lunes, 1 de noviembre de 2010

> La mano que sale por la ventanilla

Como una tenaz invariante española, cada vez que veo sacar una mano por la ventanilla de un vehículo es para tirar algo al suelo. Unas veces es el celofán de una cajetilla de tabacos, otras la bolsa vacía de los gusanitos del niño, e incluso a veces una lata o una botella de cerveza de litro.

Un conocido no veía problema en esto: así se crean puestos de trabajo para los barrenderos, decía en serio. La calle no es de nadie, si acaso del ayuntamiento, así que…

Tan bochornoso espectáculo dio pie a los responsables de Renfe, quiero pensar, para diseñar las ventanillas de los vagones de los trenes de tal forma que no se pudieran abrir, a diferencia de los italianos, franceses o alemanes. Tal era la cochambre que se amontonaba en los arcenes, tales eran los que se sentaban en el interior.

No hay comentarios:

Publicar un comentario