viernes, 24 de enero de 2014

> El doble sentido

Me encantan los dobles sentidos: ¡se ahorra tanto! Uno dice algo y los de derechas de buen humor piensan que hablas mal de la izquierda, y los de derechas de mal humor piensan que hablas mal de ellos; los de izquierda, se limitan a sonreír y a cambiar de tema. Con los dobles sentidos matas dos pájaros de un tiro, das dos mandobles con un solo gesto y aprovechas que el Pisuerga pasa por Valladolid. Un doble sentido corta o amorata, beneficia y humilla, ensucia y restriega, pero sobre todo es generoso.

En el lado contrario del discurso están las medias verdades, cicateras y hurañas, que miran antes de salir por si acaso llueve. Las medias verdades primero calculan y buscan la equidistancia entre el verdugo y la víctima, la caridad y la justicia. Las medias verdades guardan las espaldas y pretenden aguantarlo todo, en el mañana.

Vean un telediario cualquiera, lean un periódico antes de envolver con él las copas de navidad, y busquen entre los editoriales y los entrecomillados los dobles sentidos y las medias verdades, y luego díganme por qué estamos en crisis.

lunes, 13 de enero de 2014

> Kits



Esto es lo que venden en una tienda de animales de un centro comercial: kits de animales. Si se te antoja tener una mini mascota para ti o de juguete para tus hijos, no hace falta que pienses mucho ni preguntes nada, allí te lo venden todo junto y lo puedes montar en tu casa como un mueble de Ikea.

martes, 7 de enero de 2014

> ¿Es audaz Rajoy?

Para responder a esta pregunta, definamos el adjetivo. Audaz no es el que bracea para salvarse cuando está en el mar, sino quien no sabiendo nadar afronta el riesgo de lanzarse considerando un bien mayor.

A Rajoy no le gusta hablar en público, qué le vamos a hacer, pero como es presidente del gobierno no tiene otra y recurre a las pantallas de plasma, a salir por otra puerta para no encontrarse con los periodistas y a pactar las preguntas en los pocos casos en las que pueden hacérselas los profesionales: no se lanza al mar. Nuestro presidente es tímido. Cuando asiste a reuniones internacionales se hace el entretenido por aquí y por allá para no hablar con otros, aquí no sólo por timidez sino porque no conoce el idioma (se acompaña de una traductora jurada).

Salvo algunas cosillas, Rajoy es un asiduo de las medias verdades y de las verdades al cuarto. Con las primeras se guarda las espaldas por si acaso; con las segundas, pretende llenar los muchos silencios.

A diferencia de la mujer de su mentor, que es torpe pero valiente, nuestro presidente quizá sea listo, in dubio pro reo, pero desde luego está cortado como un relaxing cup of café con leche en la Plaza Mayor, mientras las cosas van arreglándose por la ley de la gravedad; o empeorando, por la gravedad de las cosas.