jueves, 25 de noviembre de 2010

> El último suspiro

El gobierno de España anunció hace unos días que iba a enviar al Parlamento una ley de muerte digna para evitar sufrimientos innecesarios a los moribundos. Por suerte no es mi caso ni espero estar en esa situación próximamente, y sin duda los toros se ven más fáciles desde la barrera. Pero llegado el día no sé si agradecería acogerme a esta ley.

Si me estoy muriendo y mi fin está próximo (horas, pocos días), el padecimiento será la última experiencia que voy a tener de este mundo, y quisiera enterarme y ser consciente de mi final, no boquear el tránsito adormilado por calmantes, no perderme ese último yo: tiempo eterno tendré de descansar en paz.

Además quisiera morirme con ganas. Me espanta que en mis últimos momentos me asalte la idea de que muero sin haber vivido lo suficiente, y ya que esto no podré evitarlo entonces, al menos que el dolor me haga deshacerme de tan estéril idea y abrazar la muerte como una redención.

< Cita eliminada >

12 comentarios:

  1. Está claro que no has visto agonizar a nadie con sufrimiento. No te quedarían ganas de hacer poesía con este tema.
    Si al tránsito llegas con dolor y boqueando, puedes estar seguro de que lo desearás tan corto y adormilado como sea posible.

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  2. Desde luego que no pretendo hacer poesía, sino una reflexión, y empecé diciendo que una cosa son los toros y otra verlos desde la barrera.

    Las experiencias que tenemos o dejamos de tener cada cual las sabrá, pero ni unas ni otras nos garantizan otra cosa que tener opiniones.

    Gracias por el comentario.

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  3. Josep, no dudes de la experiencia vital de Lugar.
    Tienes sus escritos para contrastar sobradamente su sensibilidad.

    Además, no es ningún jovencito, y seguro que ha visto la muerte de cerca, aunque no le tocaba a él.

    Cualquier persona de cierta edad, y a veces tampoco es necesaria la edad, sabe perfectamente de que va eso de la muerte dolorosa de un ser muy querido.

    Yo interpreto que él intenta ponerse en el lugar del doliente agonizante (cosa harto difícil), y estima que desearía apurar la copa de la vida hasta la última gota con plena consciencia de esa vida que tan plenamente ha vivido : muy a pesar de sufrir del mayor dolor físico que pudiera venir.

    Pero ni él mismo sabe si llegado el momento se achantaría ó el miedo al dolor, ó el dolor mismo, le haría pedir la extremaunción farmacéutica del nirvana.

    De cualquiera de las formas, es una opción personal : su opción,
    seguro que con el máximo respeto por todas las demás posibles.

    Difícilmente, muy difícilmente podremos ponernos en la piel de aquel agonizante sufriente
    como para poder determinar ahora, con la salud y lucidez que lucimos,
    qué decisión tomaremos llegado el fatídico momento.

    Mientras ese momento llega, y quiera Dios que sea muy lejanísimo, a Lugar le gusta fantasear con que tendrá la valentía necesaria como para apurar la vida hasta la última gota. Que Dios le conserve la salud y esa decidida y tenaz valentía.

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  4. Gracias Pepi por el comentario. Suscribo lo que dices. Agradezco todos los comentarios, incluso los negativos, aunque me ensombrecen. Si no fuera así no tendría sentido escribir un 'blog' y me dedicaría a otras cosas con menos riesgo.

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  5. Mi última presencia ante un lecho de muerte fue una experiencia dolorosa. Todos los presentes sufrimos con aquella cruel agonía que se prolongó durante toda la noche hasta el alba. El desenlace era inevitable y la enferma pedía contínuamente "que le pusieran una dosis más fuerte". No llegamos a entender si los médicos no sabían o no querían mitigar aquel sufrimiento.

    Por ello pienso que esta entrada en el blog peca de frivolidad. Pero por supuesto no deja de ser mi opinión. Tan respetable como criticable.

    Creo que es el mismo caso que si digo que el dinero no hace la felicidad. Es una opinión con mucho fundamento, pero si se la expongo a un parado con prestación agotada pero hipoteca vigente, pues con igual fundamento puede que haga mención a mi santísima madre.

