Ayer informaron de un acto en el Instituto de la Mujer de Madrid presidido por la ministra Bibiana Aído. Se trataba de honrar a las más del medio centenar de mujeres asesinadas este año por sus parejas. Se leyeron los nombres de todas ellas, pero sólo se las nombró por su nombre de pila, sin sus apellidos. Me pregunto si el acto fuera en honor de víctimas del terrorismo o de un desastre natural se omitirían también los apellidos. Cuando lo escuchaba parecía que estaban hablando de niñas o de muchachas, no de mujeres, muchas de ellas madres, que han sucumbido al salvajismo y a la cobardía de sus parejas.
Para cambiar las cosas habría que valorar y dignificar a las víctimas, no presentarlas como minusválidas sociales, y sí con nombres y apellidos, porque cada una de ellas tenía una identidad propia que han borrado a golpes.
En el acto se incluyó una pieza interpretada por una gaitera y otra de dos mujeres tocando el xilofón.
En algunos casos eran parejas, pero en otros ex-parejas. También es muy triste separarte de alguien, no querer que tu nombre vuelva a estar al lado del "suyo" y que luego éste lo logre porque te ha matado. Creo que el mayor insulto sería que a Fulanita la mató un hombre con el que tuvo relaciones, ni marido ni pareja ni siquiera ya exmarido, que es lo que ellos quieren. Una vez incluso escuché que le decían a un chico "novio" cuando había apuñalado a la chica porque no le hacía caso. Yo me revolvería en la tumba.
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