miércoles, 25 de mayo de 2011

> Para qué sirven las cosas


Alguien podría pensar que una biblioteca (pública) es un lugar para leer, alquilar libros, consultar periódicos… Si alguien así pensara sería un iluso. Una biblioteca pública se inaugura para quedar bien, y se mantiene con otros fines. En Málaga las bibliotecas abren a las nueve y media, pero de vez en cuando, unas dos veces al mes, reciben a colegiales del entorno y les hacen un teatrillo de una hora. No leen, no alquilan libros, no consultan periódicos. A los usuarios que sí leen, alquilan libros o consultan periódicos les echan. Su actividad silenciosa, por alguna razón que se me escapa, es incompatible con la presencia alborotada de los niños.

Fíjense en la literalidad del cartel: una biblioteca cierra para fomento de la lectura. Neolengua orwelliana. Esto no es más que una pequeña estupidez más de la mediocridad general, pero las pequeñas miserias desaniman la cotidianeidad.

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