    Lamento que mi comentario haya "ensombrecido" al dueño de este lugar. No puedo discutirle sus sentimientos, pero si en cambio expresarle mi convicción de que lo verdaderamente sombrío para un blog es no tener comentarios.
    No tengo la pretensión de ser una luz en estas sombras, y mucho menos deseo iluminarlas con molestos relámpagos. Me doy por satisfecho constatando que al menos he atraído a alguna otra luz más capaz de iluminar este lugar como merece.

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  6. Josep, te queremos, y estimamos mucho tus comentarios pues también suscribimos lo que escribes, pues no te falta razón.

    Lo que ocurre es que, entre lo limitado del espacio para los comentarios, y lo limitado de nuestro tiempo (las personas inteligentes tenéis muchos asuntos que sacar adelante, y quizás precisamente por ello llegáis a todos),
    pues generalmente resulta imposible matizar los comentarios de forma que sean suficientemente extensos y comprensibles en todos sus matices posibles a los que podemos estar refiriéndonos.

    Lo ideal sería poder abordar estos asuntos tan serios de forma más pausada y disfrutando, por ejemplo, de una agradable sobremesa en forma de tertulia de amigos paladeando un aromático café.

    Mientras tanto, habremos de conformarnos con este pobre sustitutivo de comentarios a una entrada que, aunque trate temas de profunda importancia a veces con pocas palabras y por ello puede trivializar el asunto disfrazándolo de frívolo ante algunas miradas, también aborda asuntos muy triviales (como una pintada, un banco vacío ó un parque público desatendido y mal diseñado) que pueden encerrar un mensaje suficientemente importante.

    Después de aquel asunto de los funcionarios, con el que discutimos pero en el fondo estábamos de acuerdo, me dí cuenta que a veces podemos llegar aquí y, al escribir en estos comentarios, descargar toda la agresividad ó estrés de todo un duro día de trabajo y ocupaciones variadas y múltiples.

    Pero me di cuenta que no vale la pena hacerlo así, pues al fin y al cabo, quien está al otro lado del blog ó comentario no deja de ser otra persona como nosotros, un diminuto barquito de cáscara de nuez luchando por no naufragar ante los envites que nos da la misma vida.

    Nadie quiere ensombrecer a nadie, pero si por alguna razón lo logramos, tampoco está de más la sinceridad de reconocerse a la sombra de otra persona, sobre todo si esa otra persona es un frondoso árbol cuya grandeza de espíritu nos permite reconocernos pequeños, descansar a la sombra de sus ramas y colgar sobre ellas nuestros nidos.

    Pero ante todo no olvides que te queremos y echaríamos de menos tus relámpagos, que aunque en un principio pueden dar algo de miedo si te pillan por sorpresa, también dan lugar al recreo de la vista y el espíritu cuando son captados adecuadamente por el celuloide (léase intelecto).
    Besos.

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  7. Josep, como suele, va al punto. La opinión de Lugar, si él me lo permite, me parece producto de una cierta falta de realismo y a la vez de imaginación, aunque parezca contradictorio. Desde luego no está formulada, cosa que agradezco, desde la necrofilia y la cultura del dolor tan propias de eso que el pontífice llama raíces cristianas de Europa y que poco a poco, y no sin resistencias, van dejando de ser obligatorias.
    De momento, larga vida al blog y a sus doctores sutiles.

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  8. Lo siento mucho, pero no veo la ingenuidad. Existen mujeres que renuncian a la epidural, mendigos que prefieren vivir en la calle, abogados que dejan su bufete y se van a hacer surf, teresasdecalcuta que marchan a Haití y personas que se dejan matar por algo tan intangible como una idea, una patria o un trozo de trapo...

    Desde luego que el papel lo aguanta todo, pero también debería aguantar el beneficio de la duda, sobre todo cuando es lo primero que muestro.

    Gracias por los comentarios, (rayos y centellas incluidos).

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  9. De acuerdo, pero ya ves que en nuestra sociedad esos ejemplos son excepciones a la regla. No digo que sean ingenuos, pero quienes tengan esos posicionamientos difícilmente lograrán que sean compartidos con quienes les rodean.

