jueves, 29 de abril de 2010

> El calentón de los cuarenta

Conozco varios casos de hombres que al rondar los cuarenta años se separan de su pareja. Es un lugar común también en las comedias, aunque maldita la gracia que les hace a ellas.

Es raro el caso de que vivan mucho tiempo solos, y raro es también que se relacionen con una mujer de su edad, salvo que fuera un antiguo amor frustrado por un inconveniente matrimonio. Casi siempre salen con mujeres mucho más jóvenes.

Con frecuencia suele pensarse que el cambio obedece a un motivo puramente sexual, y sin duda esto influye cuando la atracción disminuye por el desgaste de los años. Creo sin embargo que la visión de la finitud de la vida es la que les hace buscar otros cuerpos más jóvenes con los que rejuvenecerse. Vampirizan a la víctima aun a costa de hacer, algunos, el ridículo poniéndose un bañador ajustado de lycra o haciéndose un corte de pelo atrevido.

A los cuarenta no somos ni jóvenes ni viejos, pero vemos atrás los días de sol y delante las cremas bronceadoras, y tenemos miedo y algunos buscan unos brazos más tiernos y suaves.

lunes, 26 de abril de 2010

> San José María

En la ceremonia de graduación de ese colegio no había hombre que no llevara traje ni mujer que no estrenara vestido. Los hombres se saludaban como a cámara lenta y decían cosas como “me alegro” y “yo también”. A ninguno le quedaban las mangas largas. Las mujeres decían “mis hijos” y “tranquila”, y a ninguna se le notaban las costuras (eran de una pieza). Las profesoras de la presidencia sonreían y saludaban con leves gestos de cabeza sobre su beca blanca: si alguien las hubiera escupido a la cara se habrían limpiado el gargajo con un pañuelo y seguirían sonriendo sin descomponer su sobria elegancia.

El discurso lo pronunció un padre de siete hijos y que decía haber escrito más de sesenta libros. Sus palabras las podría haber redactado Calvino, que es el gran mérito, porque unía en una misma frase “amor” y “trabajo”. Todo lo que dijo era muy sensato y funciona en la vida real de algunas personas. Sólo un desalmado podría haberlo ridiculizado, por muy ñoño que sonase. Sin embargo lo dijo como la receta mágica para ser feliz en la vida, para no pensar que hay otras vidas, para no investigar qué es el mundo. Era un paquete completo que funciona como un todo con sólo una condición: que no lo abras nunca.

viernes, 23 de abril de 2010

martes, 20 de abril de 2010

> Widgets

Un widget es una miniaplicación para un ordenador o un teléfono móvil, por ejemplo un icono de un reloj que da la hora o un indicador que te dice qué amigos están cerca.

Hay un widget muy popular pero también muy incomprensible: qué tiempo hace ahora. No digo que no fuera útil si dijera el tiempo que va a hacer en los próximos días, pero para saber eso tienes que abrir el widget y preguntarle con varios clicks: muy cansado. Lo que siempre te muestra el widget es el tiempo que hace ahora en tu ciudad: ¿no bastaría mirar por la ventana? Lo entiendo si uno está encerrado en un sótano, pero ¿cuántas personas lo están?; y si lo están y no pueden salir ¿para satisfacer qué apremiante necesidad/necedad necesitan esa información?

El widget del tiempo es en realidad otra cosa: la satisfacción tecnológica de que uno está al día, por muy cambiante que ésta sea y aunque no nos sirva en realidad para nada: nunca vamos a salir fuera.

sábado, 17 de abril de 2010

> Iguales ante la ley

¿Alguien se acuerda de cómo eran las paredes del museo del Prado?

Escucho a María Dolores de Cospedal decir que Garzón debe someterse a la justicia como cualquier otro español. Esto es una obviedad, pero ¿lo es tanto decir que todos los españoles somos iguales ante la ley?

Si Baltasar Garzón o Florentino Pérez o Emilio Botín se sientan ante un tribunal, ¿tendrán la misma protección que Pedro Pérez, José González o Antonio García? ¿Son iguales su capacidad de influencia y sus equipos de abogados? ¿No ha ido a la cárcel César Alierta, por ejemplo, por ser inocente o por ser presidente de Telefónica? ¿Son igualmente tratados los implicados en Filesa, el caso Naseiro o Gürtel que los vulgares raterillos que todos los días se sientan en las salas de los tribunales?

Qué bien quedan las palabras bonitas, los cuadros en las paredes y las leyes en los libros, aunque sepamos lo que hay debajo: con el tiempo olvidamos hasta de dónde cuelgan, y se nos hace tan habitual como un paisaje sin figuras.



Referencias:
http://es.wikipedia.org/wiki/César_Alierta

miércoles, 14 de abril de 2010

> Pederastia en la iglesia

Se multiplican los casos públicos de pederastia en la iglesia católica. Hay muchos que le tienen muchas ganas a la iglesia y han aprovechado la verbena y raro es el día que no aparece una nueva noticia al respecto.

Lo terrible del caso son sin duda las miles de víctimas repartidas por el mundo (hasta ahora sólo en los países desarrollados: ¿qué será de los países pobres?). Pero lo segundo peor es ver que aquellos que han tenido una beligerancia extrema contra el sexo (de los demás, se suponía) y se permitían dar consejos y lecciones, cuando se quitaban la casulla usaban (no hay otra palabra) a los niños que tenían más a mano. Y además, que la jerarquía, en aquellos casos en los que conocía los hechos ni los denunció a las autoridades (“es uno de los nuestros”) ni hizo nada para evitarlo en el futuro (“por el buen nombre de la iglesia”).

