarios hay que bajarlos, de lo que se encarga un señor que incluso ata y desata las cuerdas del techo, arriba, andando el autobús. Carlos le pregunta si no tiene miedo: - No, lo hago desde los quince años -contesta sonriendo con una boca llena de piezas doradas.

El personalismo de los gobernantes de aquí no tiene límites: en las canastas de baloncesto de un misérrimo patio en un pueblucho de mala muerte se escribe el nombre del prefecto bajo cuyo mandato se colocaron. Pasado Alausí vemos una puesta de sol impresionante: estamos altísimos, y entre montañas divisamos un mar que no sabemos si de nubes o de agua, que se pierde en el infinito, precioso. Unos italianos hacen fotos. En las muchas paradas que hace el autobús se suben chiquillos: "Habas, habitas fritas, habas", "uvas lavadas, uvitas, mil la funda", "mandarinas, mandarinas, mil la funda": la mayoría niños como de siete años. Mala carretera, todo montaña.

Llegamos a Cuenca a las nueve. Dada la hora, se impone un taxi al hotel Milán; el taxista nos advierte que por ir al Milán son 4.000 (?). Tienen habitaciones, pero hay que pagar por adelantado (?). La habitación está bien, con TV color y dos cerrojos (?); cobran s/ 26.000. Salimos corriendo a cenar algo: no hay nadie por la calle (?) pese a que estamos en el centro. Cenamos en una pollería un cuarto de lo de siempre con patatas, muy soso. Volvemos al hotel un poco mosqueados porque todo es muy raro. Carlos tiene los tobillos y codos llenos de picaduras del hotel de Quito: se rasca y se les ponen peor (o mejor, desde el punto de vista de sus nuevos inquilinos).

Me he despertado con dolor de garganta, y quizá con algo de fiebre. Hoy no hemos hecho nada de particular: deambular por la ciudad, que es la más bonita que hemos visto hasta ahora, lo que no es decir mucho, por desgracia. Compramos amoxicilina. Nos hemos pasado la mitad de la mañana buscando un billete de avión Quito-Bogotá, pero la eficiencia no es ecuatoriana: que se ha ido la luz, que comunica, que dentro de un rato... En una de las agencias comprobamos que un viaje a las islas Galápagos de ocho días, todo incluido, le sale a un ecuatoriano por 35.000 pesetas, y a un extranjero por 85.000.

La Catedral merece una visita; por fuera la mayor parte de la obra es de ladrillo visto, y la fachada de mármol rosa veteado. Tiene cúpulas azuladas. Da a una bonita plaza rodeada de edificios coloniales, con varios altos pinos de Cook en el centro. El interior de la Catedral es sobrio, salvo un baldaquino dorado en el altar mayor; las imágenes se encuentran sobre pedestales, sin nichos, como en un templo clásico. El tipo de piedra marmórea veteada en rosa es frecuente en otras iglesias (San Blas), pavimentación y obra civil (Corte Superior de Justicia). Hay bastantes edificios religiosos, lo que ha propiciado el dicho de que hay una para cada día del año: no creo que tengan tan mala suerte. Algo escondidos y agradable al visitante son los patios interiores de las casas, clara herencia española.

Aquí la gente parece sentirse más europea; hay bastantes referencias a España en los nombres de calles y comercios; incluso en un banco vimos que la cotización de la peseta estaba situada en primer lugar (el banco era muy sospechoso, como todo aquí). Como no encontramos un restaurante medianamente aceptable comemos en el del hotel: espaguetis a la italiana (horribles) y agua hervida con patatas que supuestamente era sopa. No me encuentro muy bien y subimos a la habitación a meterme en la cama. A las seis me despierto, y no paramos de hablar hasta la una de la madrugada. Por lo menos hay luz. Cenamos unas galletas y yogur. La tarde, con la larga conversación, no ha estado del todo mal.

lunes, 17 de enero de 2011

> Más prendas

Hace unos días vi un reportaje en televisión en el que varias víctimas relataban los casos en los que sus padres habían pagado hace treinta o cuarenta años importantes cantidades de dinero para conseguir los bebés que no podían tener: los bebés eran ellos. A las madres que los habían parido les decían que habían nacido muertos, y si insistían les enseñaban un cadáver ad hoc que tenían congelado.

