jueves, 22 de julio de 2010

> De funcionarios y linces ibéricos

Crisis ha habido muchas, pero la percepción de una se siente cuando los funcionarios manifiestan su enfado: ¡qué mal tiene que estar todo que hasta los funcionarios! Sé que tengo un problema con ellos, y acaso esto me consuela porque el reconocimiento es el primer paso para la curación. Pero si me curase, ¿sería como ellos?, ¿la indolencia me asaltaría desde la media hora que se convierte en una hora para el desayuno hasta la media hora antes que se van a casa y durante las largas pausas para charlar con los compañeros mientras los ciudadanos esperan?, ¿comprenderles es ser su cómplice, asumir su visión o ceguera de la vida?, ¿ponerle a cada solución un nuevo inconveniente?

Los funcionarios son una especie más protegida que los linces ibéricos, pero a diferencia de éstos no requieren protección: se protegen a sí mismos por su elevadísimo número y su pétrea terquedad en el error asistida por su trabajo fijo. Los linces ibéricos, aunque no lo crean, no copulan cuando llueve; los funcionarios sólo cumplen su jornada los días de lluvia (“para estar fuera mojándome, mejor me quedo aquí calentito, a ver si escampa”). Los funcionarios devoran a los eficientes: les estropean su nicho ecológico.

Los linces ibéricos, en fin, son gráciles y bellos; los funcionarios desayunan dos veces al día (aunque desde junio no piden tostadas).

Ps/ No se consideran funcionarios a estos efectos a los médicos, bomberos (por lo que pudiera pasar), profesores ni personal de los juzgados de paz. Si usted tiene otra ocupación y es funcionario, tampoco se dé por aludido.

8 comentarios:

  1. Una pregunta, que no sé la respuesta.
    ¿En otros paises los funcionarios son también así, como en España?.

    Porque si no lo fueran, quizás habría que mirar aquello de que España, con sus españolitos dentro, sea diferente.

    No sé si eso de la vagancia se transmite por genes, ó quizás haya algo de influencia ambiental.
    O sea, que incluso sin disponer de tiempo para ello, vamos a tener todos que hacernos nuestro árbol genealógico, ¿no?.

    Pues yo ni soy vaga ni tengo tiempo para cuidar arbolitos, sólo unos instantes para regar las macetas.
    Un saludo.Pepi.

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  2. Interesante pregunta, pero yo tampoco tengo respuesta: ¿algún amable lector extranjero puede ayudarnos?

    En cualquier caso, el asunto no es que algunos (¿muchos?) funcionarios no trabajen adecuadamente, sino que no pasa nada porque lo hagan. ¿Alguien conoce a algún funcionario expulsado por ello? Por desgracia yo sí que conozco decenas de casos de personas que, trabajando adecuadamente, han sido despedidos de la empresa privada porque hacían menos que los más brillantes. El dinero de todos es el dinero de nadie.

    En fin, hagan un árbol genealógico. Algún día hablaré de los carteros de mi código postal.

    Gracias por el comentario.

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  3. Sigo con problemas de teclado, asi que "perdon" (no es una disculpa llana sino aguda, pero asi me sale)


    Puede que en el lugar fundamental los funcionarios sean siempre indolentes y obesos (lo cual supongo como consecuencia logica de que trabajen poco y desayunen por duplicado), pero aqui (por el momento aun no es el extranjero) no parece que sean asi. Por supuesto que hay algunos muevepapeles desmotivados, pero generalizar es un lamentable topicazo. Medicos y enfermeras, policias, maestros, bomberos, investigadores... si excluimos a la mayoria de funcionarios cuando se critica a los funcionarios, ¿de que estamos hablando?

    Y por otra parte, antes de escribir una entrada como esta, uno podria plantearse cosas como: ¿cuantos funcionarios siguen mi blog?
    Definitivamente hay gentre que no desea hacer amigos...

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  4. Llega un momento en la vida en que ya poco importa caerle bien a la gente, sean funcionarios ó no.

    Y lo que comenta Lugar no sólo ocurre allá donde él vive.

    Y no voy a entrar a hablar (sería muy largo) de médicos vagos, enfermeras indolentes, policías perezosos, maestros apoltronados, bomberos zánganos, investigadores parásitos.....

    ... cuya frecuencia sobrepasa el listón de lo deseable....

