Buscaba imágenes antiguas de la calle del Cebollino, en Ceuta: algo muy específico como podrán pensar, e incluso aburrido si no tienen interés personal en el tema.
Hoy en día, el verbo ‘buscar’ suele relacionarse con Google, y en efecto utilizaba este buscador para encontrar las fotos. Pero lo relevante, lo singular, es que al escribir “calle Cebollino, Ceuta” salieron, sí, imágenes del barrio y de la ciudad, pero también de Esperanza Aguirre, de El Bigotes, de molinos de viento, de Bárcenas, Griñán y sándwiches de mozzarella, de indignados del 15-M y Chaves y Fabra y pastelillos rellenos de cabello de ángel. Todo esto tiene algún vínculo en común con el callejero ceutí, aunque no sé cuál, pero alguno.
Soy de los que estudiaron en libros y copiaban en papel lo que el profesor escribía con tiza en la pizarra: nada de educación 2.0. Pero puede que dentro de veinte años (¡un futuro lejanísimo, una eternidad!) algún escolar en busca de atajos escriba que en la calle del Cebollino, en Ceuta, se reunieron a comer pastelillos rellenos de cabello de ángel y sándwiches de mozzarella Aguirre, El Bigotes, Bárcenas y Fabra, mientras una manifestación de indignados ocupaba la calle y Griñán y Chaves servían las bebidas. ¿Y los molinos de viento? Estoy muy cansado para pensar en eso: démosle una patada, que se vaya a la cuneta y que no salga en el informe oficial.
martes, 29 de mayo de 2012
jueves, 24 de mayo de 2012
> 10 Señoritas 10
Este anuncio de prostitución no está improvisado. Luce esplendoroso en la calle principal de Campanillas, Málaga. Es claro, inequívoco, y ofrece toda la información que un posible cliente necesita.
jueves, 17 de mayo de 2012
> Pensamiento extravagante
Los bancos hacen su negocio de mover el dinero, pero tienen mucho enterrado en inversiones inmobiliarias que les generan abundantes incertidumbres y pérdidas. Por otro lado, el gobierno debe dinero y necesita más. ¿Qué hacer? Los bancos piden dinero prestado al BCE al 1% y compran bonos gubernamentales al 6%, y si necesitan mas ganancias, con temblar y hacer que suba el riesgo-país, siguen comprando al 1% y vendiendo, digamos, al 6’5%.
Y así hasta que equilibren sus cuentas, cuando los ciudadanos se las hayamos saneado con nuestros impuestos, que es de donde sale el dinero del BCE.
That's all folks?
Y así hasta que equilibren sus cuentas, cuando los ciudadanos se las hayamos saneado con nuestros impuestos, que es de donde sale el dinero del BCE.
That's all folks?
jueves, 10 de mayo de 2012
viernes, 4 de mayo de 2012
> Tiempos modernos
Si buscan en Google “Aristóteles” saldrán algo más de tres millones de referencias, pero si teclean “sexo anal” podrán ver más de once millones. Y eso teniendo en cuenta que contra el sexo anal hay un gran aparato crítico (por ejemplo, hasta hace unos días estaba penado en Gibraltar), mientras que el pobre Aristóteles no creo que esté prohibido en ningún lado. Me da miedo pensar cuántos resultados saldrían de “sexo”: no lo intenten en casa.
El caso es ¿qué conclusiones se pueden sacar de esa goleada? ¿Que al menos el sexo anal interesa más que Aristóteles? No, porque si hiciésemos esa misma búsqueda en el fichero de libros de la UNED el resultado sería peor que el contrario: ni una sola referencia al sexo anal y muchas, cientos, al Estagirita.
La idea, por tanto, es que las personas que usan Internet están más interesadas por el sexo anal que por el filósofo. Pues tampoco. Lo dijo McLuhan en una cita famosa: “el medio es el mensaje”, y cuánto más hoy en día pero menos que mañana. Piénsenlo en casa.
El caso es ¿qué conclusiones se pueden sacar de esa goleada? ¿Que al menos el sexo anal interesa más que Aristóteles? No, porque si hiciésemos esa misma búsqueda en el fichero de libros de la UNED el resultado sería peor que el contrario: ni una sola referencia al sexo anal y muchas, cientos, al Estagirita.
La idea, por tanto, es que las personas que usan Internet están más interesadas por el sexo anal que por el filósofo. Pues tampoco. Lo dijo McLuhan en una cita famosa: “el medio es el mensaje”, y cuánto más hoy en día pero menos que mañana. Piénsenlo en casa.
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