martes, 25 de mayo de 2010

> Tú también puedes ser presidente

Hace unos días ojeaba en televisión un triste programa llamado “Cántame cómo pasó: el musical” presentado por Anne Igartiburu. Gente de la calle, previamente seleccionada, interpreta una canción de cuando éramos niños y un jurado le da consejos y los puntúa. En el rato que lo estuve viendo advertí que el jurado que se permitía aconsejar a los aspirantes a cantante estaba compuesto por un muchacho (Daniel Diges) que va a Eurovisión para representar a España y que antes no conocía de nada y por Lluvia (sic) Rojo, joven actriz que sólo recuerdo haber visto en una serie de televisión, aunque hablaba como si fuera el Papa de Roma.

No tengo nada en contra de estas dos personas, pero creo que para ser jurado hace falta algo más, tanto por lo que representa como por el poder que te otorga de encumbrar o hundir la vida profesional (y no sólo) de alguien. La experiencia y el conocimiento no sólo no están valoradas, sino que representan un lastre porque aburren: es más fácil que un mono sea un juez que un catedrático de música.

El problema, general, es cuando esto no ocurre en un plató de televisión, sino en un ministerio, la dirección de un partido o en la junta de jefes de estado mayor: fíjense cuánto acné y cuanta tontería. Y así vamos, pero menos mal que tenemos buen tiempo, paella y equipos de fútbol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario