martes, 25 de septiembre de 2012

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Después de la manifestación de la Diada del pasado día once parece que se ha iniciado un proceso que según muchos tendrá una parada en un referéndum secesionista. A mí no me gustaría que Cataluña se separara del resto de España, pero no soy yo el que lo debe decidir.

Este runrún tiene ecos desde entonces en las tertulias televisivas, en los cafés de media mañana y hasta en las cartas que publica el Rey en su página web. Todo el mundo manifiesta su opinión y proyecta un futuro blanco o negro para una Cataluña independiente. Mi pregunta sin embargo es otra: ¿qué repercusiones tendrá para el resto de España? Y por si la respuesta fuera liviana, otra: ¿y si no toda Cataluña quisiera ser independiente? (pienso, sí, en Barcelona capital o el Valle de Arán).

Como la realidad supera a la ficción, no vaticinaré futuros inciertos (alguien me lo agradecerá), pero algún responsable debería ir pensando en estas cosas porque en ese Paseo de Gracia había muchas, muchas personas. No hagamos más chapuzas.

2 comentarios:

  1. Es un gusto -ya escaso- poder leer palabras reposadas y sin navajas ocultas. Si la política española tuviera el mismo tono que has empleado en tu post, seguro todo esto no estaría ocurriendo.

    Bien expresado, la realidad supera a la ficción. En pocos días ha cambiado completamente la percepción del momento político. Del desánimo general unos han pasado a la ilusión, otros a la desorientación, se mueve lo inamovible y nadie está seguro de lo que ocurrirá mañana.
    Aquí en Cataluña se comenta una sensación difícil de describir: la de estar viviendo al tiempo que se escribe la historia. Y además con nuevas formas, sin corpus de sangre, ni semana trágica, ni quema de conventos ni toma de cuarteles, ni siquiera declaraciones exaltadas desde balcón presidencial. Con calma, con decisión, gran unidad popular y un líder tranquilo. Lo nunca visto.
    Alguno dice que el estilo Barça se ha contagiado a la sociedad. Pues con eso se consiguió lo increíble, que España ganara el mundial, así que todo es posible.

    Faltan respuestas para tantas preguntas. El proceso no sabemos como acabará pero se ha iniciado y con él las repercusiones. Pero evidentemente serán en función de como se desarrolle el proceso. Aquí la sensación general es la de querer hacer el camino propio, no en contra de nadie, no hay odio ni tensión. Como dijo Mas: es fatiga mutua. CiU nunca fue independentista, solo soberanista; su ideario es una asociación dentro de España, siempre han aceptado a Juan Carlos y siempre han participado con iniciativa propia en la estabilidad del Estado democrático, apoyando a unos y otros. Pero ahora el rey toma partido en una cuestión política y se pone del otro lado, y los responsables de la estabilidad solo ignoran o amenazan: Margallo, el jefe de la diplomacia española fue muy poco diplomático al prometer rencor eterno ("Cataluña NUNCA entrará en la UE"). la intelectualidad española está en paradero desconocido, y en las tertulias y prensa nacional no son pocos los que llaman al derramamiento de sangre catalana ¿Qué es si no la intervención del ejército? Las consecuencias económicas no serán pocas, y ahora mismo son el primer frente de amenazas, ya se esbozan toda clase de boicots. Aquel alucinante boicot al cava lo pasamos sin responder, pero ahora los boicots serán mutuos. En fin, creo que las consecuencias no dependerán tanto de lo que haga Cataluña sino más bien de la respuesta española.

    La cuestión de la unidad en la secesión creo no es problema, no hay una provincia que sea claramente distinta de las otras, y los de Arán no creo que prefieran quedar fuera, no les veo con ganas de ser solo españoles o franceses.

    Por ahora parece que en Madrid nadie es capaz de entender por qué ha cambiado CiU. Lo que nos llega es una popurri de falsedades, distorsiones, amenazas y otros reflejos del imaginario central, nada que ver con la realidad del lejano noreste peninsular. ¿Alguna propuesta conciliadora?
    Nada nuevo, ya lo dijo Machado:
    Castilla miserable, ayer dominadora, envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora. ¿Espera, duerme o sueña?

    Gracias, un saludo.

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  2. Josep, gracias a ti por un comentario tan clarificador. Como digo en el texto, no me gustaría que Cataluña se separara de España, pero aún me gusta menos que España no tenga esa capacidad de ilusionar que dices se respira ahora en Cataluña. Triste, pero entre todos la mataron y ella sola se murió.

    Gracias por el comentario.

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