Leo en el periódico que el gobierno va a comprar los nuevos uniformes de la Guardia Civil a China. A la patronal textil española no le ha hecho gracia, y le ha escrito una carta al ministro Rubalcaba.
Dicen en la carta que ellos entienden y están de acuerdo en que el procedimiento de compras del sector público no puede distinguir entre empresas nacionales o extranjeras, pero que el gobierno debería ser más sensible a lo mal que lo está pasando la industria textil nacional, y más en estos momentos de crisis. ¿Qué proponen? ¿Están pidiendo que el gobierno haga trampas? En la adjudicación del concurso, si se ha hecho bien (y nadie lo pone en duda), deben primar características como precio (los uniformes los pagamos todos los españoles con nuestros impuestos), rapidez de ejecución, fiabilidad del empresario, etc. Y parece que en esto nos han ganado los chinos (supongo que de calle). En vez de pedir medidas proteccionistas, los empresarios harían bien en ponerse las pilas o en dedicarse a otra cosa.
Tengo una parte de liberal económico (que la gente espabile) y por otra de proteccionista sentimental (hay que dar de comer primero a nuestros compatriotas). Pero como hoy he visto otra noticia que retrata a España como campeona de la falta de productividad entre los países desarrollados, hoy le toca salir de paseo al liberal.
A propósito de los uniformes, cuando se les empiecen a soltar los dobladillos, a rasgárseles las costuras, a despintar el verde, verán de qué humor se pone la Benemérita. Yo de usted no superaría el límite de velocidad en carretera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario