Una foto de mi intimidad. Esto es lo que han traído sus Majestades los Reyes Magos de Oriente. Todo fue comprado en Amazon.es, y todos tan felices.
Atrás quedaron los fríos callejeros, los escaparates y los chocolates con churros en la cafetería mientras las compras. Un rato buscando, unos cuantos golpes de ratón y en tres días te lo traen a tu casa. Y luego dicen que no existe la magia de la Navidad.
Me anticiparé a responder a algún comentario: es que la Navidad ahora es esto.
En ocasiones como ésta lamento no ser de letras, quizá entonces podría encontrar la palabra adecuada al caso. ¿Cómo se definiría el hecho de ponerse a la defensiva ante un posible comentario al mismo tiempo que se ofrece un argumento para provocar el comentario?
ResponderEliminarPara lo otro, y la foto, sí creo tener algo preciso: es la definición más prosaica de la Navidad que he visto y leído nunca. Ya me perdonará usted, pero eso, y con cariño lo digo, más que enseñar intimidades es enseñar vergüenzas. Empiezo a pensar que en su caso lo de ser pesimista es algo bien merecido.
Niego que "ahora eso sea la Navidad". Por el momento aquí aún somos un hogar de la resistencia militante, y aunque "eso" existe y es una buena parte, no es la principal. El consumismo aún lo practicamos bajo formas tradicionales: con tiempo, dedicación y dejando el dinerito en el comercio de la zona. Esto último no es poca cosa, está en el decálogo del nuevo patriotismo. Vale, ya sé, un idealista. ¿optimista?
Bien, espero haber cumplido con la fama de tocapelotas que deduzco de su última frase. Ha sido un placer. Saludos.
PD: y a propósito, estas pasadas fiestas saqué una conclusión sobre una duda pendiente en una entrada de hace unas semanas. Voy para allá.
Cada cuál cuenta la feria según le va en ella. A mí me encantaría que me gustase la Navidad y que pudiera apreciar sinceridad y buenos sentimientos en los gestos que se prodigan en esas fechas, pero qué quiere usted que le haga: no lo veo. Pero a estas alturas de la película no es cuestión de seguir buscando. Como dice la canción, "no es triste la verdad, lo que no tiene es remedio".
ResponderEliminarPor suerte (principalmente para usted y los que le rodean) hay personas que la disfrutan y no caen en el consumismo que todo lo tizna. Enhorabuena, pero cuando miro a través de la ventana veo que el paisaje mayoritario es muy otro.
Sin duda tengo merecido mi pesimismo: ¡trabajo me ha costado!