lunes, 8 de junio de 2015

> De pitos

Debería acaso yo estar acostumbrado porque tengo niños pequeños a los que me paso el día repitiéndoles lo que está bien y lo que no. Mis hijos pequeños, con la tenacidad de Mas y Urkullu, empiezan cada día como el primero de sus días, en apariencia sin recordar nada de lo que ya les repetí ayer y antesdeayer, y les repetiré mañana y pasado mañana. La diferencia es que mis hijos no ostentan mayor responsabilidad que aprender a coger los cubiertos en la mesa, mientras que Mas y Urkullu son los máximos órganos electos de sus circunscripciones y representan a toda su comunidad (y no sólo a los que los han votado). Por si alguien tiene prisa y se le escapa el autobús: lo mínimo que les puedo pedir es educación y ejemplaridad.

A muchos, entre los que me incluyo, el himno, la bandera y las charreteras de la Guardia Real me la refanflinfan, pero quisiera al menos un poquito de por favor. En la final de la Copa del Rey (sic, 'del Rey') al sonar el himno español muchos espectadores prorrumpieron en una clamorosa pitada. En la televisión vi a grupos gritando '¡putos españoles!'. En la pantalla del estadio San Mamés se bajó el volumen del himno. En el Camp Nou el presidente Mas, a cuya izquierda estaba el Rey, asistía complacido a la pitada, con media sonrisa, y quizá pensaba: 'estos son mis poderes'. La falta de educación de los demás no debería ser justificación de la propia. Después del encuentro no vi a ninguno hablar de falta de respeto, de gamberrismo, de incivilidad. No. Hablaron de 'expresión democrática' y de 'derecho de expresión'.

Me da que esto solo pasa en España, por eso quiero ser francés.

6 comentarios:

  1. Creo que usted sufre sobredosis de caverna mediática, hasta el punto de sufrir alucinaciones incompatibles con su naturaleza mesurada y tranquila. Donde hay una mueca contenida usted ve falta de educación e incluso cree adivinar pensamientos. Mal favor le han hecho a usted si han conseguido que vea de esta forma a uno de los políticos más educados y preparados de España.
    De nada servirá que le muestre mi opinión sobre esos medios de manipulación mediática, pues ya me dijo una vez que "cada uno cree que los suyos son los buenos". En eso tiene razón pero obvia un detalle: si quiere saber de lo que ocurre en las calles de Cataluña ¿le preguntará a un catalán o a un periodista madrileño? Y ¿de verdad no ve raro una semana de portadas y grandes titulares sobre un minuto de pitos en un partido de fútbol?¿Eso es lo más importante que pasó en España esos días? ¡Vamos hombre, pobre país tenemos si incluso las personas inteligentes se dejan alienar tan fácilmente!.

    En fin, solo en España me llaman puto catalán y además se ofenden si protesto. Yo no quiero dejar de ser nada, solo quiero que me permitan ser como soy. Déjenme vivir en paz, por favor.

    Lamento que vea las cosas de este modo. Un saludo.

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  2. En el tercer párrafo no sé de quién habla: yo vivo en España y nunca he dicho 'puto catalán' ni 'puto moro' ni 'puto gabacho' ni 'puto vallisoletano'. Nunca. No me hacen gracia los chistes de catalanes peseteros, ni de andaluces vagos y ocurrentes, ni de gallegos subiendo o bajando escaleras, ni de vascos brutos. Tampoco creo que los andaluces sean unos seres a medio hacer ni que uno se lo pase siempre bien en las fiestas. No sé quién le habrá llamado 'puto catalán' y luego se haya ofendido tras su protesta, y eso que yo soy español (aún no francés).

    Comenta, por otro lado, que tuve razón un día que escribí que "cada uno cree que los suyos son los buenos", pero para concederme tal razón no veo que relativice las suyas.

    Y sí, a mí me molestó y califico de gamberros a los que pitaron el himno de mi país y exhibían carteles insultando a los 'putos españoles', igual que me molesta y califico de gamberros a los que pitan cuando suena 'Els Segadors', 'La Marsellesa' o 'God save the Queen'. Lo que lamento es que otros vean la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.

    Saludos.

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  3. Su respuesta se desvía de la intención de mi comentario y añade paja en ojo ajeno. Su tono de hoy se corresponde al de los medios que le comentaba y a mi me resulta incómodo, aunque por supuesto éste es su blog y puede escribir como quiera y de lo que quiera.
    Con gusto le comentaría varias frases pero creo que no le apetece.

    Pues eso, que lo lamento.

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  4. Si suele ser infructuoso interpretar las intenciones ajenas, imagínese las apetencias.

    Me asalta una inquietud: ¿considera usted que los que pitaron el himno no fueron unos incívicos y maleducados? Creo que todo se reduce a eso.

