jueves, 29 de diciembre de 2011

> Cachos de carne

En un mundo cada vez más anestesiado por la abundancia de estímulos es imprescindible destacar de alguna forma (¡de cualquier forma!) si uno pretende ser alguien, escapar de la mediocridad. Ya conocíamos la iconografía del fotógrafo de Benetton y otros, y a este elenco se ha sumado la campaña de la diseñadora de ropa Donna Karan con fotografías de sus modelos de lujo entre la miseria de los haitianos.

¿Qué se puede decir aparte de hacerle publicidad gratuita? Todo vale, porque no creo que los clientes de esta empresa vayan a dejar de comprar su ropa salvo que algún medio de comunicación suicida inicie una campaña de desprestigio contra ella y renuncie por tanto a los ingresos de sus anunciantes para que sus clientes la relacionen con la mugre moral o física.

Más carne fresca del mismo día: una rifa en Cantabria para acostarse con una mujer latina.

sábado, 24 de diciembre de 2011

martes, 20 de diciembre de 2011

> Foursquare

Sin acritud: ¿para qué sirve Foursquare aparte de conseguir puntos para el Carrefour? Si es para que me localicen, qué agobio. Si es para localizar, voy a perder todos los amigos que no quieren ser agobiados (los más interesantes, los otros buscan que les quieran). Y olvídate si piensas tener una amante.

¿Qué fue del encuentro casual, de la sorpresa, de la emoción? La excusa (que es la educación) en retirada ante el avance de la geolocalización:

- Perdona que llegue tan tarde, pero me ha pillado un atasco…
- ¿Pero qué atasco? ¡Si estabas en el bar!

Sin embargo, hay dos razones para el gusto por la ubicuidad pública: la tecnología no precisa de justificación, simplemente ‘mola’ o no ‘mola’; y nuestra querencia en creer que ocupamos un lugar en el mundo, cuando todo indica que apenas hacemos una sombra fuera de la suela de nuestros zapatos.

jueves, 15 de diciembre de 2011

domingo, 11 de diciembre de 2011

> El infierno está empedrado de buenas intenciones

En una esquina enfrente de El Corte Inglés había apiladas decenas de cajas de tomate, naranjas, berenjenas y pimientos. Me acerqué a preguntar qué era aquello, y uno de los organizadores me explicó que eran de un Banco de Alimentos y que ellos, una ONG, los estaban repartiendo a personas necesitadas.

Le dije que por suerte no tengo necesidad de esas ayudas, pero el hombre me ofreció un lote. Le volví a repetir que no me hacía falta, pero el hombre insistió con el perentorio argumento de que les sobraban y que se les iban a echar a perder, que se las daban a todos los que pasaban. El lote mínimo para una familia eran cinco cajas, unos cien kilos.

Desde ese día en casa sólo se toma naranja de postre, y creo que hemos ya agotado todas las combinaciones y permutaciones posibles de berenjenas, pimientos y tomate. Es el inconveniente que de niño me enseñaran a no tirar comida.

El día del reparto estas frutas y hortalizas estaban frescas, fresquísimas, pero ya empiezan a ablandarse y aún quedan más de la mitad. Qué forma de tirar el dinero y de no ayudar a casi nadie que lo necesite y que lo merezca.

Además de un Banco de Alimentos haría falta también un Banco de Criterio con oficinas abiertas en gobiernos, ong, iglesias...

martes, 6 de diciembre de 2011

> Los ‘indignados’ de Movistar

Al calor del movimiento ‘15-M’ o ‘los indignados’, Movistar ha lanzado una campaña por televisión en la que se muestran supuestas asambleas populares que debaten peticiones a las compañías de móviles para que bajen sus precios. Las asambleas son un ejemplo de buen rollito y de 2.0., y los actores son guapos y locuaces en una burbuja almibarada blanca, blanquísima.

Sin embargo, es obsceno por la trivialización e infantilización de un legítimo movimiento social (y eso que no son santos de mi devoción).

Utilizar con beneficio comercial el icono de un movimiento ciudadano debería ofendernos como si usaran el sacramento del bautismo para anunciar Fontvella o la comunión para patatas Lays. No, debería ofendernos más: la iglesia católica tiene dos mil años y la percepción que socialmente se tiene de ella no cambiaría por ello (aparte de la pequeña compensación por cosas peores que ha hecho la iglesia). A fuerza de anuncios como éste y de llamarles perroflautas, ya son distintos de lo que eran cuando a algunos daban miedo.

Pero lo preocupante no es el uso que Movistar hace de un movimiento ciudadano, sino que piensen que nuestras tragaderas aguantan eso y lo que les haga falta. Ya no dan miedo ni respeto. Ni nosotros.

jueves, 1 de diciembre de 2011

> Alfredo Sáenz

Los acontecimientos no dejan de sorprender a la par que decepcionar. Uno de esos hechos es el indulto al banquero Alfredo Sáenz que ha aprobado el consejo de ministros (y porque no se puede poner con más minúsculas) el pasado día 25 de noviembre. Un gobierno en funciones. Un gobierno socialista. Un banquero condenado en sentencia firme por levantar denuncias falsas para cobrar una deuda. Una vergüenza más, una esperanza menos.

No sé lo que ha obligado o motivado al gobierno a tomar esa decisión, porque no he escuchado ninguna justificación ni explicación, que ya han pedido las asociaciones de jueces. Una razón de justicia seguro que no, así que cabe pensar en un agradecimiento inevitable, ¿a qué? Y ¿han escuchado ustedes el arrepentimiento del indultado, su petición de perdón a las víctimas? Quizá sí hayan escuchado sus tres millones y medio de euros de pensión vitalicia al año o sus más de nueve millones de sueldo del año pasado.

Nadie se ha rasgado las vestiduras, y apenas han pasado unos días y la noticia y la vergüenza han pasado al olvido. Qué guinda para este pastel en funciones.

La noticia:
http://www.elpais.com/articulo/economia/Gobierno/indulta/Alfredo/Saenz/elpepueco/20111125elpepueco_8/Tes