jueves, 18 de marzo de 2010

> Taurinos y antitaurinos

Empezando por el final digo que no me gusta el toreo, pero defiendo las corridas aunque piense que la razón está de parte de los antitaurinos.

He oído las posturas enfrentadas de unos y otros y sí, la vida se desarrolla en un espacio injusto. La bestia sufre y no va por su voluntad a la plaza, pero ¿va la perdiz por su deseo al ojeo?, ¿no sufre la vaca en el matadero?, ¿no chillan los conejos cuando les cortas el cuello?, ¿no se ahogan y boquean los peces cuando los sacamos del agua?, ¿no les robamos a las gallinas su descendencia para comérnoslos con una pizca de sal después de hervir durante un Credo?, ¿no sufren el peso del jinete los caballos?, ¿no se retuercen los mejillones en el agua hirviendo? Y todo este sufrimiento por el pretendido placer del disparo, por unos boquerones en vinagre o por un arroz con conejo, etc. Pues prohibámoslo todo para ser correctos y racionales, o busquemos un punto de grado: tampoco estaría yo satisfecho si un vecino apaleara impunemente a un perro hasta la muerte. Pero desde luego una corrida no es un apaleamiento. O no sólo.

Es injusto, pero como soy un ser humano me conformaría con que todas esas agonías no las sufrieran las personas a manos de otras personas: eso ya sería un gran avance para el reino animal al que pertenecemos, pero del que queremos salirnos por arriba o por abajo.

8 comentarios:

  1. ¿Acaso tiene solución?.

    Yo tengo muchas soluciones.

    1.- Se prohibe todo.

    2.- No se prohibe nada.

    3.- Se prohibe lo que diga la mayoría de la población (más del 50%) (¿por referendum?).

    4.- Se prohibe lo que diga más de las 2/3 partes de la población.

    5.- Se prohibe lo que diga el 85 % de la población (y así hasta donde se quiera, desde el 0,1 % hasta el 99,9 %).
    (En fin, no quiero entrar a descalificar la democracia, a ver si se inventa algo mejor).

    6.- Si se permite matar toros de esa forma establecida en "la fiesta" porque es un "espectaculo" (con lo que lleva asociado de marketing y economía) y es una "tradición"...

    ...pues permitir también a los gitanos que hagan de sus peleas de perros y de gallos otro "espectáculo" que alivie sus maltrechas economías (de algunos). (En fin, a más de uno lo sacaría del tráfico de drogas, pero para el caso piensan que da igual : ambas cosas son delito, así que deciden dedicarse a la más lucrativa... ¡claro!).

    En fin, que no puedo escribir todas las soluciones que se me ocurren, que sería muy largo, pero al menos la última, que seguro que no se les ha ocurrido a los políticos.

    Para aunar todos los intereses y permitir la adaptación a la progresiva desaparición, se me ocurre que cada año se podía poner un límite al número de corridas de toros que se celebraran en el territorio nacional, repartiendo el cupo según los % de las corridas que se celebren actualmente.
    Y ese límite se va disminuyendo año a año.

    Ejemplo, si en Andalucía se torean el 18 % de las corridas de toda España, que significan, por ejemplo, 180 corridas, pues cada año se rebaja, digamos un 3 ó un 5 %, de modo que para 2011 sólo podrán torearse en Andalucía 171 corridas, que seguiría siendo el 18 % del total nacional, pues lo mismo se haría en cada comunidad autónoma.

    Si se va rebajando el 5 % cada año (algo así como la inflación, pero al revés, deflación en la "fiesta nacional"), en 20 años (quitando ese 5 % del inicial, 9 corridas menos cada año en Andalucía) ya no hay corridas, y es un tiempo prudencial para que toda la economía que depende de la tauromaquia se adapte a la nueva situación.

    Pero en fin, yo no soy ni pro-taurina ni anti-taurina.

    Como bien dice Lugar, antes me gustaría ver otro tipo de progreso para aliviar el gran sufrimiento humano que existe por todo el planeta.

    (Ahora sigo abajo, que no me acepta un mensaje tan largo)

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  2. (Sigo)....

    Pero en fin, yo no soy ni pro-taurina ni anti-taurina.

