lunes, 21 de diciembre de 2009

> Contertulio Neira

En su día hablé de la paliza que recibió el profesor Jesús Neira por defender a una mujer a la que su novio estaba golpeando en la calle. Este profesor universitario pasó varios meses en coma y aun hoy no parece ciertamente recuperado por completo, aunque al menos puede hablar y caminar casi con normalidad.

La noticia despertó un gran interés informativo. La Comunidad de Madrid le nombró presidente del Consejo del Observatorio contra los Malos Tratos. Cuando al fin Jesús Neira salió del hospital y empezó a recuperarse, comenzaron una serie de apariciones en los medios de comunicación en las que el profesor opinaba tanto sobre la violencia de género (¿de género o doméstica?: no se arremete contra las mujeres, sino contra la pareja) como de Obama o literatura, o llamaba ‘jovencito que dice imbecilidades’ al presidente del gobierno de España sin venir a cuento de nada.

La actitud de Jesús Neira al defender a una mujer fue la que debiéramos tener todos en circunstancias parecidas, pero observando la media aritmética de nuestra sociedad podríamos calificarla de heroica. Sin embargo, el hecho de que alguien, casualmente, se haya visto envuelto en unos hechos como estos no le confiere ni criterio, ni autoridad ni conocimiento sobre ninguna materia como consecuencia de ser el protagonista.

Yo le recordaría con cariño y admiración si hubiera permanecido dentro de los ámbitos en los que fue famoso (o en los que no lo fue antes de serlo). Sin embargo, aupándose en su popularidad, aparece pontificando en tertulias televisivas opinando de todo con la autoridad de su pasada valentía y el solo mérito de los que publicaron la noticia.

2 comentarios:

  1. Desgraciadamente no sólo existe esa violencia de "genero", que es algo que está comercializado mediaticamente, puro marketing político.

    La violencia es "doméstica", y aunque sea la mujer la que suele aparecer como víctima,
    mucho más flagrante y dolorosa es la violencia silenciosa que se comete sobre los niños.

    Están tan indefensos que incluso aman la mano que les maltrata,
    pues ni tan siquiera tienen referencias para poder entender lo que les está pasando,
    hasta el punto de sentirse incluso culpables y merecedores del maltrato.

    Y desgraciadamente mucho de ese maltrato también procede de la mano de la mujer (madre?).

    La violencia siempre fue en el sentido del más débil, al margen de que tópicamente se le asigne a la mujer una menor capacidad de ejercer la violencia.
    Pero tambvién la ejerce sobre los que son más débiles que ella.
    Y por supuesto, a veces de forma diferente a la del hombre.

    Supongo que sea en un caso ó en el otro (varón o mujer), el problema no sea tanto de "genero" como de "educación"

    Sería muy largo tratar propiamente este asunto,
    pero sólo quiero dejar en claro y alzar la voz
    para decir que,
    mientras la violencia contra la mujer cada vez es más transparente y está más perseguida,
    la violencia contra los niños sigue oculta bajo un espeso y doloroso velo de silencio.
    (De forma más sexuada en el caso de las "niñas").

    Pero ni los niños votan, ni tienen referentes para juzgar lo que les pasa, ni por lo tanto pueden denunciar adecuadamente....

    En fin...

    Opino como tú.
    Un gesto valiente del Sr. Neira,
    pero tanta adulación a su alrededor parece que le han hecho perder un poco la perspectiva respecto a quién es y al verdadero valor de sus opiniones.

    Su vida no se reduce a ese valeroso gesto,
    por más que ese gesto haya tenido una honda influencia en su vida.
    Incluso seguro que en su vida hay cosas más valiosas que esa,
    por más que sólo sean valoradas por su entorno más cercano y no por la opinión pública.

    Supongo que hemos de aprender a no perder la perspectiva de quienes somos, de donde venimos,
    del valor de lo que hacemos (al margen de la valoración que hagan los demás),
    y no caer en las pegajosas redes de araña del "famoseo" y la adulación.

    Saludos.
    Pepi.

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  2. Pepi, coincido en lo que dices. Respecto de los niños, sin duda.

    Gracias por el comentario

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