miércoles, 7 de enero de 2009

> Israel admirado y vergonzante

Estas navidades Israel ha bombardeado la franja de Gaza. Hay varios centenares de muertos, imágenes de desolación y cuerpos mutilados. Veo una foto de un padre que grita desesperado e impotente con el cadáver de su hija en brazos. Este contundente ataque israelí es la respuesta al lanzamiento de cohetes Qassam por parte de Hamás. Es la táctica del ‘caballo loco’ (Noam Chomsky): una sobrerreacción irracional que provoca el pánico y confusión indiscriminados en el adversario.

Hace diez años estuve de viaje en Israel. Paseaba por una calle de Jerusalén con unos conocidos cuando nos dimos cuenta que sobre nuestros cuerpos brillaban los puntos rojos de láser que utilizan los francotiradores. Sin pensarlo, nos tiramos al suelo, y cuando nos decidimos a levantar la cabeza vimos a unos adolescentes árabes reírse de nosotros porque habían sido ellos los que nos habían señalado con los punteros láser, aunque no tenían ningún arma. Por supuesto nos encaramos a ellos por esta broma de tan mal gusto, sus padres se unieron a la discusión y ésta subió de tono. No pasó ni un suspiro hasta que la policía llegó al lugar y puso orden. Lo fácil hubiera sido amansar con palos y luego preguntar, pero con una eficacia y tranquilidad sorprendentes en aquellas circunstancias nos separaron de los vecinos, nos preguntaron si queríamos denunciar algo, y tranquilizaron a los árabes. Dos minutos más tarde no había recuerdo de una discusión en esa calle.

Otro día, un chico de unos veinte años me enseñaba ufano un revólver cargado que llevaba para matar a cualquier árabe que osara tocarle. Los árabes, decía, eran como animales.

Cuando preguntaba una dirección por la calle, los israelíes de origen judío eran hoscos y cortantes. Los árabes, sin embargo, amigables y obsequiosos.

Para aquellos que hemos leído sobre las operaciones ‘Entebbe’ o ‘Cólera de Dios’, sobre la construcción de la central nuclear de Dimona o hemos disfrutado con Amos Oz, la admiración que sentimos hacia este pequeño país es muy grande. Pero para aquellos que recordamos Sabra y Shatila o no olvidamos las imágenes de unos soldados rompiéndole las rodillas con piedras a un joven palestino, Israel no es otra cosa que una vergüenza.

Referencias:
http://en.wikipedia.org/wiki/Operation_Entebbe

http://es.wikipedia.org/wiki/Centro_de_Investigaci%C3%B3n_Nuclear_del_N%C3%A9guev
http://es.wikipedia.org/wiki/Masacre_de_M%C3%BAnich
http://en.wikipedia.org/wiki/Sabra_and_Shatila_massacre

1 comentario:

  1. Sí, creo que has reflejado muy bien esa esquizofrenia con que se mira a Israel desde occidente. Desde otras latitudes el sentimento es visceral y monocorde. Aunque aquí el enquistamiento y la brutalidad del conflicto ha dado paso a lo que podíamos llamar "el hastío de opinar". Te felicito por tus entradas, que nuncan dejan indiferente y por tu envidiable regularidad (No sé cómo encuentras tiempo y comida para alimentar al monstruo con la puntualidad de un tren inglés, digo del ave). Siempre cerca:
    Microbolsa.

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