martes, 9 de marzo de 2010

< Con palabras: Quién necesita la ficción

Aquellas personas escépticas pueden consultar Google Maps y confirmar que la calle Séptimo Miau existe y arranca de El Corte Inglés Bahía de Málaga. Lo que ya no podrán confirmar ni con Google Earth es que en esa calle hay un paso de peatones: tendrán que fiarse de mí y de la foto (¿de quién más?).

El Excelentísimo Ayuntamiento de Málaga ha colocado en medio de ese paso de peatones una jardinera de madera. Lleva meses, sino años, allí, estorbando el paso. Si fuera algo más liviana, ya se habría solventado el caso por mano de cualquier vecino, así que en esto del peso el Ayuntamiento sí que ha estado ocurrente.

En lo que patina, sin embargo, es en la reflexión de colocar una jardinera aislada, descentrada, en un lugar tan poco vistoso y tan inconveniente. También raya el hecho de que se hayan molestado con nuestros impuestos en poner una jardinera de madera creosotada, y la hayan llenado de rica tierra. Pero en el ínterin debió cambiar el equipo de gobierno y no plantaron nada, con lo que la jardinera ha desarrollado una vegetación autóctona que no creo estuviera en la mente ni en la intención del arquitecto primigenio.

Pero lo más curioso del caso es que no se trata sólo ni simplemente de una jardinera de madera en un sitio inconveniente. Pensemos por qué la jardinera es un epifenómeno.

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