Continúo con la imagen de mi última entrada, hace seis años: no había ninguna playa a la que llegar. Asumir eso es importante, como se asume con la edad ciertas cosas que en la juventud ni se atisban. Ya lo dijo Kavafis, el viaje es el camino, y cualquier día un naufragio cerrará ese último día. No es pesimismo, es inevitable, es.
Y lo que viene al caso, hoy he decidido retomar este dietario. No sé por cuánto tiempo, ni la frecuencia, pero ¿por qué no? No somos imprescindibles, ni tan siquiera importantes (el mundo seguirá girando), pero hagamos algo con el tiempo y con las manos. Puede incluso que haya miles, millones de náufragos lanzando botellas al mar sin destino.
Ya lo he dicho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario