viernes, 22 de noviembre de 2013

> El mundo no es suficiente

Decía Pessoa que la literatura era la prueba de que la vida no es suficiente. A poco que tengamos el estómago lleno, me atrevería a decir que tampoco es suficiente nuestro móvil, el matrimonio o sólo una copa de buen vino. ¿Qué nos conmueve y emociona hoy? La humanidad es tan diversa como su circunstancia, y en cada lugar hay personas de muy diferente condición. A todas les espolea el miedo al hambre, la protección de los suyos y el sexo; pero ese éxtasis que es la literatura del que hablaba Pessoa, salir fuera de uno para conocer de otras vidas y otras historias no vividas, ya no es lo que fue.

Durante miles de años el viaje a otros mundos se hacía leyendo o escuchando. Hoy los jóvenes leen mucho menos, quizá lo imprescindible para aprobar la asignatura, y las historias habladas han sido arrinconadas por nuevos hábitos de vida. La necesidad de dejar volar la imaginación se satisface hoy con medios técnicos (televisión, videojuegos, Internet), y quizá esta nueva forma es igualmente válida, quizá, pero para los que venimos de otros reinos parece una mera sombra de lo real. No hay en los efímeros medios actuales nada que se pueda comparar ni de lejos (perdón por la comparación) con una página de Juan Rulfo, Miguel Hernández o Paul Auster. Quizá esté por venir, ya que son expresiones muy nuevas; pero yo, que como he dicho vengo de otros reinos, esperaré sentado en la insatisfacción quizá viendo un programa de televisión.

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