martes, 20 de septiembre de 2022

> Mentiras las justas

 

Como ya tengo una edad, comparo lo que se dice ahora con lo que se decía cuando yo era un niño.

 

Hay algunas expresiones que se mantienen por ser del Occidente civilizado, como «no te va a doler nada» o «no sé qué pasa: antes funcionaba». Otras, sin embargo, se han aclimatado entre nosotros por el influjo de películas y series foráneas.

 

«Que pase usted un buen día» no lo decía nadie cuando tenía diez años. Ni repetidamente «gracias» cada vez que te acercan un plato en la mesa. Sí se decía «me alegro de verte», cuando alguien realmente lo sentía, no como frase introductoria. O «tú» en vez de «usted» al referirse a una persona mayor o con autoridad.

 

La católica España hace tiempo que perdió el relato de su historia. También ahora el del lenguaje, que configura el pensamiento. Las legiones, claro, ya no invaden desde Sagunto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario