Leila Deen, de una asociación llamada Plane Stupid que se opone a una tercera pista en el aeropuerto de Heathrow, ha lanzado impunemente un vaso de líquido verde a la cara del ministro británico de Negocios. Luego se ha ido por su propio pie a casa sin que nadie se lo impidiera.
Esto puede parecer muy gracioso o una muestra de libertades públicas, pero creo que es una soberana estupidez. Sin duda ha conseguido su objetivo de llamar la atención y salir en todos los noticiarios del mundo, pero no sé si eso ayudará a su causa y, aun ayudándola, creo que el coste es muy alto.
Y digo esto porque esta tontería preconcebida quizá le haya costado el puesto al jefe de seguridad del ministro, padre de familia aunque parece que incompetentemente confiado. Pero aún peor, porque como supongo que al ministro no le ha hecho gracia y como en vez de un líquido inofensivo podría haber sido una bala, los ministros a partir de ahora irán mucho más distantes de los pacíficos ciudadanos, llevarán más escoltas y engrosarán un centímetro más el blindaje de sus vidas. Y todo esto lo pagaremos los ciudadanos con dinero y con recorte de la libertad de todos.
Leila: si consideras el riesgo y las consecuencias, que la acción merezca la pena, graciosa.
Referencia: http://www.elpais.com/articulo/internacional/Crema/verde/ministro/britanico/Mandelson/elpepuint/20090306elpepuint_9/Tes
Siempre me copias antes de que lo escriba. Esta tarde mi hijo ha venido junto al ordenador y me ha dicho que quería ver el video del blandi-blu. "¡Qué gracioso!, ¿no?" le he dicho, "¿y tú no te das cuenta de que...?" etc.
ResponderEliminar¿Quo vadis, Europa?
Sí, es transmisión de pensamiento: ya lo digo en la columna derecha de mi dietario (también me he adelantado).
ResponderEliminarPor cierto, ¿qué es ese signo de inicio de interrogación en una frase latina? 'Quid pro quo'.
(Si alguien que no sea Microbolsa lee esto y como es lógico no entiende nada, puede pedir más información).