Después de leer ‘Sobre la libertad’ tenía interés por conocer algo más de este autor. Abundan en el libro los detalle sobre cómo y cuándo escribió sus libros o las influencias de varios autores importantes (el fundamental Bentham, pero también Carlyle o Comte). Sin embargo lo que más me ha interesado era la educación que le impartió su padre y la relación con Harriet Taylor, la mujer de su vida.
Su padre fue también un importante escritor utilitarista, y parece que educó a su hijo con el único fin de que continuara y acrecentara su obra. Desde apenas los tres o cuatro años le hizo todo un programa de estudios denso y severo sobre el que personalmente se involucró, ya que no fue nunca al colegio. Hablando de la distinta relación que sus hermanos menores tenían con su padre:
“Lo querían con ternura; y si yo no puedo decir lo mismo de mí, siempre estuve entregado a él con lealtad. En cuanto a mi propia educación, no sé si salí ganando o perdiendo como consecuencia de su severidad. Pero ello no me impidió tener una infancia feliz.”
Tal debió ser esta influencia que la primera mitad del libro más parece la biografía de su padre que la suya propia.
Respecto de Harriet Taylor habla de una relación intelectual de años que no pudo pasar (o no pasó) de ahí hasta el fallecimiento de su marido. Cuando por fin se casaron, no disfrutó durante mucho tiempo de su compañía, porque falleció a los pocos años. El autor sitúa a Harriet a una gran altura intelectual y moral, y comenta que no sólo fue un gran apoyo, sino que trabajaban ambos en sus escritos de tal forma que eran una labor de ambos, especialmente en la redacción de ‘Sobre la libertad’.
Aparte estos dos aspectos, y algunos comentarios sueltos sobre temas sociales, el libro no me ha interesado especialmente (lo que no es una crítica). Pero para comer una granada primero hay que cortarla.
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