En la calle ‘Séptimo Miau’ de Málaga siempre ocurren cosas curiosas, y eso que está enfrente de El Corte Inglés Bahía, que le auguraba una burguesa somnolencia.
Hace unos días, un vecino airado aireó un cocido por los aires y lo tiró por la ventana en dirección al suelo, al que llegó en plena expansión. Vean el triste espectáculo. Un cocido con su tocino y su añojo. Por suerte no le cayó a un estudiante de la UNED, que ocupa los bajos, ni a un cliente de los grandes almacenes, que hubiera sido peor.
Lo curioso del caso, para el hecho en sí, es que al cabo del rato, cuando volví a pasar, el suelo ya estaba limpio. Como los servicios de limpieza no obran milagros, supongo que el aireador o aireadora de cocidos recogió lo que antes había ensuciado.
Ése es el milagro.
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