No estaba seca aún la tinta de la sentencia sobre los ERE de Andalucía y ya he escuchado comentarios interesados de que se están preparando los indultos, con el apoyo silencioso
del PP (qué cosas). Con el procés, igual, oiga. Y el 23-F. Y los GAL. Y llámalo X.
Entiendo que uno se sienta en la obligación ética de ayudar a los amigos, pero creo que no a costa de la familia. Y la familia en este caso es el país. ¿Para qué sirve juzgar y condenar si el resultado es que no se asume el coste del error? ¿Se deberá tomar en serio el juez su trabajo con esta espada de Damocles sobre su cabeza? ¿Y el fiscal con esa piedra de Sísifo? ¿Y los investigadores si van a sufrir como Ticio? Hagamos un teatrillo y vamos a tomarnos unas pizzas.
Creo que los indultos desmoralizan (restan moral y adormecen) no sólo a la alta jerarquía del estado (minúsculas), sino que chorrea hasta las más oscuras cloacas, que esperan su turno.
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