viernes, 12 de diciembre de 2008

> Cuatro historias

Leo en la prensa que el sistema electrónico de aviso que llevaba un tal Couto que hace unos días asesinó a su novia e hirió a otras dos personas y estuvo a punto de matar también a su mujer no funcionó porque el encargado de vigilar las alertas quitó el pitido “porque molestaba”.

El recepcionista de un hotel de las afueras de Madrid no intervino para defender a un cliente que a su vez trataba de defender a una mujer de su agresor. El cliente estuvo dos meses en coma.

Un médico de urgencias de un hospital de Lugo se negó a atender a un accidentado porque se habían acabado los guantes de látex y había sangre por todos lados. El muchacho murió.

Un profesor de Ávila vio cómo tres alumnos suyos apaleaban a otro, pero no intervino porque la víctima no era alumno suyo, los hechos ocurrieron a cien metros del colegio y porque entre sus motivaciones no está exponerse a que le denuncien.

Las dos últimas noticias son producto de la imaginación, pero ¿a que no desentonan con las dos primeras?

Referencia: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/alarma/asesino/Couto/sono/desactivo/pitido/elpepusoc/20081204elpepisoc_7/Tes

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