jueves, 23 de diciembre de 2010

> No

Si me siguen ya sabrán que soy algo raro. Por tanto y por congruencia, no les voy a felicitar las navidades. Y lo diré con todas las palabras: no me gustan.

Su banco seguro que se las felicita (salvo que esté en su lista de morosos), El Corte Inglés le habrá enviado su tarjeta de navidad, los centros comerciales wherever acariciarán sus oídos con dulzones villancicos mientras piensan en sus carteras, los Técnicos de Mantenimiento Urbano (antes basureros) llamarán a su puerta por única vez en el año para pedirle el aguinaldo.

Yo no les vendo nada ni les pido nada (en realidad sí, lo que pasa es que no les cobro). Ni tan siquiera les conozco salvo por sus escasos comentarios (ellos tampoco les conocen, no crean, aunque tengan todos sus datos).

Agradecería, por la novedad, no que alguien no me felicitara las navidades (¡qué mala educación!), sino que alguien se acordara de mí para no felicitármelas.

7 comentarios:

  1. Bueno, creo que al menos nos conocemos algo más que lo que nos conocen los carteros ó los de los bancos, aunque ellos tengan más datos de nosotros.
    Pero a las personas se les conoce por el corazón, y pulsar las letras de un teclado viene a ser algo así como los latidos de un corazón.

    Cada mensaje, una sístole, y cada silencio, una diástole.

    Es lo que nos da vida, y a la vez nos permite a veces quedar en silencio y así poder escuchar el corazón de los demás.

    En realidad no llegas a ser tan raro, pues a mí tampoco me gustan las navidades.

    Lo que realmente me gusta es que sea navidad durante todo el año. Y si te consideras tan raro, seguramente es que también te gustaría así.

    La paz, la alegría y la felicidad no tienen que ser sólo patrimonio de unas semanas al año,
    y eso de desearse felicidad y de manifestarle nuestro amor a los que nos rodean no debería de circunscribirse a algunos momentos en los que el champán ó el cava corre por nuestras venas.

    Pero a veces quedamos tan amordazados por las ocupaciones y preocupaciones cotidianas que se nos olvida lo más importante, que es al menos decir todos los días uno ó varios "te quiero" a las personas (grandes y pequeños) que comparten nuestra vida.

    Por eso, aunque me acuerde de tí, no te voy a felicitar estas fiestas,
    tan sólo voy a desearte que todos los días de tu vida sean Navidad.

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  2. "tan sólo voy a desearte que todos los días de tu vida sean Navidad"

    ... que vaya!, que tampoco es de ser raro aquello de pensar : "vaya castigo!".

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  3. pues nada, Sr. Lugar, aunque no estoy seguro de haberlo entendido, le envio un saludo pero no le felicito.

    Y a Pepi, que tampoco estoy seguro de haberla entendido (alguien a quien no le gustan las navidades y desea que duren todo el año...)
    pues te deseo felices fiestas, si te gusta lo tomas y si no....
    (vaya conjunción de raritos estamos, Dios los cria...)

    Y a todos los normalillos: ¡Felices Fiestas!

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  4. Josep, gracias por felicitarme todo el año.
    Es lo mejor.
    Yo a veces celebro la navidad un 25 de septiembre, ó de noviembre (por aquello de que al cantar rima con diciembre, fun, fun, fun).
    Es una experiencia maravillosa, aunque también lo es celebrarla un 14 de marzo ó un 19 de junio.

    Lo mejor de todo es que nadie te impone nada,
    nada de modas, influyentes mensajes mediáticos ó compras compulsivas....,
    eres tú sólo el que elige la fecha y la forma de celebrarlo.
    ¡¡Maravilloso!!.

    Cada día es una fiesta,
    pero no es una fiesta evidente:
    hay que aprender a descubrirla.
    Hay que eliminar la capa de miserias con que se camufla.

    O quizás sea que todos llevamos unas gafas puestas,
    la mayoría de las veces distintas de unos a otros,
    y eso de cambiar de graduación no resulta tan fácil
    como a "primera vista" pudiera parecer.

    No me preocupa ni te ocupe que no me entiendas,
    muchas veces no me entiendo ni yo.

    Y en realidad por aquí no llega a haber nadie verdaderamente raro,
    aunque a Lugar le guste considerarse así,
    por aquello de considerarse especial y diferente
    del resto de la gente.

    Pero la realidad es que en este planeta debe de haber al menos 6.000 millones de personas raras.

    Felices Fiestas y Feliz año nuevo para tí y todos los tuyos.

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  5. Lo siento, siempre que llegan estas fechas intento no felicitarte las navidades y olvidarme de ti, pero no hay manera. Algo me dice que el calorcillo de unas pocas palabras de afecto nos reconforta.
    Con mis mejores deseos para ti y los tuyos.

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  6. Esto es hacer trampas. Después de estos comentarios, ¿cómo no desear feliz Navidad a mis tres comentaristas?

    A Pepi por sus felices aciertos; a Josep por sus estocadas de florete; a Micro por su calorcillo de chimenea...: Feliz Navidad

    Pero que no se vuelva a repetir el próximo año. Hay tiempo para ensayar.

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  7. Lo prometo. Este año me ha pillado de sorpresa. Ensayaré.

    Pero si un simple calorcillo de origen vegetal de una chimenea puede ocasionar estos cambios, que no podrán ocasionar otros calorcillos de origen más humano.

    Os deseo calorcillos a todos.

    Otra vez le estropeo el gusto de escribir la última palabra a Lugar,
    pero también prometo que es mi último comentario ¿en este hilo?:)

    "Tres eran tres, las hijas de Elena,
    tres eran tres, pero ninguna era buena".
    Contigo 4. Falta un quinto que deshaga posibles empates.

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