martes, 21 de octubre de 2014

> Los alemanes tenían razón

La Europa del sur se quejaba de la imagen de despilfarro y corrupción que nos decían tenían los alemanes de nosotros. Los corresponsales en Berlín hablaban de la resistencia de los alemanes a seguir subsidiando ad aeternum a los vivalavirgen de aquí: ¡se quedaron cortos!

Como si no tuviéramos bastante con Bárcenas, Palau, Fabra, Pujol, ERE, etc. ahora salen las tarjetas 'fantasma' de Bankia. Abejas, uno de los implicados, y el diputado del PP Martínez Pujalte dicen que es una práctica normal y que todos lo sabían. Hoy podemos leer la imputación de un jerifalte de la CAM que cobró 300.000 euros pese a que ya no trabajaba allí, y que Rato cobró seis milloncejos de Lazard cuando era presidente de Bankia. Todo desayuno con periódico es preguntarse cómo de tonto es uno.

Allí no sé, pero aquí da la impresión que quien no manga es porque no puede. Ofendámonos: la asunción de responsabilidades propias es uno de nuestros grandes patrimonios.

viernes, 10 de octubre de 2014

> Invariante

Una invariante es un rasgo definitorio de un estilo. Conocí la palabra en el ámbito de la arquitectura, de la mano de Chueca Goitia. Ahora la utilizo mucho.

Hace unos meses escribí sobre la actitud de los periodistas del canal de televisión Canal 9, cuando se enteraron que iban a cerrar. Denunciaron que durante años habían manipulado la información para favorecer a los que ahora les dejaban en la calle. Lo siento, ya no vale: eso hay que decirlo antes, no cuando te meten la mano en tu cartera.

Ahora, con el triste episodio del ébola en Madrid los sanitarios denuncian que no recibieron formación suficiente para asistir a los enfermos. Debe ser casualidad, pero lo denuncian sólo cuando una de sus compañeras está ingresada por contagio. Lo siento, ya no vale: eso hay que decirlo antes.

viernes, 3 de octubre de 2014

> Como una oveja eléctrica

Esta semana me he dado cuenta de golpe de que soy mayor. Me veo casi todos los días y no aprecio esos pequeños cambios que con la tenacidad de lo inevitable nos hacen viejos. Sin embargo esta semana me he dado cuenta que estoy más cerca, mucho más cerca, del ataúd que de la cuna, y cada vez menos cosas de las que hago se iluminan en el futuro.

Me sorprende que cuando hablo a mis hijos ellos me escuchen no como a un igual, y que me traten de usted en algunas, pocas, tiendas. Cuando abro los ojos por la mañana me siento el joven curioso que siempre creí ser, pero al llegar al espejo veo que la tersura de la piel no es la que era ni los pliegues en la cara se corresponden con los de un joven. Siento la cercanía de la negra sombra, y sé que lo que he visto, lo que he sentido e incluso lo que pienso se perderá en el tiempo “como lágrimas en la lluvia”.