Los obispos llevan portátiles y tienen secretarios y portavoces, como ejecutivos de una empresa que son, y sobres como los de Marcial Maciel corren alegremente por palacios episcopales y corredores vaticanos. El problema no está tanto en que los curas no se puedan casar, sino que esto es lo que pasa cuando se cambian las sandalias del pescador por los zapatos de Prada.


Referencias:
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Maciel/sacerdotes/Legion/repartieron/sobres/dinero/efectivo/dieron/regalos/oficiales/Curia/elpepuinteur/20100409elpepusoc_12/Tes

http://www.elpais.com/articulo/gente/Papa/viste/Prada/elpepugen/20080627elpepuage_1/Tes

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Apartados/funciones/religiosos/salesianos/acusados/abusos/Holanda/elpepusoc/20100409elpepusoc_3/Tes

domingo, 11 de abril de 2010

> Todo es otra cosa

Con frecuencia diaria no nos reconocemos a nosotros mismos, sobre todo después del sueño, donde somos lo que nos gustaría ser (lo escribió Platón). Por eso existen los espejos, para devolvernos a la realidad y no llegar tarde a la oficina.

Nuestros amigos no nos aprecian por lo que somos, sino por cómo les hacemos sentir a ellos. Es éste el caso de que cuando a un amigo le decimos lo que no quiere escuchar con frecuencia deja de serlo y por vergüenza se cruza de acera cuando nos lo encontramos por la calle.

Tenemos nuestras casas llenas de libros que nunca más leeremos, de discos que rara vez escuchamos, de viejas fotos que recordaremos tener en el altillo cuando sea tarde. No les hacemos caso, pero son lo que somos y lo que nos une a nuestra tierra sentimental. Ahora que podemos, no solemos comprar las golosinas con las que soñábamos en nuestra infancia, y cuando lo hacemos tenemos que comerlas casi a puñados para sacarles un recuerdo del gusto que nos procuraban: demasiados sabores hemos probado tantas veces que ya estamos embotados, y si reincidimos es más por mecánica o instinto que por ilusión. Antes, en esos tiempos idos, tocábamos el cielo sólo con un poquito.

jueves, 8 de abril de 2010

< Con palabras: La crisis no llega a la cultura

El libro ‘Los normandos en Sicilia’ de John Julius Norwich está editado con dinero de la Junta de Andalucía. Es indiscutiblemente cierto que Sicilia está en el sur de Europa, lo mismo que Andalucía, pero aparte esta coincidencia no sé qué relación guarda un episodio de la historia de Sicilia con esta región española para que la Junta sufrague con fondos públicos esta edición.

El autor es inglés, los normandos eran de origen francés, Sicilia está en Italia y la Junta vela por los intereses de los andaluces: ¿dónde está la paradoja?

lunes, 5 de abril de 2010

> Guantes

El mundo está lleno de curiosidades, sólo basta pararse a mirar un poco o entrar en un Mercadona cualquiera a hacer la compra semanal. No diré que te obliguen, pero la señorita de chaqueta verde te mirará mal e incluso puede que te amoneste si no usas los guantes para coger las naranjas que te vas a llevar a casa. ¿Por qué? ¿Acaso alguien se come la cáscara sin lavar?, ¿se pusieron guantes los jornaleros que recogieron el fruto?, ¿crecieron las naranjas asépticas en los árboles en un impoluto campo?, ¿se transportaron (¡desde Chile!) entre gasas u holandas?

Es raro, por otra parte, que los mismos que se ponen diligentemente los guantes acepten la barra de pan que les da la misma mano que les devuelve el cambio en la panadería de la esquina.

viernes, 2 de abril de 2010

> El perfil determina la culpa

Hace unos meses los medios de comunicación informaron de la detención en Canarias de un joven por abusos sexuales y maltrato a la niña de su pareja. La niña murió.

La detención ordenada por el juez vino motivada por el informe médico del hospital donde atendieron a la chiquilla, ya que sus lesiones eran compatibles con abusos y palizas. Era tal la repugnancia que todos sentíamos por estos hechos que había que culpar a alguien, y ese alguien por fortuna estaba detenido: era eso que llaman ‘pareja sentimental’ y su aspecto esposado por la Guardia Civil no podía representar mejor el papel de un monstruo.

Cuando el forense emitió su informe dijo que las lesiones eran debidas a un golpe en un parque infantil y a una alergia. El antes atroz y ahora inocente ciudadano fue puesto en libertad.

Si este señor no hubiera aparecido con camiseta playera y barba de dos días esposado por la Guardia Civil, si no pareciera un don nadie, otro gallo le hubiera cantado. Tenía el perfil. Otros no lo tienen y no se les juzga antes de tiempo, la policía les trata con asepsia (¡si llega a ser detenido!) y los comentaristas mantienen una prudente distancia aunque hayan hecho lo que no se puede escribir. Por eso, por ejemplo, se venden tantos BMW y Mercedes, para huir de un posible perfil que nos tememos, porque a perro flaco todo son pulgas (y su corolario: a quien nace para martillo, del cielo le caen los clavos).

Todos somos iguales, pero algunos más iguales que otros. George Orwell.


Referencia:
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/joven/culpo/muerte/hija/novia/Tenerife/recibe/asistencia/medica/elpepusoc/20091130elpepusoc_11/Tes