    Como bien dice Lugar, antes me gustaría ver otro tipo de progreso para aliviar el gran sufrimiento humano que existe por todo el planeta.

    Cuando ningún niño ni anciano (ni nadie) se muera de hambre, ni en la India ni en Africa... ni se esclavice a la gente para trabajar, etc... etc..., y los Estados y los políticos se preocupen un poco más de solucionar ese tipo de cosas, entonces, después, quizás podríamos plantearnos dejar de hacer sufrir a los animales.

    No recuerdo bien de quién era la frase que leí, pero decía que si hay voluntad por hacerlo, el hambre en el mundo se podría acabar en una generación (supongo que quiere decir de 20 a 30 años).

    Yo estoy segura de que sería así, y en vez de hablar de eso del "pacto entre partidos" para salir de la crisis, a mí me gustaría ver antes un pacto entre partidos para pactar con otros Estados aquello de acabar con tanta miseria que sufren millones de personas por el mundo.

    Lo que ocurre es que para ello quizás tendríamos que apretarnos un poco el cinturón en los paises más desarrollados, y aunque a nivel individual todos estaríamos dispuestos a hacerlo (yo la primera), creo que a nivel "de masas aborregadas" podría llevar a los políticos a tomar algunas decisiones algo "antipopulares", y ni la masa aborregada estaría dispuesta a asumirlo, ni los propios políticos arriesgarían su reelección por tan digna causa.
    Lástima que los primeros en manifestarse en contra podrían ser los propios sindicatos partidistas que "manifiestan" defender a los más desfavorecidos.

    Y hasta donde sé, quiero aplaudir a Lula da Silva por al menos trabajar para intentarlo, y para que al menos cada brasileño pueda comer cada día (supongo que labor muy difícil en su situación, en la que debe saber conjugar una gran cantidad de intereses, a veces incompatibles entre sí).
    (Sin por ello hacerme partidaria ni de Lula ni de su política, que no conozco bien, pero hace poco vi un reportaje de TV. "En portada" sobre todo el bien que estaba haciendo por su país y por sus conciudadanos, y me pareció magnífico).

    (También al margen de la posible manipulación de ese reportaje, en caso de querer transmitir solo lo bueno de su política, porque por la Amazonia también sé que pasan cosas horribles...).

    Un saludo.
    Pepi.

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  3. Respecto del segundo comentario, sí, sin duda.

    Respecto del primero, de eso se trata, de buscar algún equilibrio teniendo en cuenta que vivir implica con frecuencia renunciar a ser impolutamente justo con otras especies (¡y con la propia!). En cualquier caso, para mí no es lo mismo una pelea de gallos que una corrida, pero de eso se trata: de hablar de la línea admisible.

    Gracias por el comentario.

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  4. primero nos tenemos que quitar el pedazo de mierda de la cara(las corridas) para acometer otras cosas realmente mas importantes (pobreza Hambre)

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  5. Aunque lo importante no es siempre lo urgente, en este caso sí debería serlo, por lo que no puedo estar de acuerdo con el último comentario: creo que las corridas carecen de importancia si las comparamos con la pobreza o el hambre.

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  6. Tienes mucha razón, demasiada importancia a las corridas y qué poco se hace por la pobreza y el hambre. Donde están los donativos q la gente de bien generosamente aporta? Se da mucho dinero y donde está? Por qué no llega a los lugares de miseria. Donde radica el problema? Nadie lo dice, nadie lo sabe??????'

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  7. ¡la prepotencia del hombre! somos animales, y, por tanto, tan importante es nuestra vida como la de una pequeña hormiga. Hablamos desde el instinto de supervivencia del animal: para el toro lo realmente importante es salvar a sus crias y los seres de su especie, igual que para el hombre.

    La corridas son igual de importantes que la pobreza y el hambre. Hablamos de sufrimiento, sea cual sea el ser que lo padezca. Por tanto, hay que eliminar todo el sufrimiento gratuito, venga de donde venga, pero lo peor de todo ésto es que haya gente que defienda la crueldad.

    Soy totalmente intransigente con este tipo de animales humanos...

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  8. Si he entendido bien, discrepo: en un incendio primero salvaríamos a nuestros hijos, luego a los hijos de los demás y por último al perro, por muy fiel que haya sido. Y así debe de ser.

    Gracias por el comentario.

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