martes, 11 de diciembre de 2012

> Uno de los nuestros

Se ha convertido en lugar común de las redes sociales y de los comentarios de barra de bar que los políticos son unos sinvergüenzas y aprovechados. Por desgracia no me encuentro con argumentos para combatir razonadamente esa idea, aunque desde un punto de vista estadístico habría que matizar: ‘no todos’.

Aun así, añadiré: que sobre todo parecen unos incapaces (con excepciones que se pueden contar con los dedos de una oreja) y un fiel reflejo de la sociedad en la que viven.

Que sí: que son tan necios como los que no recogen las cacas de sus mascotas, como los que defraudan a Hacienda, como los que se cuelan en las colas o fuman en los ascensores, como los que no piden el IVA en las facturas, como los que intentan meterla doblada y que se las apañe otro, como los que tiran desperdicios desde la ventanilla del coche y aparcan en los pasos de peatones, como los que se alegran de la desgracia ajena, como los que aspiran a vivir de sus padres, como los que van en chándal por la calle, como los que se llevan los jabones de los hoteles, como los que dicen usted no sabe quién soy yo: quizá como usted y como yo.

2 comentarios:

  1. Pero... ¿verdad que usted no hace esas cosas?
    Pues yo tampoco.
    ¿Entonces?

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  2. Lo puedo decir más alto pero no más claro. Y hasta aquí puedo escribir.

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