En unas votaciones del PSOE de Pontevedra, los partidarios de dos bandos enfrentados han llegado a las manos. No eran nacionalistas contra constitucionalistas, ni seguidores del Madrid contra los del Barcelona. No, eran del mismo partido político, pero unos de Villaarriba y otros de Villaabajo, unos eran oficialistas y otros renovadores, unos que iban y otros que venían.
Lo gracioso del caso (porque no ha habido desgracias personales y el espectáculo ha sido lamentable) es que un bando lo capitanea Abel Caballero, alcalde de Vigo, y el otro, Gonzalo Caballero, sobrino del anterior. Esto debe ser cosa de la llamada ‘familia socialista’, no demasiado bien avenida, o bien el ‘debate interno’, algo acalorado. Si hubieran sido hermanos y Gonzalo se hubiera llamado Caín, el titular sería redondo, pero no hay que confiar tanto en la suerte.
No sé qué ideología (if any) justifica en este caso una pugna tan poco edificante. No se puede tratar de interés en ocupar cargos públicos y vivir del cuento, porque hace menos de un mes perdieron las elecciones (el Audi de Touriño está aún caliente). Qué lleva a personas del mismo partido político, convecinos muchos de ellos, a liarse a mamporros por elegir compromisarios, es algo que debiera aclararse, porque refleja unas muy firmes convicciones políticas (ya que esto es lo que les une) y un afán en buscar nuevas formas de debate cuando las palabras se les ahogan en la garganta y se les hincha la vena.
Si esto es democracia interna, ¿qué no le harán a la oposición?
Referencia: http://www.lavanguardia.es/politica/noticias/20090327/53668612566/los-socialistas-de-vigo-llegan-a-las-manos-por-la-nueva-ejecutiva.html
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