lunes, 11 de mayo de 2009

> Sarkozy

Es un lugar común de la izquierda decir que Sarkozy es de derechas, y de la derecha mirar hacia otro lado porque le hace el trabajo. A mí el caso es que me cae bien.

Me cae bien, digo, porque Sarkozy parece decir lo que quiere, lo que hoy en día no es poco mérito. Seguro que lo que quiere está bien calculado para el rédito electoral, pero eso es otra cosa. Alguna vez se encara con alguien que le increpa o tiene alguna salida de tono, pero eso lo hace aún más creíble (seguro que también está calculado).

La diferencia con otros (¿otros?) líderes europeos es notoria. Angela Merkel es callada e introspectiva, Gordon Brown prefiere que no hablen de él, Berlusconi está enfrascado con su circo de Mamachichos, y Zapatero.

Los otros días, en el discurso en el Congreso de los Diputados, habló largo rato sin apenas leer, y además parecía creíble y honesto, y algunos dicen que vieron cómo una lengua de fuego sobrevolaba su cabeza.

Hace lo que quiere, y en plena presidencia se separa de su mujer y se casa con una italiana a la que media Europa ha visto desnuda, pero que parece, y acaso sea, discreta y elegante cuando conviene al cargo.

En una Europa descafeinada, un hiperactivo Sarkozy destaca y atrae porque parece lo que imaginamos ser cuando la mirada se nos pierde y no nos damos cuenta que estamos en el vagón del metro.

4 comentarios:

  1. A mi también me cae bien. Se le ve valiente y peleón

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  2. A mí también me cae bien mi vecino y no por eso le votaría para representarme en nada. El drama del momento es la inflación de continente y el vacío de contenido. ¿Quién aporta qué? Reconozco que es difícil y además, en general, los políticos de cierto nivel, contra lo que piensa mucha gente, son más valientes, capaces y honestos que la mayoría (por no decir todos) de los que les despellejan. Su tragedia es la irrelevancia.
    Gracias y saludos.
    Micro.

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  4. Para Anónimo #1: No sé si valiente y peleón, pero sí directo (equivocado o no, calculado o no).

    Para Micro: En el país de los ciegos, el tuerto es el rey. Aunque no creo que Sarkozy sea tuerto, a lo peor los otros sí son ciegos. Lo que le admiro es que no es irrelevante.

    Gracias a los dos por vuestros comentarios.

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