domingo, 5 de abril de 2009

> Mis Ítacas

Hace unos días reproduje en este dietario el maravilloso poema de Cavafis ‘Ítaca’. Sin duda (es un decir) la intención del autor abarcaba toda una vida, pero aquí me gustaría resaltar los siguientes versos:

Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Posidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.

Hace muchos años que no hago un viaje que merezca el nombre de tal, pero cuando los hacía tanto mis amigos como mi familia se aterraban con los destinos que escogía y mi forma de viajar (sólo tenía previsto los billetes de ida y vuelta).

Pensándolo ahora, tanto ellos como yo teníamos razón, porque no hay nada que atraiga más al lobo que el olor del miedo. En mis viajes nunca me pasó nada grave, ni me robaron ni me engañaron de una forma evidente, y en buena parte lo achaco a que iba ilusionado y, sin llegar a la temeridad, no me imaginaba que me pudiera ocurrir algo desagradable. Sin embargo, si cualquiera de los que me desaconsejaban la partida hubiera ido en mi lugar, seguro que hubiera tenido problemas.

Lo que nos pasa es lo que somos, por eso hay que combatir el miedo, la ignorancia y el provincianismo, que son todas manifestaciones de una misma pereza heredada. Pero reconozco que es una herencia tan cómoda como útil.

Mis padres nunca se enteraban exactamente del destino, primero porque no sabían de geografías y segundo porque yo era parco en descripciones. Así ninguno sufría más de lo necesario. Pero si dentro de unos años mis hijos me dijeran lo mismo, mi obligación sería empezar a temblar, y la suya hacérmelo más difícil. No hay otra forma, por suerte.

3 comentarios:

  1. Por casualidad he llegado aquí, curioseando alguna que otra cosilla en internet, y me quedo con ésto:
    "Lo que nos pasa es lo que somos, por eso hay que combatir el miedo, la ignorancia y el provincianismo, que son todas manifestaciones de una misma pereza heredada."
    Me ha hecho reflexionar, aunque si en parte, supongo que tienes algo de razón en lo de que "lo que nos pasa es lo que somos", discrepo un poco sobre ello. A veces "somos", pero no nos dejamos "salir"...

    ResponderEliminar
  2. Y a veces, también, somos lo que nos pasa.

    ResponderEliminar
  3. A veces creo que somos como una profecía cumplida: somos lo que se espera de nosotros que seamos. En cualquier caso, si no 'salimos' nadie nos ve, y es como la historia del árbol que cae en medio del bosque pero nadie lo ha visto ni sentido: ¿se ha caído el árbol?

    En suma, depende de cada persona. Unas son como el medio en el que crecen y otras crean el medio para crecer.

    ResponderEliminar