Después de ver en televisión la película “Un franco, catorce pesetas”, cualquier cosa defrauda. Cambié a Tele5, a ‘La Noria’, y lo que me ilustró en unos minutos no es poca cosa. Entrevistaban a Luis Herrero, periodista y político del PP.
Estaba hablando de Cuba, y decía que los que contemporizan con el régimen castrista deberían amar más la libertad. Hasta ahí de acuerdo, aunque con matices. Pilar Rahola, contertulia y antes política, le recriminó el tono apocalíptico y de insulto que tiene en su emisora ‘esRadio’, fundada por Federico Jiménez Losantos. El señor Herrero vino a decir que, bueno, que las audiencias mandan y que para que éstas acudan hay que aumentar los decibelios: ‘se non è vero, è ben trovato’.
Luego añadió que si no hay confrontación de ideas, hay que crearla. ¿Ideas dijo?, ¿no habíamos quedado en audiencias?
Por último añadió sin rubor que Aznar le había nombrado a dedo para eurodiputado y Rajoy lo había quitado. A dedo. Eso es democracia interna y lo demás tonterías.
Esto se dice, y ahí queda. Y lo peor no es eso, como ya he dicho en otros lugares a propósito de la corrupción, la desidia de muchos funcionarios, la falta de educación o la caspa que todo lo inunda. Lo peor de todo es que no pasa nada, ni tan siquiera se ruboriza el que lo dice ni los millones que le escuchan desde el salón de su casa un sábado por la noche cualquiera.
También vi la película, y ya es casualidad con la cantidad de canales que tenemos ahora. Pero por lo que ya no paso es por La Noria y compañía, uno tiene su dignidad. Aunque por lo visto los políticos tienen cada vez menos de eso; me sorprendió saber que un ministro había acudido a La Noria para ser entrevistado con la excusa de que hay que ir donde está la audiencia. Pero peor fue saber que también Montilla se dejó entrevistar por teléfono, le cortaron para dar paso a la publicidad y el hombre esperó durante los anuncios sin colgar. Eso es caer muy bajo, no hay respeto por una parte ni dignidad por la otra; ya no esperamos nada de los responsables de los programas, pero que los gobernantes lleguen a esto me reesulta inimaginable.
ResponderEliminarEs la generalización de la cutrez, el bajo nivel elevado al más alto nivel.
Los programas de este tipo on el resultado de la confluencia de los dos modelos de telebasura de más éxito: el berlusconiano de tele5 y el neocon anglosajón introducido por el aznarismo; ambos, muy populistas, cumplen bien su función de destrucción cerebral, el primero con una diversión trivial y chabacana, el segundo con la crispación, mal talante y la invención de notícias (línea bien resumida en la frase citada de Herrero: "si no hay confrontación de ideas hay que crearla").
No es casual que los impulsores de estas formas de telebasura sean importantes empresarios dedicados a la política para beneficio propio. A la gente hay que tenerla distraída y alienada para que dejen hacer.
Ante esto, no hay que ruborizarse sino desconectar, o mejor, preventivamente no conectar.
Aquí en Cataluña estos programas tienen mucha menor audiencia, y no porque seamos más cultos sino simplemente por la continuidad de insultos y notícias falsas que nos dedica la gente de la órbita PP desde hace unos años. Al principio nos indignaba e incluso creaba audiencia por el morbo (confieso que me apasionaba escuchar a Jiménez Losantos por las mañanas en la COPE, es un maestro de la manipulación, con gran arte y cultura, se nota que ha leído a Goebbels) pero ya hace tiempo que tanta insistencia aburre; a pesar de ello este tipo de discursos destructivos parecen no encontrar oposición en España y siguen avanzando. No lo entiendo, y las explicaciones que se me ocurren son todas muy tristes...
Totalmente de acuerdo, creo que iré al médico.
ResponderEliminarReconozco que alguna vez aguanto programas como La Noria durante algunos minutos por ver lo que ve la mayoría. Y cambio de canal cuando me puede la vergüenza ajena, que suele ser pronto.
Josep, por tu última frase: bienvenido al club de los pesimistas... ;-). No conocía esas intervenciones de políticos en el programa, pero sin duda serían impagables para comentarlas y como resumen de la poca clase de nuestros políticos, que vale tanto decir general (ellos están porque se les vota).
Hombre... ¿tienes que ir al médico por estar de acuerdo conmigo? O sea, ¿me estás diciendo que soy un enfermo?
ResponderEliminar:-D
¡Eso es lo que teneis los pesimistas, que hasta lo bueno lo representais en forma negativa!
Gracias por la invitación al club, pero no me considero pesimista, sino simple observador que intenta ser objetivo por encima de todo. Claro que esa objetividad lleva al reconocmiento de los pesimistas como un grupo con creencias llenas de fundamento.
;-)
"...Los programas de este tipo son el resultado de la confluencia de los dos modelos de telebasura de más éxito: el berlusconiano de tele5 y el neocon anglosajón introducido por el aznarismo; ambos..."
ResponderEliminar".....No es casual que los impulsores de estas formas de telebasura sean importantes empresarios dedicados a la política para beneficio propio..."
"...Aquí en Cataluña estos programas tienen mucha menor audiencia, y no porque seamos más cultos sino simplemente por la continuidad de insultos y notícias falsas que nos dedica la gente de la órbita PP desde hace unos años..."
"...(confieso que me apasionaba escuchar a Jiménez Losantos por las mañanas en la COPE, es un maestro de la manipulación, con gran arte y cultura, se nota que ha leído a Goebbels)..."
"...pero no me considero pesimista, sino simple observador que intenta ser objetivo por encima de todo..."
***********************************************
Esos intentos son dignos de aplauso.
Persevera en el intento.
¿?
ResponderEliminarPerdona, pero no entiendo tu comentario.
¿Qué crees que intento?
"...intenta ser objetivo por encima de todo..."
ResponderEliminar