martes, 20 de septiembre de 2011

> ¿Crisis? ¿Qué crisis?


No es un hecho insólito. No sé si depende de que el ayuntamiento da por sentado que no pagará la factura de la electricidad a la compañía suministradora, o si se ha fundido un costosísimo sensor inteligente que controla el encendido o el apagado de las farolas, o si el señor que las apaga se ha quedado dormido. El caso es que estuvieron encendidas toda la mañana.

Nadie del ayuntamiento pareció darse cuenta (quizá no miren hacia arriba, sino a la exigua tierra bajo sus pies, por si se mueve). O quizá ese día no salieron los funcionarios a desayunar. Quizá estaban esperando que les enviaran el costosísimo sensor inteligente desde Alemania, o a que se despertara el buen señor que enciende y apaga las farolas, o a que les llegaran fondos para plantearse qué facturas pagar. Pero todos sabemos que de una forma u otra esas facturas se pagarán, y también sabemos quiénes no la van a pagar.

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