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  5. Precisamente la dificultad para entenderse está en la excesiva simplificación. Puestos a reducir yo lo dejaría en: ¿cree usted que eso fue tan importante? Para mi, rotundamente no. Si me tomara en serio las cosas oídas en los campos de fútbol ya hace mucho me habría dado de baja de la especie humana.
    No me gustó la pitada, no me van esos desahogos. Pero francamente, menos me van los que se ofenden por eso: prefiero a un maleducado antes que a un fanático. A usted no le conmueven himnos ni banderas, y yo apostaría a que nisiquiera le interesa el fútbol; entonces, ¿a qué viene perder las formas por un hecho que en condiciones normales no le afectaría? Ese es el punto de mi interés: la manipulación que mueve a unos a pitar con todas sus fuerzas y a otros a ofenderse por ello. Maleducados unos, ridículos los otros, pero lo grave está en la facilidad con que se puede mover a las masas en perjuicio de ellas mismas. No se moleste ahora conmigo por los adjetivos que estoy poniendo, mi intención no es provocar molestia sino reflexión. En su entrada se mostró usted como lo que criticaba. Usted insultó a alguién muy educado -el presidente al que yo voté- sin tener otras razones que las emanadas de un ambiente de falsedades tóxicas. Se ofende porque en un lugar lejano se ataca a símbolos que le representan, y no se le ocurre nada mejor que atacar a quién a otros –a mi- representa, alguien de quien le niego absolutamente la culpabilidad de lo sucedido y que incluso advirtió repetidamente al gobierno que no siguiera calentando el ambiente. ¿De qué debía disculparse después? ¿También de los insultos de los vascos? ¿Debo recordarle que Mas no era el anfitrión? Por cierto, la copa no es “del Rey” (tópico ridículo repetido hasta la saciedad): la competición es de los clubes, por lo tanto también del Bilbao y el Barcelona; podría llamarse campeonato de España o copa de primavera, por decir algo, y dejar así de mezclar deporte con política (antes se llamaba copa del generalísimo).

    Creo tener unos valores cívicos tan exigentes como los suyos, los que con frecuencia nos muestra en sus pequeñas notas de la vida diaria. La buena educación es importante, pero no suficiente. Para Aristóteles, el buen ciudadano debía adquirir cinco virtudes: la prudencia, la fortaleza, la templanza, la justicia y la sabiduría. Quizá usted no fue prudente al juzgar a una parte sin conocer sus razones. Quizá debería ser más fuerte y no alterarse por humo de pajas. Quizá podría haber estado más contenido en su primera respuesta (aunque se lo han hecho creer, a usted nadie le ha llamado “medio hombre”). Quizá podría haber sido más justo, pero para ello debería conocer mejor la realidad. En esas estamos, en lo más difícil: ¿Cómo saber? Sólo se puede conocer la verdad interesándose por ella.

    Saludos
    PD: en el fondo lo único importante es que ganó el Barça…
    Ahora que lo pienso… ese malhumor…. ¿no será ud. del Madrid?
    :-D

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  6. Me deja asombrado. En primer lugar, una cuestión de procedimiento: dice usted que estoy bajo el influjo de la caverna mediática, ¿no se ha planteado que es quizá usted el que está subyugado por el embeleco del Sr. Mas? Descalificar así por las buenas las opiniones ajenas no suele augurar lo mejor de las propias.

    Por otro lado, no hay obligación de optar entre un maleducado y un fanático. Ambas cosas en mi opinión son malas. Y sí, es cierto: la pitada no es algo grave... si se compara con otras cosas mucho más graves. En cualquier caso, me deja más tranquilo que la pitada a un símbolo de un país le parezca una nadería: supongo que la quema de banderas o que se rían cuando se cante Els Segadors le dejarán igual de indiferente. A mí, por suerte, no.

    Asienta usted que yo he insultado al presidente Mas, ¿me podría decir dónde? Quizá se refiera a cuando digo 'su falta de educación', y si eso es un insulto entonces sí. Pero igual de insulto que cuando dice el Sr. Mas que el Gobierno estaba haciendo el ridículo. Tengo un conocido que se molesta cuando le digo buenos días, porque ni a él le gusta contestar ni quiere quedar en evidencia.

    La 'Copa del Rey', nos guste o no, se llama así desde 1903 salvo cuando no había Rey, y no por un deseo de intoxicar (http://es.wikipedia.org/wiki/Copa_del_Rey).

    Yo no soy andaluz, pero de 'medio hombres' los calificó Jordi Pujol en su libro “La inmigración, problema y esperanza de Cataluña”, de 1958 reeditado en 1976.

    En fin, que para conocer la realidad uno debe interesarse por ella, vivir en Barcelona y Madrid, leer Avui y El Mundo, ducharse los días pares por la mañana y los impares por la tarde y sobre todo, buscarse siempre la paja en el ojo propio. No es nada rentable, pero nadie dijo que esto fuera fácil.

    Saludos,

    PS/ ¿Ve usted como sí me gustan sus comentarios?

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