lunes, 7 de febrero de 2011

> Enviado desde mi Ipad

Recibo correos electrónicos con valor añadido. No dicen más que otros, ni portan mejores ni peores noticias, pero te hacen saber, al final, como firma y colofón, que no han sido enviados desde un vulgar PC, sino desde un estiloso Ipad o Iphone. Esto es: no han sido enviados por gente normal, sino por propietario de un condominio.

Apple hace unos años estaba al borde de la ruina, pero salieron a flote entendiendo la naturaleza humana. Hay usuarios de Ipad que tienen los dedos como pollas y no son capaces de hilar dos sílabas seguidas, pero por sólo seiscientos euros se dan un lustre que no te veas, y te lo restriegan. Pero ¡qué cursi!, y ¡a quién le importa que lo enviara desde qué aparato!: mejor el collar que el perro. Los que tienen (y saben) se lo compraron enseguida, por algo será.

A fin de cuentas un Ipad es como un BMW o Burberry: una urbanización privada que va donde tú vas, despejando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario