martes, 18 de diciembre de 2012
> Mi carro me lo robaron
El señor que se llevó el carro de la compra de Mercadona tiene miedo de que otro señor parecido se lo robe a él, por eso lo ata con una cadena a una farola, y ahí se queda hasta que sale de su casa para usarlo.
No tiene coche, así que se acerca con el carrito hasta el supermercado que le apetece, lo llena, y lo acerca hasta el portal de su casa. Por desgracia no puede subirlo hasta su cocina, porque en el portal, qué desconsideración, hay escaleras y no rampa para sillas de ruedas (no pagaron la derrama).
El carrito no ha pasado la ITV, y eso que lleva meses candado a su farola. La policía pasa con frecuencia para poner vallas contra los coches que desaprensivos aparcan junto a la acera, pero hacen como que no ven el carrito y su cadena.
Al otro lado de la calle, a diez metros, está un elegante El Corte Inglés. Hablamos, cómo no, de la calle Séptimo Miau de Málaga.
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