lunes, 27 de diciembre de 2010

> Y más sobre los funcionarios

Me repito. En mi descarga, que esto es otra arista.

La profesora de inglés al poco de entrar en casa rompió a llorar. Explicó que a su hijo de seis años le habían dado una paliza en el colegio; le rompieron el labio y lo patearon. Cuando cosas como esta pasan en Inglaterra, que pasan, la madre va al colegio y éste se encarga de solucionar el problema.

Ella, pues, fue al colegio. La profesora le dijo que sabían de la sevicia del agresor, pero que no podían (o no querían) hacer nada. Pidió hablar con el jefe de estudios, y éste se limitó a escucharla corrigiendo su mal español, y le remitió al director. El director le dijo por medio de intermediarios que no podía recibirla porque estaba muy ocupado. Insistió y le dijo que al día siguiente a tal hora. A la tal hora no se presentó.

Llegó el fin de semana, ¿qué hacer? El niño no quiere ir al colegio, los padres no quieren darle un ejemplo de cobardía, los profesores juegan al ‘que inventen ellos’. Pero ella tiene pese a todo suerte: es inglesa, y aquí muchos viven de sus compatriotas que vienen a tostarse al sol y que si escuchan malas noticias se van a Chipre. Llamada al servicio consular, periódicos, genuflexión de la consejería de educación, Guardia Civil…

¿Y España pretende (ja, ja) que los gibraltareños quieran ser españoles?

No hay comentarios:

Publicar un comentario