martes, 8 de septiembre de 2009

> Una frase de: Robin Williams

Ahora, de repente, todos dejarían que Michael Jackson cuidara a sus hijos”.

Nunca la muerte ha empeorado la opinión sobre alguien, y con frecuencia la ha mejorado (si el muerto es estadounidense, esa mejora es directamente proporcional al volumen de negocio generado). “Qué pena, con lo buena persona que era”. “Un poco raro, sí, pero buena persona”. “Tuvo una infancia muy difícil”.

A los centros comerciales llegan cajas y cajas de recopilatorios y homenajes, te puedes bajar un politono con una canción suya: es la última oportunidad de generar caja. Pero mientras se fabrican los discos y se imprimen las camisetas, agencias de opinión de Los Ángeles hacen olvidar del fallecido su parte menos atractiva, la que antes era noticia: nadie compra un disco de un pederasta o un simple perturbado en la ruina.

Y ya está: qué bueno era con los niños.

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