jueves, 10 de septiembre de 2009

> La síntesis de Pozuelo

Estuve el pasado fin de semana en una celebración de la alta burguesía en Marbella, y el mundo parecía que funcionaba con ese saber hacer indolente pero efectivo del querer y poder. A la vuelta, en el coche, escuché por la radio que en la localidad madrileña de Pozuelo las fiestas patronales habían degenerado en ataques a la policía, coches quemados e incluso el asalto a una comisaría. No parecía, además, que los policías hubieran hecho nada que pudiera interpretarse como una provocación.

Entrevistaron a uno de los gamberros que agredieron a la policía, y éste sin la menor sombra moral dijo que empezaron tirando botellas contra las patrullas, y que cuando llegaron refuerzos éstos salieron ‘como perros’. Daba la impresión de que para ese joven la policía era mala de por sí, y que por eso merecían una lluvia de botellas, como diversión. Y además, que deberían haberse ido corriendo y dejar las calles a merced de los que querían juerga a cualquier precio.

Enfrentamientos con la policía ha habido muchos, y algunas veces justificados y otras incluso fructíferos. Pero lo que nunca había oído era la feroz simplicidad hablando por la boca de un gamberro para justificar su acción sólo con la descripción de los hechos. Dicen que el responsable fue el alcohol (quizá en el caso de un asesinato el responsable sea el arma homicida), dicen que fueron sólo energúmenos venidos de fuera del pueblo (como si eso le restara gravedad). Pero eran unas doscientas personas las que intentaron asaltar la comisaría de policía del pueblo madrileño en fiestas. Y lo peor es que su justificación sólo podía ser una descripción que apenas podían expresar.

Referencia: http://www.elmundo.es/elmundo/2009/09/06/madrid/1252248740.html

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