En todos los testimonios había curas y monjas trapicheando, poniendo en contacto, mediando, recibiendo, dando… Cuando aún están calientes los escándalos de abusos sexuales globales del clero, resulta que algunos financiaban las flores a María con la compraventa de niños (¡decían que hasta 300.000!).

Ayer un sacerdote iba por la calle con una niña de siete años. Qué sospechoso resulta ya. Si dicen que es vicio que un gobernante se mantenga en el poder más de dos legislaturas, ¿qué habría que decir de dos mil años?

jueves, 13 de enero de 2011

< Con palabras: ¿Becarios?


El pasado martes día once podía leerse en la portada de la edición electrónica de El País la palabra ‘derrivo’. No me atreví a profundizar en la noticia, no fuera a derribarme más, pero ya el titular apuntaba maneras: “El Gobierno de China tira el estudio de Ai Weiwei”. ¿Es ‘tirar’ el verbo más adecuado? ¿No sería preferible ‘derribar’, ‘demoler’? Pero, en fin, qué les voy a decir que ustedes no sepan: tales signos no son, ay, casuales.

lunes, 10 de enero de 2011

> El triunfo de la mandarina

Pregúntenle a su frutero si vende más naranjas o mandarinas. La facilidad de pelar, el tamaño y el dulzor de la mandarina, pese a su precio, destierran en oleadas a la tradicional naranja según las cohortes de nuevas generaciones se incorporan al carrito del supermercado.

¿Qué más decir, aparte del manido ‘signo de los tiempos’? Yo ya no digo más, hablen ustedes mismos.

jueves, 6 de enero de 2011

> Viaje a Colombia y Ecuador, 1995 (IX)

He pasado toda la noche con un ataque de gases que pensé saldría volando y no he dormido absolutamente nada. A las tres menos cuarto ha sonado el reloj. Salimos a la calle a buscar taxi. No hay absolutamente nadie a esa hora, y hace un frío helador. Volvemos al hotel para que llamen a un taxi. Al rato, al mucho rato, viene.

Llegamos a las cuatro al ferrocarril, coincidiendo a la llegada con el jefe de estación, por lo que tuvimos que pagar diez veces más que un ecuatoriano, y eso que era un tren en línea irregular (llevaba una locomotora hacia el sur) y no de pasajeros. Nos acomodamos en un vagón a oscuras propio del siglo XIX donde dice 1ª Clase. Intento ajustarme de alguna forma para dormir mientras esté oscuro y no pasar tanto frío. Imposible. Me estoy helando. Al final me pongo en la posición del loto sobre el asiento, con la mantelina puesta. No se ve absolutamente nada, salvo unos bultos anónimos que pensamos deben tener algún tipo de nexo con la Compañía, ya que caminan por el pasillo a su antojo haciendo operaciones sospechosas. El tren arranca, con muchos crujidos y vaivenes. Con el silbato va anunciando su paso con un soniquete como el de los barcos en el día de la Virgen del Carmen.

Poco a poco se va haciendo de día. La gente al paso ve al tren como alucinada; algunos saludan. Se para cada veinte minutos porque se calientan los bronces de la locomotora que es arrastrada. Junto con nosotros se acomodan a ratos en el vagón varios empleados de funciones perdidas y extrañas, de aspecto turbio. El maquinista, en una de las frecuentes paradas, nos invita a ir en la locomotora. Las vistas desde el tren son bonitas, sin llegar a ser espectaculares, del Cotopaxi y de otros volcanes nevados (la "avenida de los volcanes").

El tren se interna en el Parque Nacional del Cotopaxi, donde compruebo que están talando árboles a destajo. El paisaje es de un verde frondoso mediterráneo, no selvático, quizá debido a la altura. De vez en cuando se sube alguien al tren como quien se sube por vez primera a un avión. Visto lo lenta que va la marcha nos bajamos en Latacunga, poblacho desértico, que realmente es el sitio hasta donde habíamos pagado. En Latacunga tomamos a las doce un bus que tarda una hora en llegar a Ambato. Allí comemos y cogemos otro autobús a Baños, otra hora.

