jueves, 4 de diciembre de 2008

> Una vacuna contra la cocaína y la Stolina

Leo que el próximo año se va a probar en varios hospitales españoles una vacuna contra la cocaína, aunque en realidad no se trata de una prevención, sino de un ‘saborizante negativo’: no se le sacará gusto ni euforia a la coca.

Crecí siendo niño enfermizo y escuchimizado, y apenas comía. En los periodos más abatidos me daban un jarabe muy dulce con sabor a fresa que se llamaba Stolina (ciproheptadina), y que apenas media hora después de la primera dosis hacía que me comiera si no las piedras, sí la barra de pan antes de que llegara a casa o los tréboles del descampado que había enfrente. Era un hambre que no entendía de dilaciones ni de maneras, un hambre que no me dejaba pensar en otra cosa. El tratamiento sólo podía ser de un frasco, para desespero de mi madre, y en ese corto tiempo engordaba unos quilos que me valían de reserva hasta la próxima visita al médico.

Me gustaría encontrar una diferencia fundamental entre la vacuna y la Stolina, pero no la veo. Cuando leí la noticia pensé con ironía que se abría un próspero campo de medicamentos que nos permitirían hacer cualquier cosa sin recurrir a la voluntad ni al esfuerzo. Pero luego pensé que a la Stolina, al Calcio20 y a las ampollas de Ferrogen puede que les deba la vida. No hay nada como recordar.


Referencia: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Sanidad/ensayara/2009/vacuna/adiccion/cocaina/elpepusoc/20081120elpepusoc_6/Tes

1 comentario:

  1. La stolina provocaba mucho sueño. En mi familia y la de un amigo se utilizaba y se comentaba. Nos quedábamos pegados al sofá. De las muchas brutalidades que se han comercializado en nombre de la medicina familiar.

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