    Reclamar "el beneficio de la duda" aquí me suena extraño, me hace temer que alguien se siente juzgado. Pero no estamos en un tribunal, estamos opinando. Y si nos divertimos con ello, mucho mejor. Aclaremos: si parezco ofendido debe traducirse por "macho, te has pasado", nunca por "eso es intolerable y tú un impresentable".


    Pepi:
    creo que pones mucha implicación personal en los comentarios y eso los hace más intensos. A veces tus respuestas me hacen pensar que yo no pretendía ir tan lejos. Pero bien, estamos de acuerdo en que la brevedad de los comentarios deja espacio a interpretaciones variadas. Por ejemplo, lo que entendí por "ensombrecer" fue algo así como entristecer, pero tú le das otro significado distinto.
    Gracias por los elogios, pero como son exagerados y no los veo al caso me desconciertan. También me desconcierta cuando hablas en nombre de Lugar. Y por favor, no hables de las personas inteligentes en segunda persona del plural.

    Desde luego, mejor un café aromático que una discusión, pero por desgracia aquí el café es virtual… entonces tengamos presente ¡que las discusiones también lo son!
    Besos (estos también, vaya…)

    Micro:
    Te agradezco la sintonía que muestras. Llegué a este Lugar por el enlace que tienes en tu blog. Allí no dejo comentarios porque el nivel especializado no me lo permite, mi patrimonio es modesto pero también lo son mis conocimientos. Aún así, de lo que llego a entender veo cosas interesantes, igual un día me animo a participar (o a meter la pata...)

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  10. Ayer escuché a alguien decir que la mitad de nuestras vidas es digital, y va a ser verdad. En los comentarios de un 'blog', también, heredando las subidas y bajadas de las conversaciones ante un café de sobremesa, ante unos pinchos en la barra del bar o las confidencias mientras se hace 'jogging'. La vida misma, con otra forma pero el mismo fondo.

    Gracias a todos.

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  11. "Aclaremos: si parezco ofendido debe traducirse por (un amistoso) "macho, te has pasado", nunca por "eso es intolerable y tú un impresentable"."

    Es otra forma de decir, más breve, lo que yo quería decir más arriba, cuando me enrollo.
    Cuando no se le ve la cara al contertulio, a veces se puede confundir un enfado con una cara de socarrona complicidad, u otras muchas cosas y confusiones (leves, por supuesto, por virtuales y tal).

    Es verdad que a veces, ó muchas veces, me implico demasiado personalmente en diversos temas. Yo no me lo sé explicar bien, y no sé si habrá algo de genética de por medio ó qué sé yo, pues mira que con los años voy aprendiendo a practicar más los "dos ticos" de Micro, escepticismo y gnosticismo?, que creo que con el tercero no me llevo bien (no creo que sea muy ecléctica).

    Sobre los elogios, os los merecéis. Iba a incluirme en el clan de los inteligentes, pero me pareció un exceso de vanidad y preferí ser más humilde, pues de este modo además de ser muy inteligente también puedo considerarme virtuosa, lo que a la vez contribuye al aumento de mi autoestima y con ello contribuyo de alguna manera a hacer un mundo mejor. Curioso, ¿verdad?.

    Aunque aún debo pulir algún defectillo, como eso de "hablar en nombre de Lugar", que él me lo perdone. Supongo que formará parte de aquello de implicarme demasiado personalmente con gran facilidad en cosas, en su posible faceta de la llamada empatía.
    Y gracias de nuevo.

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  12. Lugar:

    si lo digital nos causa emociones reales... ¿es virtual o es real? ¿estamos ya viviendo en una especie de second life a tiempo parcial?
    por cierto, ya se están desarrollando artilugios digitales que producen olores sintéticos... lo del café y los pinchos está cada vez más cercano...

    Pepi:

    puede sea así, que lo de la implicación personal sea genético. Dicen que el cerebro femenino tiene más conexiones entre los centros emocionales con los del razonamiento y el lenguaje. Que en el acto de la comunicación el hombre se centra en lo que dice y la mujer en quien lo dice y como lo dice.
    Supongo que algo habrá, aunque solo sean tendencias y desde luego en ambos lados hay gente de todo tipo.

    Saludos y gracias

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