lunes, 17 de enero de 2011

> Más prendas

Hace unos días vi un reportaje en televisión en el que varias víctimas relataban los casos en los que sus padres habían pagado hace treinta o cuarenta años importantes cantidades de dinero para conseguir los bebés que no podían tener: los bebés eran ellos. A las madres que los habían parido les decían que habían nacido muertos, y si insistían les enseñaban un cadáver ad hoc que tenían congelado.

En todos los testimonios había curas y monjas trapicheando, poniendo en contacto, mediando, recibiendo, dando… Cuando aún están calientes los escándalos de abusos sexuales globales del clero, resulta que algunos financiaban las flores a María con la compraventa de niños (¡decían que hasta 300.000!).

Ayer un sacerdote iba por la calle con una niña de siete años. Qué sospechoso resulta ya. Si dicen que es vicio que un gobernante se mantenga en el poder más de dos legislaturas, ¿qué habría que decir de dos mil años?

1 comentario:

  1. Cuando escuché la noticia me pareció increíble que esto haya ocurrido en nuestro país en una época reciente, no tanto por el hecho en sí, sino por su magnitud, por la gran cantidad de casos y la estructura delictiva montada para tan atroz finalidad.

    Ahora, a raíz de esto, he sabido que una cuñada (cuarenta y pico) nació en un parto doble en el cual su hermana nació muerta (eso dijeron en la clínica y la familia lo creyó). Para ellos esta notícia ha sido un shock, no saben qué pensar (o si es mejor no pensar).

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