lunes, 30 de agosto de 2010

> Reseña: “El asedio”, de Arturo Pérez-Reverte

Siempre me cayó mal este novelista, excepto cuando era reportero. Nunca había leído nada suyo, salvo alguna página en los suplementos del periódico del domingo. Me parecía, me parece, que luce una seguridad sobre sí de ésas que hacen daño a los demás. Y esto sin conocerlo, lo que son los prejuicios.

“El asedio” se lee con interés y es de los libros que no se abandonan fácilmente, a pesar de sus más de setecientas páginas. Por volumen, es heredero de un best-seller (no se justifica un libro de esos precios con pocas páginas, parece decirse). Y también por lenguaje (demasiadas descripciones navales y demasiados demodés ambientales). Hay amores, guerra, asesinatos e intriga, y todo bien gestionado (sic).

Recomiendo su lectura porque seguro que le cautiva como me cautivó a mí (la pasión es siempre recomendable). Sin embargo, al terminarlo, me pregunté por qué si tanto Pérez-Reverte como García Márquez cultivan el mismo género, la novela, al primero se le llama novelista y al segundo escritor.

7 comentarios:

  1. Se puede disfrutar de la alta cocina y de un buen bocata chorizo, pero evidentemente no es lo mismo.
    Que un libro cautive no quiere decir que sea un gran libro. El primero no puedes dejarlo y lo acabas rápido. El segundo lo lees despacio, saboreando y releyendo, buscando los matices escondidos y las capas profundas.
    La comida más placentera que recuerdo fue ese bocata chorizo con vino barato. (¡El hambre que llevaba también lo recordaré toda la vida!).
    El libro que más me cautivó fue "el código Da Vinci" de Dan Brown. Casi me avergüenza reconocerlo, pero ese libro ha sido el único que ha conseguido que me pasara de estación en mi recorrido diario con la Renfe. Sin embargo no lo recomiendo, es más, nisiquiera me gustó. Leer a Dan Brown es como escuchar a Jiménez Losantos, ambos son deleznables pero dominan a la perfección las técnicas para enganchar al público. Hay que reconocerles ese mérito, pero esas técnicas suelen ser tan simples que en el caso de las novelas ya se están aplicando a hacerlas por ordenador.
    A Pérez-Reverte se le puede admirar como a un magnífico orfebre; a García Márquez se le admira como a un gran artista.

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  2. Sí, sin duda. Pero qué aires se dan algunos a diferencia de otros.

    Un saludo.

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  3. En eso estoy de acuerdo, muchos genios han sido personas insoportables. Será que para triunfar hay que tener un gran ego.

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  4. ¿Ego el reverte? Lo normal. En el libro "Egos revueltos" de Juan Cruz no lo pone precisamente mal. Yo creo que no debemos confundir soberbia con experiencia y lucidez, y sobre todo desprecio hacia los demagogos y los tontos. Si quereis desmentir lo del ego revertil, os aconsejo echeis una mirada a su página de Twitter. Pocos escritores son tan directos y amables.

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  5. No sé si me expliqué bien... el "gran ego" es el de muchos -no todos, por supuesto- grandes escritores, artistas y genios, clasificación en la que no pongo a Pérez-Reverte, quien ha alcanzado el éxito gracias a mucho trabajo bien hecho.
    Y por cierto, me cae bien como persona.

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  6. Venga, seamos justos. Reverte hace una literatura popular muy digna, cosa muy estimable en estos tiempos de Crepúsculos y Salanders. Personalmente es... parece afectado por un exceso de secreción de testosterona, pero qué diablos, Ars longa, vita brevis. Disfruté mucho de La Carta Esférica, mediocremente llevada al cine, y me decepcionó el tono cheli y la pobreza de Cabo Trafagar.
    Su testosterónico blog está curioso. Lo que no entiendo muy bien es qué pinta en la RAE.

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  7. Parece que Pérez-Reverte tiene buenos y fieles partidarios... Ya dije que lo mío son prejuicios, porque no tengo el honor de conocerlo en persona, y en honor a la verdad no puedo decir a mi favor que tenga un ojo clínico infalible para estas cosas...

    Sin duda tiene varios méritos en su haber: es entretenido, reivindica lo propio, y es atrevido. Pero tampoco sé qué pinta en la RAE ni me inspiran mucha confianza los que cuentan su biografía después de decir 'hola'. También recuerdo vaga e imprecisamente un problema que tuvo al publicar 'Territorio comanche' respecto del trato que dio a un compañero que había fallecido de sida (igual me equivoco, los prejuicios).

    En fin, yo he disfrutado 'El asedio', pero compré 'El amor en los tiempos del cólera'.

    Gracias por vuestros comentarios.

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