    .... y te puedo hablar muy bien, con conocimiento de causa, de muchas de aquellas profesiones funcionariales.


    "Muchos son los llamados pero pocos los elegidos".

    Los aspirantes a funcionarios, oposiciones, son legión.

    Como muy bien dice Lugar : "Por desgracia yo sí que conozco decenas de casos de personas que, trabajando adecuadamente, han sido despedidos de la empresa privada porque hacían menos que los más brillantes. El dinero de todos es el dinero de nadie".

    Como en todos sitios, profesiones, etc..., de todo hay en la viña del señor, y funcionarios competentes, e incluso excelentes, haylos, y muchos también.

    Desgraciadamente también son muchos los incompetentes, vagos y haraganes que en cualquier otra empresa hubieran estado de patitas en la calle por sólo una pequeña parte de la incompetencia mostrada día tras día, año tras año.


    Quizás mostraron su competencia al aprobar la oposición, pero después ya no necesitan demostrarla, y a muchos se les olvida donde la enterraron.

    Lo siento, Josep, pero España, en ese aspecto, también es un país que induce al vómito.

    Lo siento, pero es verdad.
    Pepi.

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  5. Pepi ha respondido por mí, y yo no podría añadir nada más ni mejor.

    Josep, como dices que te gusta Eduardo Punset (a mí también, pero no lo entiendo) te cito una anécdota que cuenta en su libro "Viaje al poder de la mente". Parece que hay un tipo de insecto que se alimenta de la sustancia disuelta en la tierra. Cuando ésta se acaba, se ve en la necesidad de desplazarse. Pero tiene un problema: es tan simple que carece de cerebro, así que se ve obligado a desarrollar uno rápidamente. Cuando por fin llega a su objetivo (un sitio de tierra nueva), ya no necesita su cerebro, y lo primero que hace es comérselo. En la conferencia donde citaba esta anécdota añadió: "como los funcionarios tras aprobar las oposiciones". Algunos no se rieron. ¿Debió pensar en que parte de su auditorio pudiera ser funcionario y además poco flexible?

    Gracias por los comentarios.

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  6. Bien, dos contra uno tengo las de perder y evitaré por tanto la confrontación directa. Escribo más que nada por la alegría de haber conseguido recuperar los acentos de mi teclado, a partir de ahora si me dejo alguno ya no tengo excusa. Un amigo funcionario me indicó la causa del problema: una actualización automática de windows defectuosa. Bill Gates no es un funcionario, pero al igual que ellos es universalmente acusado de toda clase de incompetencias y cada día miles de personas, entre las cuales me incluyo ocasionalmente, tienen palabras poco elogiosas para él y especiales recuerdos a su madre. Su sistema operativo tiene muchos defectos y es despreciado por los que saben del tema, pero sin embargo existe, domina el mercado y las alternativas no acaban de consolidarse. Como los funcionarios.

    Yo no voy a defender ni atacar a nadie. Solo intento apartarme de maniqueísmos y tópicos fáciles. Por eso yo hubiera sido de los que no se rieron con el chiste facilón de Punset.
    Os invito a unas reflexiones: si el pobre insecto se deshace de su cerebro porque no lo necesita, ¿no es eso una conducta inteligente? Si los funcionarios también lo hacen puede que tengan sus motivos. En organizaciones jerarquizadas y rígidas suele estar mal visto que los individuos de los niveles inferiores tengan cerebro, y peor aún, que lo usen. Está clarísimo en el ejército: el soldado raso no debe pensar, sólo obedecer. No parece comparable el escenario bélico con la vida indolente del funcionario típico, sin embargo las estadísticas de bajas por depresión indican que algo no es como aparenta.
    No quiero extenderme mucho porque no me parece apropiado hacer escritos más largos que los del señor de esta casa. Aquí dejo mi conclusión: si los funcionarios son así "desde siempre y en todas partes" será porque existen razones poderosas. Y no será culpa de los propios funcionarios, sino del sistema. Y en eso estamos como con el capitalismo: es horrible, pero ningun otro sistema ha demostrado funcionar mejor. Es fácil criticar a los funcionarios, muy fácil. Espero que alguien me cuente alternativas.

