lunes, 16 de marzo de 2015

> Levi-Strauss no es sólo una marca de pantalones

Mi cuñada ha cogido a su familia, ha metido los bártulos en una furgoneta y se ha ido a trabajar a Suiza. Aquí tenía un buen trabajo, allí uno muy bueno. Pero las carpas no se las podía llevar, así que nos las dejó a nosotros.

Cuando las soltamos en el estanque por primera vez, murieron la mitad a las pocas horas. Comprobamos que el agua estaba demasiado limpia para ellas. Ahora, varios meses después, el agua tiene un color verde intenso y flotan hojas y ramitas por aquí y por allá. Las carpas parecen contentas, dentro de lo contentas que pueden parecer unas carpas.

Desde hace años, se ha observado que los niños que crecen en ambientes no muy higiénicos desarrollan adecuadamente sus defensas, y pocos son alérgicos. El zotal y la lejía, con precaución.

¿Dónde está, pues, el equilibrio? Para algunos las corruptelas del PP, PSOE et alii, digamos, son el lubricante que permite que el sistema mal que bien funcione. Otros justificarán el agua turbia de Monedero o Errejón. Pujol dijo en sede parlamentaria que no era prudente agitar el árbol (especialmente el suyo, supongo).

Levi-Strauss escribió que los regalos son los eslabones de las relaciones sociales que mantienen unidas las comunidades humanas. Pero ¿y Dinamarca?

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