martes, 10 de marzo de 2009

> El problema de los dietarios (otros los llaman ‘blogs’)

He echado una ojeada a la parte derecha de mi dietario y he visto con horror cómo decenas de artículos (aún peor: magníficos artículos míos) están irremisiblemente enterrados por fechas pasadas. Cuando usted, ansiado lector, llegue casualmente a este oasis de letras en el mejor de los casos leerá los artículos de la página principal o alguno de los que están desplegados del mes en curso, pero salvo rara contumacia no pasará de ahí.

Y francamente es una pena, porque en esas fechas pasadas se escribieron cosas tan interesantes o tan triviales como las de hoy. Pero ¿quién es el guapo que se pone a leer ese maremagnum pudiendo irse a otro dietario más fresco? Parece que todo lo que está bajo fechas pasadas ya sólo tiene un interés arqueológico, y casi ni eso. Lo que me lleva a la explicación de por qué lo muchísimo que hay en Internet vale tan poco: porque no es razonable invertir mucho esfuerzo para tan corta vida.

Hablé sobre un aspecto aquí : lo que está en la red, o es actual o se pierde en los infinitos sótanos de la memoria moderna.

1 comentario:

  1. Por eso los que de verdad disfrutan con esto son los que escriben con el trasero como "el emperador del solecismo". Porca miseria!
    Gracias por lo de guapo

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