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  7. Todo lo dicho no es óbice para admitir y así escribirlo, que hay muchos, muchísimos funcionarios (quizás la mayoría) que, por respeto a sí mismos, a los demás, ó por una conciencia ética, ó por las razones que sean, cumplen con su trabajo honrada, fiel y dignamente.

    Suele pasar que una minoría a veces deja en mal lugar a la mayoría. Pero en este caso el problema no es cual es la mayoría ó la minoría, sino que el problema es la falta de flexibilidad de la administración para regularse a sí misma y expulsar a aquellos "parásitos" que, como bien dice Lugar, han decidido "comerse" su propio cerebro, y con él, la honestidad y la competencia.

    He trabajado de forma esporádica con dependencia de dos Ministerios diferentes : Sanidad y Educación.
    Y no se trata ya de que en ambos haya encontrado un "robo" de tiempo que resultaba "normal" para la mayoría de los funcionarios que tuve esporádicamente como compañeros de trabajo.

    Es que los robos no se trataba ya de un asunto meramente intangible, como era el tiempo, sino que casi estaba "institucionalizado" el robo de tangibles, sobre lo que no voy a entrar a detallar.
    ¿Denunciarlo?. Bueno, eso de "institucionalizado" dice algo.

    ....(Sigo más abajo. No me deja escribir tan largo).

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  8. Si un concejal "roba" ó se apropia indebidamente de 3.000 euros todo el mundo le llama ladrón y se le piden responsabilidades penales (y por supuesto políticas).

    Pero si 1.000 funcionarios roban cada uno tan sólo 3 euros (lo que hacen un valor de 3.000 euros), NO PASA NADA.

    Si me llevo del almacén una "bolsita de compresas"... "porque en una urgencia "las necesito""... pero ni las repongo ni pago los 3 euros que cuestan... y así todos los meses...
    "total por 3 euros... eso no es nada... y tal y tal... y hasta la supervisora/directora lo hace cuando "lo necesita"....

    Y qué decir de otras cosas que "pasan" en colegios e institutos.

    Y estoy hablando de gente "culta", "formada",(supuestamente), de funcionarios de los grupos A y B, los mejor pagados y supuestamente menos frustrados y más realizados por el trabajo que ejecutan.

    Vuelvo a decir que quizás sean pocos, pero haberlos haylos (y no son pocos).
    El problema es mayor, pues normalmente no hace falta denunciar, pues las/os supervisoras/es directoras/es suelen estar al tanto de "esas faltas de materiales" que hay que reponer por ser material fungible de gasto propio de las tareas funcionariales : esos mismos jefes lo hacen y hacían lo mismo y han llegado a ser promocionados (antes por su capacidad, ahora parece que cada vez más a dedo).

    Y tampoco entro a hablar sobre el desempeño competente y fiel de sus obligaciones diarias en sus puestos de trabajo.

    En fin, que es una pena que por un puñado (ojalá sólo fueran eso) de funcinarios sin ética, todos los demás, la "mayoría", tengan tan mala fama.

    Y a pesar de tener tan mala fama, las colas en las opocisiones son kilométricas.....
    ... ¿porqué será?.

    Será que está en los genes de los españoles el gusto por trabajar como burros y querer estar mal pagados a cambio.

    Será que en un pais donde se institucionalizó la religión estatal y corporativa (neocatolicismo) ya no hace falta tener una ética personal que rija nuestras acciones.
    Es la mayoría la que dice lo que está bien y mal, y lo que se puede robar y lo que no.

    El comportamiento de la mayoría, lo que hacen los demás, eso es lo politicamente y funcionarialmente correcto,
    y lo demás es propio de bichos raros.

    A fin de cuentas, ¿para que voy a ser competente y eficiente en mi trabajo funcionarial cuando, si me comporto así, estoy haciendo mi trabajo y la mitad del que tengo al lado?.

    Pues si el de al lado hace la mitad, yo al menos lo mismo que él, ó el 49% si es posible.

    En fin, que me enrollo, y hablar de este tema es un absurdo y no se arregla nada.

    Un saludo y besos a todos los funcionarios que, a veces contracorriente, procuran ser honestos, cumplidores y competentes en su puesto de trabajo, a pesar de tener que luchar diariamente contra la rutina y a contracorriente, incluso sin importarles muchas veces sacar adelante responsabilidades que en realidad corresponderían a otros compañeros "distraidos por asuntos personales con los dípteros (moscas)".
    Pepi.

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