domingo, 4 de octubre de 2009

> Ciudadano Polanksi

Hasta donde comúnmente se conoce, y reservando el derecho a la presunción de inocencia, en 1977 el director de cine Roman Polanski suministró drogas y violó a una adolescente llamada Samantha Gailey de trece años de edad, con la que se había reunido para hacerle fotos para la revista de modas Vogue. La violación incluyó sodomización. Aprovechando un permiso carcelario, el director huyó de EE.UU. y se refugió en Francia. Por razones obvias, no ha vuelto a pisar territorio norteamericano.

Hace unos días, Polanski fue detenido en el aeropuerto de Zurich y las autoridades suizas pretenden extraditarlo a EE.UU. Portavoces del gobierno francés y muchos profesionales de la industria del cine han mostrado su descontento por la detención del director y se han solidarizado con él.

No he escuchado, sin embargo, ninguna razón para eximir a Polanski de las gravísimas acusaciones que se le hacen. Cierto que es un excelente director, cierto que no se conocen delitos posteriores, cierto que son hechos de hace más de treinta años y que la víctima, ya madre de familia, dice que le perdona y que quiere olvidarlo todo; cierto que el mismo Polanski debió vivir un infierno por el asesinato de su mujer Sharon Tate, embarazada de ocho meses, por la banda de perturbados de Charles Manson. Todo ello es cierto, pero no he escuchado, sin embargo, ninguna razón para eximir a Polanski, salvo que es Polanski.

Debemos suponer, por tanto, que la actitud del gobierno francés se debe al nacionalismo cultural, y no a la justicia, y que los apoyos de cineastas famosos se deben a un corporativismo a ultranza o a la admiración personal, y tampoco a la justicia. La ventaja de Polanski es la fama y el genio, porque si hubiera sido un auxiliar administrativo nadie hubiera movido un dedo en defender a un pederasta violador, adjetivos que, por cierto, no he visto referidos a Polanski.

¿Está la ley por encima de la gloria? La respuesta ya la sabemos, ahora falta sólo ver el grado.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo.
    La justicia, no es igual para todos, no es justicia.

    Lo más absurdo, paradójico ó triste del asunto son aquellas personas que han salido a "defender" a Polanski y que no hubieran hecho lo mismo si ese delito lo hubiera cometido mi vecino el administrativo de una anónima agencia de seguros.

    Por eso esos defensores de Polanski me dan más asco que el propio ,Polanski.
    J.

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  2. Muchas gracias por el comentario.

    Estoy totalmente de acuerdo con usted. La única esperanza que me queda es que sea inocente o tenga alguna disculpa. Pero lo que sé del caso no parece apuntar en esa dirección.

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