Es un paisaje muy feraz, entrada a la selva, según dicen. Montañas muy altas que rodean el pueblo y casi lo bañan en sombras. El pueblo tiene su gracia, bien abastecido y orientado totalmente al turismo. Yo llego mareado, blanco: me deben haber sentado mal los autobuses y el frío de esta mañana. Nos hospedamos en el Residencial Anita, limpísimo y cordial. Llama la atención la cantidad de hostales para un pueblo tan pequeño, y las numerosísimas agencias de viajes por la selva, todas con rótulos en inglés. Hoy toca restricción de luz, y no la dan hasta las diez (en teoría, en realidad la dieron a las tres de la madrugada). Entramos en un restaurante a cenar a la luz de una vela; sin preguntarnos nada nos traen una sopa (será costumbre de la casa) y luego un churrasquito con arroz (-Ah, ¿pero ustedes querían comer a la carta? Lo siento, no tenemos de nada); cuando estamos acabando el churrasquillo (a la fuerza ahorcan), nos traen dos cocacolas. Pagamos y nos vamos echando maldiciones. Compramos una vela y subimos a dormir. Todo está completamente a oscuras: calles, hotel, tiendas... Como todas las noches, Carlos y yo empezamos a hablar. La cisterna se rompe y no para de chorrear agua. Intentamos hacer hora hasta que den la luz; me quedo dormido a las diez y media.

Nos hemos levantado relativamente tarde, a las nueve. Hemos desayunado a la europea en un buen sitio para turistas, muy bien servidos por un muchacho que a cada punto era disculpado por el dueño aduciendo que era joven y nuevo. Luego hemos preguntado por excursiones a la selva. Todas las agencias hacen el mismo recorrido, y pensamos que va a ser incómodo, caluroso, rápido, turístico... Vamos a los baños "La Cabellera de la Virgen", y estamos tan ricamente en la piscina de agua caliente, alternando con los chorros de agua fría; muchos extranjeros.

Echamos la siesta en el hotel de tres a cinco. Al salir entablamos conversación con la patrona, su hija y una amiga: el gobierno de ahora es de derechas pero muy blando, sin autoridad. Preguntan algo sobre España, sobre todo a la hija se le ven ganas de ir, de huir de este pueblo. Una mujer nos dice que tiene una amiga que estuvo trabajando en España y se volvió porque éramos muy bravos.

En la calle hace frío, subimos una gran cuesta hacia el cementerio: cerrado. Damos una vuelta y cenamos a la europea, por comida y precio, en el Rincón de Suecia. Damos otra vuelta por el pueblo, ahora ya con luz. La cascada por la noche es muy bonita, y a su alrededor se encuentran los hoteles lujosos. En lo más alto de la montaña encienden una gran cruz que parece flotar en la noche oscura. Un paseo agradable. Los niños juegan al fútbol aprovechando. A las nueve nos vamos al hostal. Intentamos arreglar la cisterna, pero no hay forma.

lunes, 3 de enero de 2011

> Feliz Año Nuevo

Empecemos el año con buenas noticias. Por ejemplo, escribiendo de las pensiones.

En todas partes nos dicen que el modelo actual es insostenible, que hay que ampliar el número de años para calcular el importe y que hay que trabajar más tiempo. Claro que ambas medidas no buscan la justicia, sino que la cuenta salga más baja: la ideología hace tiempo que perdió la guerra contra la técnica.

Sin duda ustedes han escuchado varios argumentos alrededor de estos temas, pero me gustaría llamar su atención sobre otras consideraciones.

Con el nivel de paro que hay en España, ¿quién cobrará una pensión que le permita vivir? Todas estas personas tienen como mínimo un estómago, y ante esto cualquier otra consideración (incluso moral) es secundaria: violencia. Es seguro que habrá decenas de miles, si no cientos de miles de personas que no tengan en el futuro ni ingresos (lo siento: no ha cotizado usted los años requeridos) ni posibilidad de tenerlos (lo siento: tiene usted más de cuarenta años).

También se dice que el problema será que en el futuro pocas personas en activo tendrán que soportar a muchas en pasivo. No: lo que se quiere decir es que en el futuro habrá menos trabajo, porque hasta el más contumaz xenófobo aceptaría abrir las fronteras a miles, millones de inmigrantes si con eso los naturales se jubilaran a los sesenta y cinco y tuvieran que cotizar sólo quince años para cobrar la pensión.

Llevamos varios años de crisis por el estallido de la burbuja inmobiliaria. Este panorama futuro y sus derivados sí que serán una crisis, un regalo que los de ahora les hacemos a los hijos del vecino. ¿Alguien tiene un plan, que no sea de pensiones?