viernes, 20 de marzo de 2009

> El icono de la crisis

En un país donde hay más bares que papeleras, no resulta tan ejemplificador de la crisis que suba el paro o que baje la bolsa, sino que descienda el consumo de copas.

Si uno tiene que restringir un placer como éste en un país como éste, es que van mal las cosas. Esto nos lleva a pensar que antes mucha gente tomaba muchas copas, y que ahora ya no. ¿Qué harán ahora estos señores y señoras viéndose privados (nunca mejor dicho) de su esparcimiento? Como es por falta de dinero y no por cambio de gusto, supongo que se quedarán en casa viendo ‘Escenas de matrimonio’ o paseando arriba y abajo por el salón mientras discuten con la pareja y regañan al niño por los zapatos en el sofá.

¿Cómo se relacionarán ahora miles y miles de jovencitas con camisetas ceñidas y jovencitos con acné disimulado? ¿Irán a la calle masas ingentes de camareros, relaciones públicas, gogós, porteros, pinchadiscos y repartidores de cerveza? Esto sí que se va a notar, y no el cierre de los concesionarios de coches.

A este paso la crisis nos va a volver a todos calvinistas.


Referencia: http://www.expansion.com/2009/03/11/empresas/industria/1236777337.html

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