viernes, 28 de octubre de 2022

> Vivir de las rentas

 No causa ya vergüenza social decir que uno ve vídeos en Youtube, y no pretendo ser irónico. Antes casi sólo había jovenzuelos vociferantes y adultescentes gesticulantes. Ahora sin embargo hay grabaciones de conferencias en prestigiosas sedes y charlas y debates de enjundia, y estoy aficionado a ellos.

 

Tengo una panoplia de asiduidades: Pérez-Reverte, Raíces de Europa, Fundación March, Óscar Colorado... No todos son iguales porque no todos se dedican a lo mismo. Están los académicos y están los que son famosos, como Juan Carlos Monedero, Elvira Roca o Pérez-Reverte. Estos últimos alcanzaron la fama por méritos propios, lo reconozco, y se mantienen en el candelabro por sus renovados méritos y porque hacen una particular ruta del bacalao por medios y más medios concediendo entrevistas y haciendo declaraciones. Y aunque todos ellos tienen cosas muy interesantes que decir, casi que ya las han dicho todas y no se puede ser estupendo siempre y en todas partes.

 

Digámoslo más claro: se repiten como el ajo, mucho. Repiten no sólo la misma idea, sino los mismos ejemplos, las mismas frases, las manidas anécdotas personales. No sólo en entrevistas, sino incluso en conferencias formales donde, supongo, cobran.

 

El emperador de este déjà vu es sin duda Juan Carlos Monedero, que no pierde ocasión de recordar a su audiencia que estudió en Alemania (wow!) y que cita a Weber (que hable con Elvira Roca). Recuerdo una conferencia en Sevilla que era repetición de otra un año anterior ante el mismo auditorio, Youtube dixit.

 

Pero todos, en mayor o menor medida, hablan siempre de su libro y sólo de su libro. Están sentados en el compartimento de un tren que visita siempre las mismas interesantes estaciones, pero las mismas.

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